AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Hay muchas palabras que quisiéramos decirles a nuestros padres, pero por algún motivo es muy difícil hacerlo. Hasta el día en que nos convertimos papás y mamás para nosotros es casi imposible entender qué clase de sacrificios hacen, hicieron y harán por nosotros, preocupándose a cada paso, y alegrándose por cada uno de nuestros triunfos.

Padres e hijos

Pienso en ustedes cada día: Incluso cuando estoy muy ocupado, igual pienso en ustedes. Mi alma siempre estará conectada a la suya.

Estoy orgulloso de ser su hijo/a: Aunque no haya tenido que pedirlo ni merecerlo, ustedes me criaron bajo su techo. Me dieron todo lo que estuvo en sus posibilidades para que yo creciera y me convirtiera en una persona de bien.

Valoro todo lo que han hecho por mí: Existe una infinidad de pequeñas pero importantes cosas que pasan desapercibidas y por las que no les he agradecido. Quiero que sepan que esa gratitud vive en mi corazón porque yo puedo imaginar qué sería de mi vida si ustedes no fueran parte de ella.

Los entiendo: Yo entiendo que no son ideales, y que ustedes son personas. Entiendo que todos pasamos por pruebas en la vida y nadie es inmune a ellas. Y aun así ustedes dos me regalaron la vida y han apoyado para que yo pueda soportar las pruebas de mi propia vida.

Los extraño mucho: Vivo lejos de ustedes, intento construir una carrera y formar mi propia familia. Pero aun estando lejos, los extraño mucho. Es cierto que debería estar más cerca a ustedes pero yo sé que siempre han querido que yo fuera tras de mis sueños para cumplirlos, así que lo intentare con todas mis fuerzas.

Gracias a ustedes, soy mejor cada día: No me he decepcionado a mi mismo ni a quienes me rodean. He podido convertirme en una persona fuerte. Gracias a ustedes, en mi alma arde el fuego de la compasión y el calor humano.

Los amo más de lo que puedo expresar con palabras: El amor se expresa mejor con acciones, y no tanto con palabras, pero en mi alma hay tanto amor por ustedes que si quisiera contarles de él, tardaría toda la eternidad.

Siempre tengo presente lo que tuvieron que negarse para tenerme feliz: Saber poner a los hijos en el primer lugar, sacrificando los intereses propios no es algo que puedan hacer todos. Pero ustedes lo hicieron con todas sus fuerzas, y sus decisiones estuvieron basadas no en el egoísmo, sino en lo mejor que hay en ustedes dos.

El miedo a perderlos me persigue: Sé que es necesario que yo acepte el hecho de que ustedes no estarán presentes siempre en mi vida, algún día me convertiré en una persona cuyos padres se han ido y eso me asusta mucho. Cuando ustedes no estén, tendré que seguir viviendo, pero sé que será difícil.

Lo siento mucho: Sé que he cometido muchos errores y esos errores me han dado la posibilidad de aprender. Pido perdón por mis faltas y por todo el daño que sin querer pude causar. Sé que en ocasiones me he comportado como un egoísta y malcriado.

Ustedes siempre serán mis mejores amigos: Es posible que no lo parezca, pero ustedes son los primeros en quienes pienso para compartir momentos especiales en mi vida.

Ustedes son mis más grandes héroes: Mis padres me han dado tantos buenos momentos que siempre los recordaré como mis héroes. Mis padres no sólo me han dado la vida, sino que han estado o estuvieron ahí en cada curva difícil, y en cada montaña empinada.

Mis hijos serán parte importante de su vida: Mis hijos no serán personas ajenas a ustedes. Ellos estarán felices de pasar tiempo en su compañía, porque sabrán de mi boca lo fantásticos que ustedes son.

Nunca podré decirles “adiós”: Siempre estarán aquí en mi corazón. Siempre guardaré con amor su recuerdo, porque incluso cuando ustedes ya no estén, estarán cerca de mí.

Fuente: Halajá Diaria.