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EDUARDO HADJES NAVARRO PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Queridos amigos, los “grandes” líderes mundiales, pueden decir muchas cosas. Estar orgullosos por lo que hacen o inventan y sacar las conclusiones que se les ocurra. Todo eso, resulta absolutamente vano, cuando su obrar demuestra lo contrario.

El viernes 31 de Julio, Israel se vio conmovido por un bárbaro atentado incendiario a la casa de una familia palestina de Duma, en Cisjordania, donde el pequeño Ali Dawabsha, murió quemado, mientras su hermano Ahmed Saed, de 4 años y ambos padres, quedaron gravemente heridos, siendo atendidos en el Centro Médico Chaim Sheba, en Tel Hashomer.

Es posible que ustedes se pregunten por qué, en un mundo en el que en este mismo instante, puedan estar siendo asesinados decenas o cientos de niños, mujeres y ancianos, yo me estoy preocupando de una familia árabe-israelí, ocurrido en un pueblo hasta ahora desconocido, Duma.

La primera razón, es que para mí debiera serlo y para todos y cada uno de nosotros, cada vida, es sagrada, valiosa e irreemplazable. No importa nacionalidad, religión, raza o ideas políticas o de cualquier índole. Se comprende que esto no opta a la legítima defensa, lo que podría llevar a la muerte de uno o muchos otros seres humanos, en que la culpa, debería recaer en quienes están atacando o intentando cometer un acto terrorista y no en quien ejerce su legítimo derecho a proteger su propia vida y la de sus conciudadanos.

Sin lugar a dudas y sin discusión, éste bárbaro atentado a la familia Dawabsha, es un acto terrorista. No importa quién lo efectuó ni a quien afectó. El sólo hacerlo, debe ser condenado, de inmediato y con el máximo de energía. Felizmente, esto no lo pienso sólo yo.

Efectivamente, el mismo día, tanto el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, así como el Presidente Reuven Rivlin, reaccionaron enérgicamente, condenando ambos, en forma categórica, tan horrendo actuar.

Netanyahu concurrió de inmediato al Centro Médico, entregando a los heridos su solidaridad y la de todo el pueblo israelí, destacando con el máximo de energía, que se han tomado todas las medidas necesarias para dar lo más pronto posible con los culpables, sean quienes sean, ya que no puede haber nada ni nadie que en Israel se atribuya el derecho a tan cruel actuar.

Igualmente, el Presidente Rivlin, no dudó en rechazar categóricamente tan cobarde atentado, efectuando un fervoroso llamado, tanto a israelíes como a palestinos, a mantener la calma y la confianza en que los organismos de seguridad harán todo lo que su capacidad se lo permita para dar rápidamente con los culpables.

Como Israel no se queda sólo en las palabras, el lunes 3 de Agosto fue detenido por el Shin Beth, en Safed, el extremista Meir Ettinger, nieto del Rabino Meir Kahane, fundador del movimiento ultra ortodoxo y anti árabe, Kash.  Aún no está confirmado si Ettinger está ligado a este atentado, pero sí se sabe que actuó anteriormente en la quema de una Iglesia.

Aquí, queridos lectores, quiero detenerme para destacar la diferencia en el actuar israelí, de lo cual debemos sentirnos orgullos y cómo reaccionan las autoridades palestinas, cuando son ellos los autores de atentados terroristas.

Una aclaración previa, aun no se sabe quiénes son los culpables que provocaron este incendio. Al suponerse que fueron extremistas israelíes, el gobierno no teme anunciarlo así. Si mañana resultara que son otros los autores, con la misma autoridad moral se hará saber oportunamente. Lo importante es que el gobierno se ha comprometido a movilizar todos sus recursos, en busca de los perpetradores, a objeto que reciban su oportuno y justo castigo.

Veamos, a continuación, cual es el actuar de  Mahmoud Abbas, Presidente de la ANP y, con mayor razón, los dirigentes de Hamás, cuando un atentado terrorista, es efectuado por uno de ellos.

De inmediato, se le da protección. Se le recibe como héroe. Si logra asesinar a uno o más israelíes, se le efectuarán homenajes públicos, con disparos de fuegos artificiales y reparto de golosinas entre los asistentes. Si el acto terrorista tuvo especial connotación, por su extremada crueldad, es posible que una calle o una plaza, lleven su nombre y el o los autores, serán recibidos como ejemplo a seguir, en escuelas y lugares públicos, exaltando hasta límites inimaginables, su actuar y con llamados a ser imitados y, de ser posible, superados.

La diferencia, creo que ha quedado clara y, por ningún motivo, podrá interpretarse este comentario, como un llamado a cambiar en nuestro actuar. Por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia, Israel podrá descender al nivel de sus oponentes. Nuestra ética judía, nuestras enseñanzas y costumbres, nos deberán llamar a un permanente ascender en nuestro comportamiento y jamás, actúen como quiera que lo hagan los terroristas palestinos, nosotros deberemos imitarlos, estando moralmente obligados a seguir siendo un faro de justicia, que ilumine la esperanza del ser humano, por un mañana mejor.

No nos debe detener en nuestro recto camino, las vergonzosas actitudes de Abbas, quien ya anunció que denunciará al gobierno de Israel, por “Crímenes contra la humanidad” ante los organismos internacionales que estén dispuestos a abrirle las puertas y, lo más probable, es que será amplia y rápidamente respaldado.

ISRAEL ES DIFERENTE Y POR NINGÚN MOTIVO DEBERÁ CAMBIAR.

David ben Jaim

Fuentes: Comunicado de la Embajada de Israel en Chile y correos varios.