5_libro_abiertoLEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Paquito de Rivera

El domingo previo a las elecciones intermedias del  pasado 7 de junio concurrimos al Palacio de Bellas Artes a la función de la temporada anual 2015, Programa 11, de la Orquesta Sinfónica Nacional, el concierto incluyó la presentación del destacado clarinetista Paquito D´Rivera y la del joven percusionista (marimba) de 22 años, José Eduardo Chávez Quintero, bajo la dirección artística del maestro Carlos Miguel Prieto.

El acceso a Bellas Artes es muy difícil, porque las avenidas Reforma y Juárez se convierten en el paraíso de ciclistas y corredores, dificultando la entrada de los vehículos a los estacionamientos de la zona próxima a Bellas Artes; por lo demás, ese domingo el frente del Palacio fue el punto de partida de miles de personas miembros o “acarreados” del PRD que marcharon a la explanada del Zócalo capitalino donde se realizó un mitin de cierre de campaña de ese partido.

Al evento concurrieron simpatizantes del PRD de todos los rumbos del Distrito Federal y de otras entidades que fueron transportados en decenas de autobuses, quizá más de 100, y que los estacionaron por todo el “primer cuadro”. Destacó que entre los participantes al cierre de campaña había muchas mujeres de avanzada edad, incluso vi a varias de ellas que usaban andaderas o bastones para poder caminar y a jóvenes mujeres con sus hijos pequeños, incluyendo bebés; tengo entendido que a los asistentes al mitin político se les dotó de una vistosa camiseta, banderillas con logos del partido, y además se les entrenó para que expresaran a viva voz enunciados favorables al partido y 200 pesos por cabeza. La gente desfiló ordenadamente por una ruta prefijada para llegar al Zócalo, guiada por líderes profesionales. Al final de cuentas, el esfuerzo del PRD tuvo pocos resultados, obtuvieron 2 millones de votos menos a nivel nacional en relación a las elecciones intermedias del 2009 y perdieron el dominio absoluto que tenían en la Asamblea del Distrito Federal y en varias delegaciones políticas de esta entidad; el gasto electoral fue mayúsculo a cargo de los causantes cautivos.

En fin, una vez que superamos los problemas para el acceso a Bellas Artes, nos encontramos que las localidades para el evento estaban agotadas; yo esperaba que esto sucediera, porque no anticipamos la compra de boletos; no obstante, quince minutos antes del inicio del evento mi esposa los consiguió con descuento en las taquillas; me imagino que fueron cancelaciones de última hora. Nos dieron dos lugares en un palco que estaba prácticamente adentro del escenario. Mi esposa fue a buscar una mejor locación y quince minutos más tarde estábamos cómodamente sentados en la fila 12 de la luneta.

La Orquesta Sinfónica Nacional tiene su primer antecedente en la Orquesta Sinfónica de México, fundada por el maestro Carlos Chávez en 1928, compositor y director de Orquesta (1899-2078), cuya fama trascendió las fronteras nacionales. Nuestra asistencia al concierto de Bellas Artes no tenía como objetivo principal escuchar a la Orquesta Sinfónica Nacional, sino a Paquito D’ Rivera, a quien junto a su extraordinario quinteto de Jazz Latino ya conocíamos tiempo atrás en virtud de que somos fans de este género musical, nacido en las comunidades negras de EUA a finales del siglo XIX y que se expandió en el mundo a lo largo del siglo XX.  El Jazz ha pasado de ser una simple música de baile popular a una difícil forma de arte reconocida en todo el mundo; en 1987 el Congreso de EUA declaró que el Jazz es “un excepcional Tesoro Nacional”.

“El Jazz se caracteriza por tener una estructura base de ritmo y acordes sobre la cual los músicos van imprimiendo diferentes melodías con repetidas intervenciones solistas y con un frecuente uso de la sincopación”; la sincopa en música es la estrategia compositiva destinada a romper la regularidad del ritmo. Destaca que la instrumentación del Jazz admite una multitud de variaciones a partir de una batería, un contrabajo, un piano, una guitarra y varios instrumentos de viento (trompeta, saxo, trombón y clarinete, entre otros).

Paquito D’ Rivera (Francisco de Jesús Rivera Figueras) nació en la Habana, Cuba, el 4 de junio de 1948, hijo del saxofonista y director de orquesta cubano Tito D´ Rivera. Paquito empezó a estudiar música a los 5 años y a los 7 ya era un niño prodigio que actuaba en público; a los 10 años tocó en el Teatro Nacional de la Habana con gran éxito y a los 12 años entró al Conservatorio de la Habana para estudiar clarinete, composición y armonía. A los 18 años ya era considerado un virtuoso y debuta con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba como solista. Después de una exitosa carrera, cansado de su situación en Cuba, en mayo de 1980, en un viaje planeado para llegar a Finlandia, durante una escala en España, solicitó asilo a la embajada de EUA, dejando a su mujer e hijos en la Isla.

Paquito ha ganado trece premios Grammy (creados por la Recording Academy para reconocer a los artistas más destacados en la industria de la grabación), hoy día se le reconoce por igual en el mundo del Jazz latino y en la música clásica. Se le admira como fundador y miembro de la legendaria banda Irakere, notable por su fusión de Jazz, rock, lo clásico y lo tradicional. Entre sus grabaciones se cuentan más de 30 discos como solista. En 1991 obtuvo el Premio Carnegie Hall por su carrera en el ámbito de sus contribuciones a la música Latina. Sus aportaciones a la música clásica son apreciadas y valoradas e incluyen presentaciones con la Sinfónica y la Filarmónica de Londres, Filarmónica de Varsovia, Filarmónica de Florida, Sinfónica de Baltimore, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Filarmónica de Brooklyn, Sinfónica de Puerto Rico y Sinfónica Nacional de Costa Rica. Ha grabado tres composiciones de cámara suyas con el famoso violonchelista Yo-Yo Ma.

Cuando Paquito irrumpió en el escenario de Bellas Artes, despertó una gran ovación entre los asistentes, reflejo no solo de su valía artística sino de su alegría y simpatía. Además se manifestó entusiasmado de actuar en México; lo cierto es que el público mexicano es muy afectuoso y emotivo. Ciertamente, no solo con Paquito, sino con otros intérpretes, he percibido la gran comunicación del público mexicano.

Paquito tocó con gran maestría el clarinete, que los presentes en Bellas Artes disfrutamos, no queríamos que terminara sus interpretaciones. A pesar de sus 67 años impregna una gran fuerza a su música. Cabe agregar que no sólo el público de Bellas Artes, se deleito con Paquito; los propios miembros de la Orquesta Sinfónica Nacional estuvieron anonadados con sus interpretaciones, movían alegremente el cuerpo y sonreían con el ritmo que tocaba el Maestro.

¡Larga vida para este gran clarinetista para que nos siga deleitando con su música!