SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Con un acuerdo emergente con Irán casi seguro, los funcionarios en Israel preparan su próxima batalla en el suelo de la legislatura de Washington.

Por Itamar Eichner

Mohammed Zarif AP
Mohammed Zarif (Foto: AP)

Fuentes diplomáticas en Israel dijeron el domingo que el próximo acuerdo entre las potencias mundiales e Irán es mucho peor que el acuerdo marco inicial firmado hace cuatro meses en Lausana, y afirman que desde entonces no han sido más que concesiones. Bajo el supuesto de que se firme un acuerdo, Jerusalén se prepara para su próxima batalla: impedir la aprobación del Congreso del acuerdo final.

El Secretario de Estado John Kerry ofreció una conferencia de prensa en Viena el sábado, en la que afirmó que está de acuerdo con el sentimiento del ministro de Relaciones Exteriores iraní Zarif de que un acuerdo “nunca ha estado más cerca”. Kerry dijo que “las decisiones correctas” podrían dar lugar a que se firmara un acuerdo esta semana.

Kerry llegó a mencionar, sin embargo, que aun había brechas con Irán sobre temas importantes. Los funcionarios en Israel no se inmutaron por los informes de desacuerdos en las conversaciones de Viena, sugiriendo que los temas alegados fueron filtrados intencionalmente.

Kerry en las conversaciones con Iran
Kerry en las conversaciones con Iran. (Foto: AFP)

De acuerdo a la información obtenida por los funcionarios en Jerusalén, los poderes han acordado nuevas concesiones en el número de centrifugadoras, así como en la investigación y el desarrollo de la centrífuga. Además, las potencias occidentales aparentemente hicieron concesiones en la cuestión del alivio de las sanciones.

Funcionarios israelíes seguían presionando para enmiendas de última hora al acuerdo, aunque las posibilidades de su aplicación se mantuvieron escasas. El ministro de Energía e Infraestructura, Yuval Steinitz, había hablado con representantes de Alemania, Francia y el Reino Unido en los últimos días, llamando su atención a los puntos débiles en el trato.

A la espera de un acuerdo final, los funcionarios en Jerusalén se preparan para ejercer presión sobre el Congreso de Estados Unidos para evitar que se rubrique. Si se presentara al Congreso un acuerdo antes del 9 de julio, la votación se celebraría en el plazo de 30 días debido al próximo receso del Congreso.

Por otro lado, si el acuerdo se presentara a partir del 9 de julio la votación sólo tendría lugar después de 60 días. Si una mayoría vota en contra del acuerdo de Irán en el Congreso, el presidente Obama puede vetar la medida. Si el presidente no utiliza su veto, sin embargo, se le permitiría decidir cuándo debe regresar la propuesta a nueva votación en el Congreso – en cuyo caso sería necesaria una mayoría de dos tercios en ambas cámaras para evitar el veto presidencial.

El objetivo de Israel: Omitir del veto

Israel está presionando a los miembros del Congreso para que saboteen el acuerdo en la primera votación. Si el acuerdo llega a la cámara baja, Israel hará un esfuerzo diplomático concertado para lograr una mayoría de dos tercios, a fin de evitar un posible veto.

Funcionarios en Jerusalén estiman que Obama tendrá el apoyo suficiente para aprobar la medida en la primera votación, gracias al miedo entre los miembros del Congreso de que negar la medida, mientras otras potencias comienzan a negociar con Irán tendrá un gran costo económico para la industria estadounidense. Hay, sin embargo, las autoridades de Israel creen que la batalla no ha terminado todavía, y que trabajando adecuadamente se puede lograr que la mayoría esté en contra de la medida en la primera votación.

Netanyahu AFP
El primer ministro Benjamin Netanyahu (Foto: AFP)

El propio primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya se está preparando para la batalla para ganarse los corazones y las mentes de los miembros del Congreso, y abrió la sesión de gobierno esta semana con fuertes críticas al posible acuerdo.

“El acuerdo que se está formando en Viena no es un gran avance, es una crisis”, dijo Netanyahu. Advirtió que “allanaría el camino para que Irán produjera múltiples armas nucleares, y le traerá cientos de miles de millones de dólares, que Irán utilizará para nuevas agresiones y hazañas terroristas, tanto en la región como en todo el mundo.

“Es un mal acuerdo. No es mejor, y es aún peor, que el acuerdo hecho con Corea del Norte, que llevó a un arsenal nuclear en Corea del Norte. Pero aquí estamos hablando tanto de una gran amenaza convencional como no convencional para Israel, los Estados de la región y el mundo en su conjunto”.

Mientras tanto, los funcionarios diplomáticos dentro de Israel han nivelado las pesadas criticas contra Netanyahu, en protesta por el hecho de que no reanudara las conversaciones con el gobierno de Estados Unidos sobre el tamaño del paquete de ayuda de la seguridad de Israel a raíz de un acuerdo con Irán.

Los mismos funcionarios dijeron que a diferencia de Israel, Arabia Saudita y los países del Golfo entendieron que un acuerdo con Irán es un hecho predeterminado y ya han profundizado en las negociaciones con los estadounidenses sobre el tamaño del paquete de ayuda de defensa conciliadora que recibirán.

Estos funcionarios dijeron que Israel debería haber entrado en defensa del paquete de ayuda en conversaciones con Washington antes de la operación, porque entonces Obama habría sido más generoso que si el acuerdo ya está firmado, especialmente si Israel hace campaña en contra del acuerdo en el Congreso.

Fuente: Ynet News
Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico