ISAAC SHAMAH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Sin duda alguna, Jacobo Zabludovsky dejó una gran escuela y quizá la huella más importante en el periodismo mexicano. En su carrera, Jacobo tuvo experiencia en prácticamente todas las áreas de su profesión… inclusive en los deportes.

Jacobo Zabludovsky8 - Enlace Judio Mexico

Jacobo Zabludovsky Kraveski nació en México, el 24 de mayo de 1928, en una familia judía que sólo dos años antes de su nacimiento había llegado a México desde Polonia; debido a las guerras que se presentaban en Europa; sus padres se mudaron a México gracias a que vieron una especie de folleto de nuestro país. Dicho por el propio Jacobo, él nace en una vecindad ya desaparecida en la colonia Doctores.

Desde muy pequeño, acompañaba a un vecino suyo que era corrector de pruebas del periódico “El Nacional”, ahí conoció el aroma de la tinta impresa, su fragancia favorita.

Jacobo Zabludovsky9 - Enlace Judio MexicoPosteriormente empezó a trabajar para Radio Continental como ayudante de redacción, de ahí fue subiendo la escalera hasta convertirse en el conductor de “24 Horas”, en el hombre detrás de una pluma respetadísima para varios medios, en una voz que se volvió icónica en Grupo Radio Centro, en el hombre que narró desde un teléfono de coche el temblor del ’85, en la persona que se puso una corbata negra el 3 de octubre de 1968 para expresar lo que pasó un día antes, a pesar de que no lo podía decir con palabras en esos momentos, encontró la manera de expresar su sentir en televisión. Todo esto lo llevó a ser considerado por muchos el mejor periodista que tuvo México.

Pero Jacobo era mucho más que eso; Jacobo era un hombre que amaba el tango, que le apasionaba la fiesta taurina, era un hombre que a pesar de no ser tan aficionado al futbol, apoyaba a los Pumas, debido a que estudió Derecho en la UNAM.

Jacobo entrevistó a personajes como “Cantinflas”, Dalí, María Felix, al “Che” Guevara y a Fidel Castro; sin embargo, esto no le quitó la sencillez de ir a felicitar a una bailarina que no conocía, después de una función que presenció. La bailarina, mi hermana, no podía creer que una figura como Jacobo le dijera “bailas muy hermoso”.

Fernando Schwartz y Heriberto Murrieta - Enlace Judio MexicoEn lo deportivo, a pesar de no ser su especialidad, Zabludovsky forjó a Fernando Schwartz y a Heriberto Murrieta, a quien bautizó como “el joven Murrieta”, dos de los periodistas deportivos más profesionales y respetados en los medios de comunicación. En palabras de Fernando, “nos enseñó a ensuciarnos los zapatos” en referencia a buscar las notas en la calle, a toda costa.

El Santo - Enlace Judio MexicoJacobo entrevistó a Maradona, a Hugo Sánchez, a Julio Cesar Chávez y a “El Santo”, a quien desenmascaró en plena entrevista, algo que ni los luchadores habían podido hacer. Con todos conversó en grandes momentos de sus carreras.

En la última parte de su vida, Jacobo Zabludovsky trabajó para ESPN, la cadena de televisión deportiva más grande a nivel mundial, en donde hizo el programa de Joserra y Jacobo, así como programas especiales en distintas ciudades del mundo para la cobertura de eventos deportivos de alta importancia. En estas visitas viajó a Londres, Brasil y Cuba, acompañado del “joven Murrieta”, su gran alumno. Ambos recorrieron lugares simbólicos y platicaron historias de cada ciudad que visitaron.

Participacion - Enlace Judio MexicoEl viaje a La Habana fue el último, hace poco más de un mes, cuyo propósito fue la cobertura del histórico partido entre el Cosmos de Nueva York y la selección cubana, en un suceso que mostraba los cambios que se están presenciando en la relación entre Cuba y Estados Unidos.

Me parece que este viaje periodístico fue el último por varias razones. El lugar que fue el comienzo de su luna de miel, fue su despedida periodística terrenal, cubriendo un hecho que está por despegar y, que si se concluye, será histórico. Y digo que es su despedida periodística terrenal porque estoy seguro que esté en donde esté, Jacobo además de descansar en paz, sacará una entrevista con más de un icono de otra época, ya que después de todo, Jacobo se consideraba amigo de Dios y del Diablo.