SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El festival Rototom cancela el concierto de Matisyahu por presiones. La asociación BDS (movimiento que promueve el boicot a Israel y los productos israelíes) reclamaba el veto al artista por “no estar a favor de los derechos humanos”.

LOS ANGELES, CA - MAY 20:  Matisyahu attends Sonos Studio Listening Party at Sonos Studio on May 20, 2014 in Los Angeles, California.  (Photo by Jerod Harris/Getty Images for Sonos)
LOS ANGELES, CA – Mayo 20: Matisyahu en la fiesta de Sonos Studio Listening Party , 2014 (Foto: Jerod Harris/Getty Images for Sonos)

El festival Rototom Sunsplash en Benicassim, provincia de Castellón, España, ha decidido anular el concierto del artista judío (La Vanguardia utiliza la sutileza de “hebreo”) Matisyahu previsto para el día 22 de agosto después de la campaña iniciada por Boicot, Desinversión, Sanciones (BDS) a Israel del País Valenciano. Si bien se da la circunstancia de que Matisyahu no tiene nacionalidad israelí sino que es un judío de Brooklyn, Estados Unidos.

El movimiento BDS ha mostrado su satisfacción alegando que “se ha demostrado” que el artista “no está a favor de los derechos humanos y no merece ser contratado en un festival, y menos en uno con la trayectoria del Rototom Sunsplash”. Esta corresponsal admite su ignorancia ya que después de residir 40 años en el país, me refiero a España, desconoce este festival.

 

La polémica arrancó cuando el BDS inició una campaña que pedía a los artistas en una carta abierta que “consideraran” su participación en el Rototom Sunsplash por la actuación este año de Matisyahu. 

Consideraban al cantante hebreo (hebreo es el idioma, las personas somos judías, La Vanguardia parece ignorarlo) como “un artista reggae judío estadounidense que ha participado en festivales ‘prosionistas’ (qué pecado), ha reconocido ser un amante de Israel (doble pecado) y ha llegado a afirmar que Palestina no existe”.  (triple pecado).

Cinco participantes del Rototom anunciaron que no estarían presentes en el festival tras anunciar su apoyo a la campaña. 

Por su parte la organización pidió al artista que se pronunciara “abiertamente” si cree que Palestina tiene derecho a tener un estado propio y si rechaza formalmente cualquier tipo de violencia. Ahora sabemos que el nuevo concepto de “arte” debe pasar por el filtro del amor a Palestina.

Finalmente y tras dos días sin respuesta por parte del artista, el Rototom ha anunciado hoy la cancelación de su actuación. 

En un comunicado la organización ha indicado que tras “haber buscado repetidamente el diálogo frente a la indisponibilidad del artista a la hora de pronunciarse claramente contra la guerra y sobre el derecho del pueblo palestino a tener su propio Estado, ha decidido anular el concierto de Matisyahu previsto para el día 22 de agosto”. Matisyahu ha optado por el silencio aunque le costara la participación en el festival. No quiso rendirse a las presiones.

En el comunicado, el Rototom ha recordado que ha “demostrado en innumerables ocasiones cuál es su sensibilidad con respecto a Palestina, su pueblo y la ocupación de su territorio por parte de Israel, especialmente con la celebración de múltiples debates en su Foro Social”. De lo cual se deduce que la invitación a Matisyahu fue una simple provocación.

 

Además ha recordado que tiene una trayectoria de 22 años de “promoción activa de la paz, la justicia social y los derechos humanos”. (¿Está seguro quien lo afirma de que en Palestina y/o la Franja de Gaza se respetan los derechos humanos, la justicia social y la paz?) Por todas estas razones, añaden, el Rototom Sunsplash “considera injustificada la virulencia de los de ataques que ha recibido en los últimos días”.

 

“No en vano, el lema de esta 22ª edición, Peace R(evol)ution, es el que está inspirando en todo momento la gestión de esta polémica, sin buscar la confrontación y apostando en todo momento por una resolución dialogada y abierta de miras”, han señalado. 

Desde BDS han asegurado que la cancelación supone el “éxito” de la campaña que se ha convertido en un “grito de solidaridad popular”. Eso es todo lo que buscan, provocan polémica para lograr repercusión en los medios. En definitiva, un nuevo estilo de marketing que les sale gratis.

 

La asociación ha invitado a los cinco participantes que se sumaron a la campaña de boicot y cancelaron su presencia en el festival a que se incorporen de nuevo a la programación. 

Tras el anuncio de la cancelación, desde BDS han dado por finalizada la campaña, según han señalado a EFE.

Basado en un artículo de La Vanguardia

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