MAY SAMRA Y MIRIAM BALEY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Resulta que estos fabulosos artistas no solamente son pareja en el trabajo, sino en la vida real. Es un romance que comenzó hace 10 años y que dio inicio gracias a la admiración mutua de los artistas.

Laura Bueno y Ricardo Téllez, de “Téllez y Bueno Escultores” son los artistas que crearon el busto de Gilberto Bosques, el cual se develó el lunes 20 de julio en la explanada de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Como muchos saben, Gilberto Bosques Saldívar, conocido también como el Schindler mexicano, salvó la vida de miles de judíos que, de otra forma, hubieran perecido bajo los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Desafiando las reglas y arriesgando su propia vida, Gilberto Bosques se convirtió en un héroe mexicano, que ha sido honrado en esta ocasión con un hermoso busto.

Enlace Judío tuvo la oportunidad de platicar con los artistas, quienes nos comentaron que participaron en una exposición colectiva de egresados de la Academia de San Carlos realizada en el Centro Cultural México Israel. De allí surgió la invitación de desarrollar el proyecto sobre Gilberto Bosques. “Estuvimos juntando información y fotos para ver cuál fue la vida de él, para saber quién era, cómo era su personalidad”, dijo Laura. “No solamente físico, sino que se proyectara quién era”.

Del héroe mexicano descubrieron el humanismo, su calidad de vida como ser humano. Ricardo Téllez dijo: “Ojalá existieran más personas como Gilberto Bosques Saldívar”.

¿CóDSC00318BRmo dar vida a alguien que no está presente?

Ricardo: Una cosa es trabajar con un personaje que vive, que lo tienes ahí físicamente; a cambio, recurrir a imágenes y estar viéndolo parte por parte es diferente. Pero siempre existe un trabajo de investigación, sobre el cual nos apoyamos para  desarrollar el proyecto. A eso  súmenle nuestra formación en la Academia de San Carlos, con el maestro Hermilo Castañeda. Estudiamos con él anatomía humana, desde huesos hasta músculos. Eso nos facilita el darle carácter a ese personaje.

“Para nosotros”, comentó Ricardo, “cada proyecto es un reto. Cada uno cuenta una historia y la de Gilberto creo que es de las más fascinantes. Se dedicó aquí en México a sacar familias comunes y corrientes. Se enfrentó a muchas cosas, su misma familia estuvo encarcelada… Eso habla de su calidad humana”.

Por su parte, Laura nos compartió que la lección que nos deja don Gilberto Bosques es mostrar “hasta dónde llega un ser humano por otros. Es darle importancia a todos, sin límite de nacionalidades o razas”. Según Ricardo, “existen ciertas situaciones en las que sale lo peor y lo mejor del género humano. Gilberto Bosques sacó todo lo mejor: la bondad, el ayudar al prójimo. Él salvó a seres humanos y puso en riesgo su vida y la de su familia”.

Para estos maravillosos y alegres artistas, el tiempo es una palabra entrecomillada que nada tiene que ver con el proyecto. Esculpir es algo que realizan diario, que ya no es complejo en sí, sino a la hora de querer proyectar la esencia mística y la parte interior -para que las personas vean no nada más el parecido físico, sino que digan ‘sí es Gilberto. Tiene esa semblanza, esa bondad, esa mirada como en vida’.

DSC00301

¿Cómo lo lograron?

Téllez explica que “es amor; nos apasionamos. Leemos y nos informamos sobre el personaje, y nos emocionamos y enamoramos de la vida de éste”. Es decir, que la investigación lleva a la realización de un buen trabajo, en especial porque se trata de un héroe, “no como Superman, sino un héroe real”.

Laura y Ricardo hacen un trabajo que se integra perfectamente, ya que pueden complementarse o, como sucede en ocasiones, le “echan una mano” a su compañero para que la pieza completa tenga cohesión y unidad. En palabras de Ricardo, “yo soy la fuerza, ella el corazón”.

Y resulta que estos fabulosos artistas no solamente son pareja en el trabajo, sino en la vida real. Es un romance que comenzó hace 10 años y que dio inicio gracias a la admiración mutua de los artistas. Es decir, conocieron sus respectivos trabajos y, posteriormente, uno al otro. “El amor, antes de ser amor, nace de admiración”, dijo Ricardo, quien concluyó diciendo alegremente “Dicen que aves del mismo plumaje vuelan juntas y, vámonos, que yo también soy cotorra”.