AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El diseñador israelí de zapatos, Kobi Levi, estaba trabajando en su estudio de diseño en 2011 cuando recibió un correo electrónico que no podía creer que fuera real.

Por Debra Kamin

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Una muestra de las creaciones del diseñador de zapatos, Kobi Levi | Foto: Cortesía de Kobi Levi.

El correo provenía de un ejecutivo de estudio que estaba trabajando en el último video de Lady Gaga- un clip salvaje para acompañar Born this way, su himno pop. El estudio quería pedir varios pares de las botas “dobles” hechas a la medida para que la cantante las usara en su video, una petición que Levi- una vez que determinó que el correo ciertamente era verdadero y no una broma de sus amigos- estaba feliz de hacer.

Pero había un problema: Levi no tenía ni idea de cuánto cobrar por los zapatos. Eso es porque, a pesar de haber pasado los últimos 14 años diseñando y ejecutando un calzado fantástico en un pequeño cuarto de su departamento, jamás había vendido un solo par.

Mucho ha cambiado desde entonces.

Levi, de 40 años, ha vendido ya un montón de sus extravagantes zapatos de tacón. Y, aunque no revelará las cifras de ventas y todavía enseña clases de diseño para aumentar sus ingresos, dice que es suficiente para ganarse la vida.

Sus creaciones no son zapatos, sino hermosas obras de arte, deformadas y de ensueño, para los pies: flamencos divinamente retorcidos con sus piernas delgadas cruzadas, disfrazadas como elegantes tacones de aguja; una jarra de café de porcelana, con su mango arqueado que acoge el pie, y unas gotas de café que llegan al piso; una muñeca sexual enrevesada, con una “boca” seductora en el dedo del pie y un talón que imita la forma seductiva y estéril de las piernas de plástico.

“Me gusta mezclar la línea entre el arte y el diseño”, dijo Levi, mientras disfrutaba un café en el legendario bar gay Shpagat en la calle Nachalat Binyamin, Tel Aviv. Durante el día, las multitudes son escasas en este lugar hipster, así que le gusta ir ahí para escapar del ruido de construcción que hay debajo de su departamento. “Los artistas pueden decir que mis zapatos no son arte, ya que son un producto usable, y los diseñadores pueden decir que no son un diseño porque no siguen las tendencias ni le sirven a los clientes. Y yo les puedo decir, ‘ambos tienen razón’. Pueden pelearse y discutir sobre eso, y a mí no me importa”.

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El diseñador de zapatos de Tel Aviv, Kobi Levi, cuenta a Lady Gaga entre sus clientas | Foto: Cortesía de Kobi Levi.

Personalmente, Levi desmiente su afición por el diseño fabulosamente monstruoso; se ve más joven de lo que es y se viste simplemente con unos jeans y una playera de cuello en V. Cuando nos vemos, está cansado pero animado- acaba de tener una bebe con una buena amiga, una mujer soltera que también quería un hijo. Planean criarla juntos.

Por años, dice Levi, utilizó sus propios pies como guía para hacer sus maravillosos tacones- pero, fuera del estudio, su calzado de elección es uno normal de hombre. Dice que no sabe por qué le atrajo crear zapatos pero, incluso de niño, ya hacía diseños de ellos.

“Las formas eran interesantes y me encantaba el hecho de que también los podías usar”, dijo. “No son solamente un objeto que está ahí, empolvándose”.

Levi es descaradamente modesto acerca de su éxito, y admite, “nunca imaginé que alguien quisiera comprar estos zapatos. Nunca pensé en las cosas que se supone que se deben pensar, como lo que el cliente necesita o cómo darle lo que está buscando. Yo no diseño pensando ‘esto es un zapato para el trabajo’ o ‘éste es para una boda’. Solo lo hago por mí”.

Sin embargo, un zumbido silencioso lo ha estado rondando desde que Lady Gaga ofreció su sello de aprobación. Sus diseños le han ganado la cobertura en publicaciones como Marie Claire y Glamour. CNN llamó a sus creaciones “criaturas de zapato” y “esculturas usables” en una extensa entrevista, y Babble.com, el popular portal para padres, tomó una nota del blog de Levi para rendir homenaje a su especial línea de diseños que imita a los villanos de Disney.

Levi, que sigue trabajando en solitario afuera de esa habitación en su departamento- hace cada par a mano y no tiene ningún inventario. Su estudio es obsesivamente limpio y con una organización sin comparación: rollos de tela que van desde vinilo chartreuse al cuero de púrpura llamativo llenan las paredes, ordenadas como el arcoíris. Moldes de pies, en posición de firmes en orden descendiente, se apilan en las estanterías de todo el cuarto, y una prensa de cuero arcaico y una máquina de coser esperan en el otro lado.

Aquí les dejamos algunos de los asombrosos diseños de Kobi Levi. ¡Que los disfruten!

Fuente: Jewish Telegraphic Agency / Traducción: Miriam Baley.