SENADOR ROBERT MENÉNDEZ

El Presidente Obama y el Secretario de Estado John Kerry han indicado en repetidas ocasiones que la opción a este acuerdo es la guerra. Yo rechazo estas afirmaciones.

Si el G5 + 1 no hubiese logrado un acuerdo, ¿estaríamos en guerra con Irán? No lo creo. Todos aquellos que dicen que no han escuchado una mejor opción de los que se oponen al acuerdo están equivocados.

Los defensores del pacto afirman que un buen acuerdo que habría desmantelado elementos críticos de la infraestructura nuclear de Irán es inalcanzable – que los iraníes son negociadores difíciles – y que pese a nuestra masiva influencia económica y el peso de la comunidad internacional no habríamos conseguido más de 10 años de inspecciones y verificaciones a cambio de eliminar sanciones y revocar el estatus de paria de Irán. No lo creo.

Yo considero que aún es posible alcanzar un mejor acuerdo: podemos rechazar este pacto, sin rechazar todo el acuerdo.

Debemos orientar al gobierno a negociar nuevamente, autorizando la continuación de las conversaciones para el Plan de Acción Conjunto – que incluye 700 millones de dólares mensuales en beneficio de Irán con 10 mil millones acumulados hasta la fecha, la pausa a la reducción de compras de petróleo iraní y otras sanciones en conformidad con el plan original.

Incluso estoy dispuesto a considerar autorizar un pago inicial de buena voluntad para reanudar las negociaciones.

La continuación de las conversaciones permitiría asegurar las siguientes cuestiones críticas:

Inmediata ratificación del Protocolo Adicional por parte de Irán a fin de asegurar que tenemos un acuerdo internacional permanente para el acceso a sitios sospechosos.

Prohibición de la investigación y el desarrollo de centrifugadoras por el período del acuerdo para asegurar que Irán no adquiera capacidades nucleares inmediatamente después de su expiración, y cuando se eliminen las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Clausura de la planta de enriquecimiento de Fordo. El único propósito de Fordo era endurecer el programa nuclear de Irán para un ataque militar. Tenemos que cerrar esta planta obstaculizar la capacidad de Irán de utilizarla. Si la República Islámica no tiene nada que ocultar no deberían de tener la necesidad de esconderla bajo una montaña.

Resolución completa de las “posibles dimensiones militares” del programa nuclear de Irán. Necesitamos un acuerdo que no está encaminado a encubrir este tema. Teherán y el OIEA deben resolver el problema antes de que se eliminen las sanciones y en el caso de que Irán se rehúse a cooperar estas deben restablecerse automáticamente.

Extensión del acuerdo. Uno de los elementos más preocupantes del pacto son las restricciones al programa nuclear de Irán por un período de 10 a 15 con ¨rampas¨ de salida después de ocho años. Nos prometieron un acuerdo de larga duración y recibimos menos de la mitad de lo que estamos buscando. Irán tendrá que acatar los términos durante el tiempo que engañaron al mundo, así que por lo menos 20 años.

Necesitamos coordinar las sanciones que el G5 + 1 impondrá a Irán de manera colectiva en caso de que este país no respete los términos del pacto, así como una declaración clara en cuanto a la llamada cláusula de exención en el párrafo 37 del JCPOA, asegúrando que la postura de Estados Unidos de no proteger los contratos celebrados legalmente en caso del restablecimiento de sanciones es compartida por nuestros aliados.

Al mismo tiempo, debemos ampliar la autorización de la Ley de Sanciones contra Irán, que expira en 2016, para garantizar una opción eficaz de reversión; considerar la concesión de licencias de exportación estratégica del petróleo estadounidense a los países aliados que tienen dificultades abastecimiento porque el petróleo iraní permanece fuera del mercado; implementar las medidas de seguridad que ofrecemos a nuestros aliados en la Cumbre del Golfo celebrada en Camp David, mientras se garantiza la superioridad militar cualitativa de Israel.

El presidente debe afirmar inequívocamente, al tiempo que el Congreso aprueba formalmente, que Estados Unidos utilizará todos los medios necesarios para impedir que Irán llegue a producir el suficiente uranio enriquecido para una bomba atómica, así como evitar su fabricación o adquisición durante y después de cualquier acuerdo.

Ahora debemos autorizar los medios para que Israel pueda enfrentar la amenaza iraní por su cuenta en caso de que Teherán acelere su programa y contrarrestar las percepciones iraníes que nuestras amenazas sobre el uso de la fuerza no son factibles.

Y debemos dejar absolutamente claro que queremos un acuerdo, un pacto adecuado – y que un acuerdo que no hace más que retrasar lo inevitable no es el trato que haremos.

Traducción: Esti Peled

Fuente: New York Post

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