SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Gay se convirtió en uno de los historiadores más reputados de Estados Unidos y recibió el premio al Mérito Académico de la AHA – De Berlín a Manhattan y a la historia

Por Pilar Ruiz y Terence J. Downing

Historiador Peter Gay, z"l
Historiador Peter Gay, z”l

De familia judía, Peter Fröhlich nació y se crió en el Berlín hitleriano como cualquier niño ario: leía novelas del oeste, jugaba al fútbol y vivió entusiasmado la llegada de los Juegos Olímpicos a Berlín.

Gracias a sus ojos azules y su rubia melena -que desviaba las miradas del antisemitismo- tuvo la suerte de no sufrir especialmente el odio al judío durante sus años de escuela.

Pero la noche 1 de septiembre de 1939, conocida como la noche de los cristales rotos, marcó un antes y un después en su vida.

Su padre, socialdemócrata, condecorado militar y ateo, tras vivir en carne propia la noche de la barbarie antisemita y consciente de que las medidas nacionalsocialistas solo podían ir a más, hizo uso de unas buenas relaciones militares con el gobierno estadounidense para escapar de la Alemania nazi, llevándose a su esposa e hijo.

En un primer momento adquirieron pasajes en el buque MS Saint Louis rumbo a La Habana. Pero su padre tuvo un mal presentimiento y falsificó los pasajes para otro barco, el Iberia, que zarpó dos semanas antes. Mientras este último llegó sin problemas a Cuba, el Saint Louis vería como le negaban el permiso para atracar en La Habana, también en Estados Unidos y en Canadá. Se vio obligado a dar marcha atrás y regresar a Europa. Una cuarta parte de sus 1.000 pasajeros acabaron asesinados por los nazis.

Peter llegó en 1941 a Estados Unidos y se convirtió en un completo americano, modificando incluso su apellido Fröhlich por su traducción al inglés: Gay. Un apellido que años después, con el auge de movimientos de liberación homosexual, le traería problemas con grupos homófobos, que asociaban su apellido americano con una declaración política.

Peter Gay, que falleció a los 91 años de edad el pasado 12 de mayo en Manhattan, se convirtió en uno de los historiadores más reputados de Estados Unidos, destacando por su trabajo sobre la Europa moderna.

El amor, el arte, el conocimiento y la literatura eran temas que llenaban los textos de Gay. Su admiración por Freud, Voltaire, Weimar y la Ilustración marcarán especialmente sus focos de trabajo.

Pese a su gran aportación dentro de estas áreas -sobre todo a su paso como profesor por las universidades de Columbia y Yale- el historiador recibió críticas por no tocar con más intensidad la política o la música en sus trabajos de historia. Críticas que se sumaron a las de la comunidad judía en EE.UU., que le acusaban de no hacer valer sus raíces semitas, a pesar de que Gay condenaba el nazismo.

Estas críticas no impidieron que fuese galardonado en numerosas ocasiones. Destaca el premio al Mérito Académico de la AHA (Asociación Histórica Norteamericana) en el año 2004 o el premio Heineken de la Academia de Artes y Ciencias de los Países Bajos en 1990.

Peter A. Gay


Peter Gay había perdido a su hijo Peter A. Gay, de 54 años, en el atentado del 11 de setiembre, 2001 cuando iba en el vuelo 11 de American Airlines que se estrelló en un acto terrorista contra el World Trade Center.

Peter A. Gay era vicepresidente de Raytheon, y trabajaba para el gobierno estadounidense haciendo radares para la Armada.

 

Fuente: La Vanguardia y South of Boston