BYLIDAR GRAVÉ-LAZI / Pidieron a Matisyahu que denunciara públicamente a Israel y declarara su apoyo a un estado palestino.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El movimiento Boycot, Desinversión y Sanciones en España será juzgado en el tribunal por el boicot y hostigamiento del cantante judío estadounidense Matisyahu en el verano de 2015, dictaminó un tribunal español.

El Juzgado de Instrucción N ° 19 de Valencia ha admitido a trámite una denuncia penal contra nueve activistas del BDS por el Comité Jurídico contra la Discriminación, asociación de abogados defensores de los derechos humanos que lucha contra la discriminación y el antisemitismo en España.

En agosto de 2015, Matisyahu debía presentarse en el festival anual de reggae Rototom Sunsplash que tiene lugar en Benicassim, al norte de Valencia.

Tras la presión de los movimientos BDS de Valencia y Cataluña, los organizadores del festival dijeron que realizaron una campaña de “presión, coerción y amenazas” contra ellos, y pidieron a Matisyahu denunciar públicamente a Israel y declarar su apoyo a un estado palestino.

Matisyahu se negó, diciendo que era el único artista al que se le pedía declarar su posición política para cantar, y canceló su participación en el festival.

El asunto fue recogido por los medios de comunicación internacionales y provocó una ola de críticas contra el festival por parte de la prensa, el gobierno español y las organizaciones judías.

Como resultado, Matisyahu fue vuelto a invitar, y decidió participar tal como estaba programado en el festival, diciendo que “siempre creí en el poder de la música para unir a todas las personas, independientemente de la religión, la política o la geografía.

“Fue una decisión insoportable, ya que sentía que mi ser y mi esencia estaban siendo utilizados como empeño por conveniencia política. Es mi profunda convicción, sin embargo, que la aceptación y la capacidad de renacer nos permiten avanzar”, escribió en su página de Facebook de su experiencia.

El cantante se presentó desafiante en el concierto a miles de fans, aunque bajo una enorme seguridad y en una atmósfera de hostilidad orquestada por el movimiento BDS.

Si son hallados culpables, los nueve líderes del BDS, que enfrentan cargos de incitación al odio y la discriminación, podrían enfrentarse a la cárcel.

Según David Hatchwell, presidente de la Comunidad Judía de Madrid, “con este episodio deplorable, los BDS se quitaron su máscara: el objetivo de ese movimiento no es una solución de dos Estados ni la mejora de la vida de los palestinos. El verdadero objetivo es eliminar a los judíos y criminalizar la defensa de un Estado judío y su derecho a existir. El objetivo es negar a los judíos su propia democracia vibrante y diversa.

“El movimiento BDS, como todos los antisemitas, pretende condenar a los judíos al papel de víctimas indefensas que les fue reservado a través de la historia”, dijo en un comunicado.

“Los militantes del BDS están acostumbrados a librarse con sus metas racistas y métodos violentos”, dijo Hatchwell. “Nadie los hace responsables de acciones que, llevadas a cabo contra cualquier otra minoría étnica o religiosa, sería chocante y punible. Una sociedad civil que puede recurrir al imperio de la ley para protegerse de las intimidaciones y los abusos cobardes, tanto en las redes sociales como en el mundo real, demuestra su madurez”.

Hatchwell expresó su confianza en que “esta vez los instigadores violentos de estas campañas antisemitas sufrirán sanciones criminales por sus acciones”.

Tras la sentencia judicial, los activistas del BDS lanzaron una petición en línea llamada “Defender los Derechos Humanos”.

“Consideramos esto una flagrante violación de nuestra libertad de expresión y un intento de criminalizar y suprimir nuestro derecho democrático a defender los derechos humanos en el hogar e internacionalmente”, escribieron.

En su petición, continuaron vilipendiando a Matisyahu, diciendo que han sido acusados de cometer actos de “amenaza y coerción” y “crímenes de odio” por lo que calificaron de “pacífica campaña para convencer al Rototom Sunsplash Festival de cancelar la invitación de un artista basado en su historial de defensa de crímenes de guerra y violaciones flagrantes de los derechos humanos, incitación al odio racial, negación de la existencia del pueblo palestino y conexiones documentadas a grupos fundamentalistas extremistas y violentos.

“Consideramos que las falsas acusaciones contra nosotros forman parte de una campaña mucho más amplia y bien financiada dirigida por Israel y sus grupos de presión, para demonizar o criminalizar la campaña pacífica por los derechos humanos palestinos y en particular el Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones por la libertad, la justicia y la igualdad de los palestinos”, escribieron.

Los activistas se comprometieron a “exponer las mentiras lanzadas por el lobby de Israel y sus partidarios en el Estado español y movilizar nuestras redes de apoyo y solidaridad de base”.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico