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Es el primer plan político aprobado por la totalidad de los miembros del organismo, y fue calificado como “histórico”. El acuerdo prevee la creación de un gobierno de transición ante la emergencia humanitaria

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas respaldó el lunes un nuevo plan de paz en Siria, aprobado por unanimidad y votado por sus 15 miembros permanentes.

Se trata del primer plan político concerniente al conflicto sirio en el que se ponen de acuerdo todos los países miembros del Consejo, incluida Rusia, que en el pasado vetó otras resoluciones sobre Siria.

El embajador francés ante Naciones Unidas, Alexis Lamek, describió el acuerdo de “histórico”.

No obstante Venezuela, que tiene buenas relaciones con Siria, dijo que discrepaba con las partes del plan que piden una transición política para poner fin a la guerra, de cuatro años.

El representante de Caracas, Rafael Ramírez, dijo que el consejo está marcando “un precedente muy peligroso” al apoyar una transición que a su entender viola el derecho sirio a la autodeterminación. Venezuela participa en el Consejo como miembro no permanente desde enero del 2015 y no posee poder de veto.

La declaración de 16 puntos redactada por Francia fue objeto de negociaciones desde que el representante especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, presentó su nueva propuesta para las conversaciones de paz al consejo el mes pasado.

La iniciativa, que debería ponerse en marcha en septiembre, implantaría cuatro grupos de trabajo para abordar los temas de seguridad y protección, antiaterrorismo, asuntos políticos y legales y reconstrucción.

Además, el consejo pidió que todas las partes trabajen para poner fin a la guerra “lanzando un proceso liderado por Siria que lleve a una transición política que cumpla las aspiraciones legítimas del pueblo sirio”.

La transición incluye “el establecimiento de un cuerpo de gobierno de transición inclusivo con poderes ejecutivos plenos, formado sobre las bases del consenso mutuo y que garantice la continuidad de las instituciones gubernamentales”.

El consejo expresó una “alarma grave (porque) la crisis siria se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria en el mundo en la actualidad”, con al menos 250.000 muertos y 12 millones de desplazados.

La declaración fue adoptada un día después de que el gobierno sirio bombardeara una ciudad dominada por los rebeldes cerca de Damasco, matando a 96 personas en uno de los ataques más sangrientos del régimen desde que se inició la guerra, en 2011. Tuvo lugar en la misma zona y casi dos años después de un ataque con armas químicas que Occidente y la oposición atribuyen al régimen de Bashar al Asad.

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, juzgó “inaceptable para un gobierno matar a sus propios ciudadanos, cualesquiera sean las circunstancias”, según un comunicado.

“El bombardeo del gobierno ayer sobre Duma fue devastador, los ataques contra zonas civiles con el lanzamiento a ciegas de bombas aéreas, tales como las incendiarias, están prohibidos por el derecho internacional”, añadió.

Por su parte, el jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Stephen O’Brien, de visita en Damasco en el momento de los ataques, se mostró “horrorizado por la falta total de respeto que se muestra para con las vidas de los civiles en este conflicto”. El responsable, que realiza su primera visita a Siria, se manifestó “aterrado” por el balance de víctimas en Duma.

La guerra civil en el país comenzó con el estallido de los levantamientos identificados como Primavera Árabe en todo Medio Oriente, y enfrentó a numerosos grupos rebeldes con el gobierno de Bashar al Assad. Varios años de conflicto armado prepararon el terreno para el surgimiento y el fortalecimiento de grupo estremistas en varios territorios nacionales, entre ellos el Estado Islámico, que ha proclamado la existencia de un califato islámico.

Fuente: Infobae