(JTA) El artista judío que está detrás de la instalación dice que “no es un espacio seguro“; ADL considera que el proyecto es profundamente ofensivo

Un artista en el festival anual Burning Man presentó una exhibición de arte con muñecas desnudas conducidas a hornos en un campo de exterminio simulado.

El “Barbie Death Camp and Wine Bistro“, como llaman al festival de Nevada, ha provocado una indignación generalizada sobre lo que muchos ven como trivialización del Holocausto. La exhibición contó con cientos de Barbies, algunas de ellas crucificadas en cruces rosadas y otras posadas como si estuvieran marchando hacia hornos.

Es una creación de un artista judío, James Jacoby, según un informe publicado en J. The Jewish News of Northern California.

Jacoby dijo que había estado haciendo la misma exhibición durante 20 años, y que si bien no quería “provocar” a nadie, “Burning Man no es un espacio seguro“.

No es la Universidad de Yale. No puedes correr y esconderte de algo que no te gusta. Hay 1.100 campamentos temáticos. Si no te gusta el nuestro, ve a otro“, dijo.

Una foto publicada por el medio de noticias mostrava un letrero en la exhibición que decía “The Mattel co. & Auschwitz Inc. ‘Proveedores de pantallas de lámparas finas y productos de jabón desde 1939’ presenta Barbie Death Camp & Wine Bistro“. Mattel, la compañía que fabrica Barbie, no participó en la exhibición.

El letrero también presentaba el lema “arbeit macht plastik frei“, un derivado del lema alemán “el trabajo te hace libre” que se encontraba sobre la entrada al campo de exterminio de Auschwitz.

Hemos recibido una serie de quejas“, dijo el director regional de la Liga Anti-Difamación de San Francisco, Seth Brysk, a J. The Jewish News of Northern California.

Ciertamente, la gente tiene derecho a la libertad de expresión“, dijo Brysk. “Pero usar esa libre expresión para trivializar el Holocausto en aras de fines políticos, sociales o artísticos sigue siendo profundamente ofensivo e inapropiado. Y le pedimos a la gente que no lo haga“.

Desde su inicio en una playa de San Francisco en la década de 1980, el festival Burning Man se ha convertido en un fenómeno de masas. Cada año, decenas de miles de personas acuden cada año al paisaje postapocalíptico en el desierto para realizar un experimento de comunidad temporal y autosuficiencia radical. Cuenta con una variedad de actividades y experiencias, incluidas las judías.

De la traducción (c)Enlace Judío México
Prohibida su reproducción