THELMA KIRSCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – ¡Este domingo tendremos la inauguración tradicional de nuestra alberca! Habrá juegos e inflables para los niños, así como hamburguesas, hot-dogs, elotes, fruta y muchas cosas más para todos los asistentes.

Verano Monterrey - Enlace Judio Mexico

Esta celebración se lleva a cabo año con año y siempre es muy exitosa. También, para todos aquellos que lo deseen, podrán disfrutar del partido de futbol México vs Brasil en las pantallas del centro comunitario y así pasar un domingo entre amigos y familiares, en las instalaciones de nuestro club.

Además, se está organizando un campamento de verano para los niños, en el que podrán tomar clases de natación y basquetbol, además de realizar otras actividades. Este campamento dará inicio el 29 de junio, una vez que los niños del colegio estén formalmente de vacaciones.

Seguiremos con las tardes de tejido para las señoras, clases de judaísmo y los kidushim, que este mes serán donados por varios socios para celebrar diferentes festejos como cumpleaños, aniversarios, etc. ¡La actividad continúa!

El verano en Monterrey es una época donde el calor es muy intenso, pero todos tenemos opciones para pasar el día en la alberca (con un salvavidas y un maestro de natación siempre presente) y diferentes opciones de comidas que allí mismo se preparan. Por las noches, grupos de amigos se juntan para asar carne (al estilo regiomontano) y mantener la convivencia y la amistad.

¡Esperamos que muchos socios se beneficien de estas actividades que están siendo preparadas con mucha emoción!

Quiero aprovechar este espacio para compartir un poema del escritor más importante de esta ciudad y que refleja ese Sol de verano que matiza nuestros días. Este poema es mi preferido y me remonta a mi niñez. ¡Espero que sea del gusto de todos!

Sol de Monterrey - Enlace Judio Mexico

Sol de Monterrey

por Alfonso Reyes

1889–1959

No cabe duda: de niño

me perseguía el sol.

Andaba detrás de mí

como perrito faldero;

despeinado y dulce,

claro y amarillo:

ese sol con sueño

que sigue a los niños.

 

Saltaba de patio en patio,

se revolcaba en mi alcoba.

Aún creo que algunas veces

lo espantaban con la escoba.

Y a la mañana siguiente,

ya estaba otra vez conmigo,

despeinado y dulce,

claro y amarillo:

ese sol con sueño

que sigue a los niños.

 

(El fuego de mayo

me armó caballero:

yo era el Niño Andante,

y el sol, mi escudero.)

 

Todo el cielo era de añil,

toda la casa, de oro.

¡Cuánto sol se me metía

por los ojos!

Mar adentro de la frente,

a donde quiera que voy,

aunque haya nubes cerradas,

¡Oh cuanto pesa el sol!

¡Oh cuanto me duele, adentro,

esa cisterna de sol

que viaja conmigo!

 

Yo no me conocí en mi infancia

sombra, sino resolana.

 

Cada ventana era sol,

cada cuarto eran ventanas.

 

Los corredores tendían

arcos de luz por la casa.

En los árboles ardían

las ascuas de las naranjas,

y la huerta en lumbre viva

se doraba.

 

Los pavoreales eran

parientes del sol.

La garza empezaba a llamear

a cada paso que daba.

 

Y a mí el sol me desvestía

para pegarse conmigo,

despeinado y dulce,

claro y amarillo

ese sol con sueño

que sigue a los niños.

 

Cuando salí de mi casa

con mi bastón y mi hato,

le dije a mi corazón:

– ¡Ya llevas sol para rato! –

 

Es tesoro – y no se acaba:

no se me acaba -y lo gasto.

 

Traigo tanto sol adentro

que ya tanto sol me cansa.

 

“Yo no conocí en mi infancia

sombra, sino resolana.”

 

Desde Monterrey, ciudad de las montañas