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EDUARDO SCHÑADOWER MUSTRI PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Antes que nada, quiero agradecer mucho a Enlace Judío por este espacio. A los lectores de mis artículos quiero agradecerles también de gran manera por darse el tiempo de leer mis palabras. Es en parte gracias a ustedes que tomé la decisión de auto-publicar una novela que terminé de escribir hace nueve años y que aún continuaba inédita.

La novela se llama “BiOcto” y corresponde al género de Ciencia Ficción – Sátira. Esta es la sinopsis:

Ignacio Domínguez, un típico mexicano fiestero, amanece un día, después de una tremenda borrachera, en un mundo completamente extraño y extravagante. Sin saber cómo llegó ni tener conocimientos de astronomía o astrofísica, tendrá que utilizar al máximo su ingenio mexicano para poder regresar al planeta Tierra. 

Es una aventura completamente irreverente que se burla de todo y de todos, pero a su vez llenará al lector de diversas emociones y le hará reflexionar sobre las muchas incoherencias del mundo en el que vive.

La obra se encuentra publicada en Amazon únicamente en versión electrónica, y se puede encontrar en el siguiente link: https://bit.ly/1Tj4nAP

Quisiera pedirle a usted, estimado lector, si usted cree que este escritor tiene talento, si le gustaría ver más obras publicadas, que vaya a esa página, la compre, y que la  comparta con sus amigos y familiares  para que ellos lo hagan. Si tiene tiempo, calificarla y escribir una reseña en Amazon me será de gran ayuda. Además, está participando en un concurso de autores independientes, y las ventas son de gran importancia para ganar ese concurso. De quedar en primer lugar, la obra será publicada en formato impreso.

Pero, retomando lo que dice el título del artículo: ¿cómo fue  que escribí una novela? ¿Qué tan difícil es?

En realidad, lo más difícil es empezar. Hay que imaginar un instante, un momento, un suceso que sea el que desencadene todo. En este caso, el momento fue el que se describe en la sinopsis. Sin embargo, muchas veces me ha sucedido que ese instante, ese momento, al final resulta en cuentos cortos, o incluso terminan siendo ideas desechadas.

Cuando comencé a escribir, no sabía cuánto duraría, qué final tendría, no pensé el concepto como una novela desde un principio, el resultado final era incierto desde que me senté a escribir.

Fui terminando varios capítulos, y cuando iba por ahí del quinto fue que me di cuenta que el final de esta historia aún estaba muy distante. Fue hasta ese momento en que me percaté que estaba escribiendo mi primera novela.

El ejercicio resultó sumamente apasionante, ya que la historia tomó vida propia y yo mismo no sabía qué sucedería cuando me sentara a teclear. Si usted ha leído alguna novela  y se ha quedado picado con ella, esa misma sensación tenía yo con mi escrito. Pero la diferencia era que en mi caso, lo que sigue siempre estaba en blanco, no había manera de saberlo hasta  que mis dedos no se deslizaran por el teclado escribiendo la historia. No se podía hacer trampa hojeando las últimas páginas para ver qué pasaba, porque estas páginas aún no existían.

Llegar al final de la novela es quizá el momento más conflictivo. Por un lado uno se siente realizado, se siente que su obra está completa y terminada y es un gran logro. Por el otro, uno se siente solo, ya que la novela se había convertido en una compañera de vida, en algo a lo qué recurrir cuando no se tiene nada qué hacer o cuando uno está aburrido. Es, como usted seguramente ya lo pensó, parecido a terminar de leer un gran libro, pero con mucha mayor intensidad.

La fase más pesada es la revisión. Se le puede pedir a personas de confianza que le den una revisada y te señalarán faltas de ortografía, redacción y gramática o inconsistencias en la historia. Pero uno como autor también tiene que hacer lo suyo.

Y a diferencia de los cuentos cortos, revisar una novela es sumamente complicado. Es un texto extenso y es difícil no pasar por alto uno que otro error. También uno como autor tiene que tener mucho cuidado que al corregirla no se pierda su esencia. Como uno ya se sabe la historia, esto es además sumamente pesado y tedioso.

En mi caso, no resultó económicamente viable contratar a un editor profesional. Tuve que conformarme con mis revisiones y las de mis amigos cercanos. Pero creo que el resultado final es bastante bueno.

Para publicar uno puede  hacerlo a través de una editorial, pero eso puede resultar muy costoso ya que si uno no es un autor reconocido, uno tiene que pagar por la edición, la impresión y la distribución. Por supuesto, cuando uno paga por todo, uno también se queda con todas las ganancias, pero existe el riesgo que al final no se venda y se tenga que asumir las pérdidas. Publicar con una editorial pequeña puede ser una opción más económica, pero en este caso el tiraje también va a ser pequeño, la audiencia va a ser limitada.

Finalmente me decidí por hacerlo a través de Amazon, que es completamente gratuito (aunque se quedan con una parte de las regalías), pero tiene la desventaja de ser en versión únicamente electrónica. Aun así, me permite llegar a una audiencia mucho más amplia. Decidí inscribirla al concurso porque creo que es un material muy original y con mucho potencial, rompe con muchos paradigmas de la literatura de ciencia ficción y creo que es una lectura fácil y muy amena.

El texto tiene algunas palabras altisonantes y referencias sexuales leves (no explícitas), esto se deriva de que como autor quise reflejar personajes realistas que muestren en su esplendor a la cultura mexicana, y no se utiliza con ninguna otra intención.

Espero que usted disfrute tanto leyendo mi novela como yo lo disfruté al escribirla. Su apoyo para esto será muy importante, y de antemano se lo  agradezco de gran manera.