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LA MEIDELE

Queridos lectores paisanos:

A lo largo de la semana pasada las entradas para Enlace Judío de La Meidele recibieron varios comentarios y respuestas (algunas más propositivas que otras).

Primero que nada, me es importante aclarar que ninguno de los artículos publicados fueron escritos con la intención de ofender a alguien, pues realmente también me estaría agrediendo a mí misma. Soy una chava igual de paisana que ustedes, soy muy camiseta de mi tnuá, fui a una escuela paisana, soy muy apegada a las tradiciones judías, y sobre todo, estoy muy agradecida de haber nacido en la comunidad que nací; así que pueden estar seguros que yo también soy “víctima” (por ponerlo de alguna manera) de todo lo que La Meidele ha escrito.

Verdaderamente me dio gusto ver que mis artículos generen una conversación y despierten sentimientos en los miembros de mi comunidad. Es muy gratificante ver a los jóvenes de las tnuot hacer un video en respuesta para esta editorial, de eso se trata ¡Participemos todos!

Dicho lo anterior, me gustaría invitar a los lectores de Enlace Judío a tomarse los artículos de La Meidele como lo que son: una lectura ligera para reírse un rato. Una mirada un poco irónica a la comunidad en la que vivimos, en donde se caricaturizan nuestras actividades de la vida diaria; que como la de todos los judíos del mundo es bastante peculiar. Los artículos de La Meidele están escritos solamente con el fin de entretener y de reírnos de nosotros mismos (y no hay nada más paisano que reírse de uno mismo).

Muchos de los chistes tradicionales de paisanos ocupan este tipo de humor, un poco negro, sarcástico e irónico; pero no hay nada más sano que la capacidad de reírse de uno mismo. El mismo Sholeim Aleijem lo decía: “Reírse de Sano”. Mi bobe me contó un chiste en Idish que ejemplifica este humor que cura el alma:

Yosele era un niño huérfano y su mejor amigo era Motele.  Yosele siempre veía que la idishe mame de Motele lo andaba friegue y friegue con que se pusiera el suéter, con que coma más verduras, con que no llegue tarde a su casa, etc, etc, etc. Hasta que un día Yosele le dijo a Motele: “¡Que dichoso soy de ser huérfano!”

Queridos paisanos, ríanse de ustedes mismos ¡se vale!, mal estaría vivir vidas que no nos den motivos para reírnos. No me tomen tan en serio y no se tomen tan en serio a ustedes mismos tampoco, así la vida es más ligera. Los invito a seguir comentando y respondiendo, a dar ideas sobre temas de los que les gustaría leer.

Con cariño,

La Meidele