AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Comunidad Judía de Galicia Bnei Israel quiere que la Biblia de Kennicott -una de las joyas de la ilustración medieval- retorne a A Coruña, la ciudad del noroeste de España donde fue escrita en 1475 y de donde salió hace más de cinco siglos, tras el decreto de los Reyes Católicos por el que se ordenó la expulsión de los judíos de España.

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FOTO: David Pollak (derecha), acompañado por representantes de la Comunidad Judía de Galicia, con el facsímil de la Biblia de Kennicott que se conserva en la Real Academia de Bellas Artes de A Coruña

Este ha sido uno de los asuntos abordados por la comunidad judía gallega durante la visita a A Coruña de David Pollak, tesorero de la delegación Europea de la Unión Mundial del Judaísmo Progresista (WUPJ), con sede en Londres.

La Biblia de Kennicott se encuentra actualmente en la Biblioteca Bodelian de Oxford, aunque en A Coruña existe un ejemplar facsímil adquirido por la Xunta que permanece custodiado en la Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes.

Pollak visitó la Real Academia de Bellas Artes para contemplar el ejemplar que allí se custodia y, acompañado por representantes de la Comunidad Judía de Galicia Bnei Israel, visitó también el Ayuntamiento, en cuyo salón de sesiones pudo contemplar las tallas que adornan los escaños que ocupan los concejales, un trabajo del judío húngaro Ladislao Stern.

Stern, nacido en Budapest en 1917, llegó a A Coruña en 1939, huyendo del nazismo que amenazaba Europa, junto con el también judío húngaro Emil Moskowich.

Los dos jóvenes judíos húngaros pretendían continuar viaje hacia América, aunque Moskowich finalmente se estableció definitivamente en A Coruña y Stern permaneció durante siete años en esta ciudad, antes de lograr un visado hacia Chile.

Durante su estancia en A Coruña Ladislao Stern trabajó como ebanista en la elaboración de las tallas de los escaños del actual salón de plenos del Palacio Municipal de María Pita. Luego emigró a Chile, de donde luego emigró a Sudáfrica, país en el que residió hasta su fallecimiento en 1987 en Ciudad El Cabo.

La Biblia de Kennicott, escrita en 1475 por el escriba Moshe Ibn Zabarah e ilustrada por Joseph Ibn Hayyim, está considerada como una de las obras cumbres de la ilustración medieval.

Fue escrita en A Coruña por encargo del judío coruñés Isaac de Braga, quien tras no poder adquirir la Biblia de Cervera, que entonces se encontraba en esta ciudad, encargó una copia que, finalmente, superó con creces al original.

Durante diez meses, Moshe Ibn Zabarah escribió en A Coruña dos páginas diarias en letra cursiva cuadrada sefardí, con tinta castaña, a dos columnas, en páginas de 300 por 235 milímetros.

Como curiosidad, esta es la primera vez en la que aparecen vocales en una biblia judía, lo que da a este ejemplar un valor incalculable.

En los espacios entre columnas y en páginas intercaladas figuran las ilustraciones de Joseph Ibn Hayyim, considerado el mejor iluminador de su época.

Tras la expulsión de los judíos de España, el manuscrito de la Biblia de Kennicott permaneció desaparecido durante 278 años, hasta que en 1771 fue adquirido en Inglaterra por el hebraísta Benjamín Kennicott, que desde entonces le da nombre.

Benjamín Kennicot era el párroco de la iglesia cristiana de Oxford, donde el original de la Biblia se guardó hasta 1872.

Desde entonces forma parte de los fondos de la Biblioteca Bodelian de Oxford.

Durante su visita a A Coruña, el tesorero de la delegación Europea de la Unión del Judaísmo Progresista, David Pollak, se reunió con el presidente de la Comunidad Judía de Galicia, Fredy

Susman; el secretario general de Bnei Israel, Alfredo Grunfeld; y el tesorero de los judíos gallegos, Mordejai Rodríguez, quienes le expusieron su deseo de que el original de la Biblia de Kennicott pueda retornar a la ciudad en la que fue escrito.

La Comunidad Judía de Galicia está convencida de que el regreso de la Biblia de Kennicott no solo supondría un acto de justicia moral e histórica, sino que también reportaría un alto valor añadido para la ciudad, por cuanto aumentaría el legado histórico de A Coruña e incrementaría considerablemente su oferta de atractivos culturales y turísticos, con el consiguiente retorno económico para el municipio.

Fuente: Enviado por mail de José Luis Alvarez a Silvia Schnessel, 3 de junio de 2015