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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El rápido avance de los combatientes del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria y de los grupos afines a este último en Libia, Egipto y el Golfo Pérsico, principalmente, ha propiciado alianzas defensivas de otros países que se sienten amenazados por los terroristas. También el peligro nuclear que representa Irán es el  motivo de las alianzas; en este sentido, destacan los acuerdos tácitos de defensa entre Arabia Saudita e Israel, los cuales eran inconcebibles poco tiempo atrás.

En este contexto, el EI ha empezado “a poner un pie” en Israel con el reciente lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia las ciudades israelíes de Ashquelon y Netivot. Las brigadas Jeque Omar Hadid, filial del EI en la Franja de Gaza, donde gobierna Hamás, y que en el presente enfrentan a este último, han declarado que “con permiso o sin permiso de Hamás nadie nos impedirá cumplir con nuestra obligación de atacar a los judíos, que son enemigos de Alá”. Hamás es apoyado por Irán, archienemigo de Arabia Saudita a la que le disputa el dominio regional, a la vez que la amenaza alentando a grupos rebeldes suníes en Yemen e Irak.

Por otra parte, Arabia Saudita tenía a Egipto como contrapeso a Irán; empero, la Revolución de la Primavera Árabe en el 2011 y la consecuente caída de su presidente, Hosni Mubarak, privó a los sauditas de su leal amigo, de aquí que busque unirse a nuevos socios tanto para enfrentar al EI como a la amenaza que representa el programa nuclear de Irán; en este sentido, Israel ha sido elegido como su nuevo aliado a pesar de que no ha sido un país amigo, incluso no tiene relaciones diplomáticas con él; no obstante, ante el inminente acuerdo nuclear entre Irán y el G5+1, Israel, que lo rechaza, es su mejor opción. Por su parte el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu (BN), “ha estado promoviendo los vínculos y la cooperación con Estados sunitas moderados del Medio Oriente, entre ellos Arabia Saudita, a quien considera como baluarte contra la expansión iraní y chií en la región”.

La cooperación entre Arabia Saudita e Israel trasciende aspectos de seguridad; empresas israelíes ya realizan actividades lucrativas en Arabia Saudita. Asimismo, Israel aprobó la venta de 200 tanques Leopard a Arabia Saudita en el 2011 y en marzo pasado se informó desde Londres que ofreció a Arabia Saudita defensas cúpula de hierro, tecnología exitosa en la guerra entre Israel y Hamás en el verano pasado para detener los cohetes lanzados por este último a territorio israelí; la propuesta fue enviada a través de diplomáticos estadounidenses durante una reunión en Amman, Jordania.

En este marco, el pasado 4 de junio se reunieron altos funcionarios de Israel y Arabia Saudita en Washington; el Director General de la Cancillería israelí, Dore Gold y el general retirado de Arabia Saudita, Anwar Eshki; plantearon la necesidad de una paz entre ambas naciones e identificaron a Irán como la principal amenaza para la estabilidad regional; en este ámbito, Bloomberg News informó que ambos países han celebrado 5 reuniones secretas en los últimos 17 meses.

Arabia Saudita fundador de la Liga Árabe ha apoyado los derechos de los palestinos solicitando la retirada de Israel de Cisjordania y otros territorios “ocupados” desde 1967 para que exista paz con los Estados Árabes y en el 2007 nuevamente planteó esta iniciativa. Igualmente, considera que después de una conclusión exitosa del proceso de Paz, los estados árabes e islámicos establecerían relaciones diplomáticas normales con Israel; también Arabia Saudita ha señalado que si Israel se compromete a progresar en un acuerdo de Paz con los palestinos, permitirá a Israel usar su espacio aéreo para un eventual ataque a Irán; la frontera este del Golfo Pérsico de Arabia Saudita se encuentra solo a 100 km. de la central nuclear iraní de Bushehr.

Israel se ha opuesto a la iniciativa saudí fundamentando en los Acuerdos de Oslo en relación a que la creación de un Estado Palestino solo derivaría de la negociación bilateral entre israelíes y palestinos. Para Arabia Saudita es conveniente la alianza con Israel dado que la tradicional relación que ha tenido con EUA se complicó en los últimos tres lustros a raíz de los actos terroristas en EUA del 11 de septiembre del 2011: 15 de los 19 secuestradores de los aviones eran saudíes y el líder de Al qaeda, Osama Bin Laden también lo fue; asimismo, la represión que instrumentó el gobierno de Arabia Saudita contra la revuelta de la Primavera Árabe en el 2011 “repercutió en la sensibilidad de EUA, aunque no perturbó gravemente la Alianza”. Por lo demás, la brecha entre EUA y Arabia Saudita se abrió a raíz de que EUA apoyó a las negociaciones para el programa nuclear de Irán; Irán quedaría como socio de EUA a costa de Arabia Saudita e Israel.

Asimismo, la relación de Arabia Saudita con Irán ha sido afectada porque Arabia Saudita ha mantenido sus niveles de producción petrolera que ha propiciado la disminución de las cotizaciones internacionales del crudo para “lastimar” a la producción de esquito de EUA que ha crecido vertiginosamente lo que ha significado menores importaciones petroleras de Arabia Saudita, sin embargo, esta última sigue constituyendo la segunda fuente de abastecimiento de EUA, después de Canadá. EUA no puede abandonar a Arabia Saudita (armas y entrenamiento militar) porque daría espacio a fuerzas terroristas que eventualmente atentarían contra su territorio e intereses. Irán no es un socio confiable, después de la Revolución Islámica en ese país en 1979, el gobierno ha seguido una política anti estadounidense,  considerando a Arabia Saudita “agente” de EUA en el Golfo Pérsico.