En una notable salida de décadas de “ambigüedad nuclear”, se permitió que el hombre declarado culpable de traición por filtrar detalles del arsenal nuclear de Israel advierta sobre el “peligro” que supone el “polvo de barril de Dimona”.
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO –En una notable salida de décadas de secretismo nuclear, censores militares de Israel permiten al espía nuclear Mordejai Vanunu dar una larga entrevista en primetime de la televisión israelí la noche del viernes, en un movimiento que llevó a Israel más cerca que nunca de reconocer la existencia de su arsenal nuclear.
La entrevista en el Canal 2 de noticias de Israel ofreció varias fascinantes revelaciones y anécdotas, pero el aspecto más impresionante, con mucho, fue que Vanunu – al que se impidió dar entrevistas en las condiciones de su libertad a partir de los 18 años de cárcel por traición en 2004 – fue autorizado a hablar libremente, con total permiso de los estamentos de seguridad de Israel, acerca de lo que su entrevistador denomina su exposición de “uno de los mayores secretos de Israel”.
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Técnico entre 1976-85 en las instalaciones nucleares de Israel en Dimona, Vanunu reveló una abrumadora evidencia del programa nuclear de Israel al Sunday Times de Gran Bretaña en 1986, incluidas docenas de fotografías, permitiendo a los expertos nucleares concluir que Israel había producido al menos 100 ojivas nucleares.
A día de hoy, Israel nunca ha reconocido tener un arsenal nuclear, manteniendo una política de “ambigüedad nuclear”, mientras promete que no será el primero en utilizar armas nucleares en Oriente Medio.
El momento de la entrevista el viernes pareció particularmente revelador, como interiorizando que los esfuerzos de cabildeo de Israel no han logrado impedir que el Congreso apruebe el acuerdo nuclear de las potencias mundiales con Irán, al que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha llamado “error histórico”. Netanyahu ha prometido en repetidas ocasiones que actuaría solo si fuera necesario para asegurar que Irán no obtenga armas nucleares. Hace dos semanas, el censor militar permitió la emisión en televisión de conversaciones grabadas en las que el ex ministro de Defensa, Ehud Barak describe al menos tres ocasiones en 2010, 2011 y 2012, en las que Israel aparentemente estuvo próximo a atacar las instalaciones nucleares de Irán.
Vanunu, hoy con 60 años, fue entrevistado en el apartamento de un amigo en Tel Aviv. Describe un proceso gradual por el cual decidió, durante sus años de trabajo en Dimona, que tenía la obligación de revelar “a los ciudadanos de Israel, Medio Oriente y el mundo” la naturaleza de lo que llamó “el barril de pólvora” de Dimona” – las cantidades, los números, los tipos”.
“Yo vi lo que estaban produciendo y su importancia”, dijo, llamando al programa nuclear de Israel “un fracaso” que había “expuesto” – en aparente crítica a toda la estrategia nuclear de Israel.
Dijo llevar “una cámara ordinaria, una Pentax” a las instalaciones donde había estado trabajando durante nueve años, poco después de enterarse de que sería despedido, y disparar dos rollos de película – cerca de 58 fotografías. No era sospechoso porque era una figura familiar, y habitualmente llevaba una mochila con sus libros de texto universitarios a las instalaciones.
Posteriormente conservó la película durante meses, la llevó a Tailandia, Nepal y Australia antes de finalmente conseguir revelarla en Sydney. “Asumí el riesgo de que la película se estropearía”, dijo.
Negó haber revelado el programa nuclear como venganza por la pérdida de su empleo, y también que cobrara dinero de The Sunday Times u otros por sus revelaciones. Su abogado, Avigdor Feldman, dijo que trabaja para él voluntariamente.
Vanunu describió cómo lo llevaron de Londres a Roma y fue arrestado – cayó en una trampa de una agente del Mossad (Cheryl Bentov) a la que conoció como Cindy. “Cualquier hombre habría caído” en la trampa, dijo al entrevistador Danny Kushmaro, “incluido tú”.
Afirmó haber sido él quien atrajo a Cindy, no a la inversa, cuando cruzaban una calle de Londres, y nunca sospechó que fuera una agente hasta que despertó a los tres días drogado en un barco con destino a Israel. Ella había sugerido viajar a Italia, donde el Mossad allanó su apartamento y lo mantuvo encadenado a una cama durante siete días, dijo. Incluso en Italia pensó que Cindy “también era una víctima”.
Cuando le preguntaron si se había enamorado de ella, dijo: “Sí, no, no me enamoré de ella. Dije que podría surgir una relación”.
Dijo que su castigo – con 11 de sus 18 años en la cárcel aislado – había sido radicalmente injusto. Pagó el precio, dijo, de destruir la reputación global del servicio nacional de inteligencia Shin Bet exponiendo el secreto nuclear. “Fui contra el Shin Bet, el Mossad, el ejército”, dijo.
Dijo que “no era un espía extranjero”, sino más bien alguien que actuó como lo hizo “porque pensé que el pueblo tenía derecho a saber … Yo, Mordechai Vanunu, asumí la responsabilidad de informar a los ciudadanos sobre el peligro nuclear … Dimona es muy peligroso”, dijo.
Ese papel concluyó el día que el Sunday Times publicó la historia, dijo. “Ya he acabado con esta historia. No tengo más secretos”.
Por lo tanto, rogó que le permitieran salir de Israel y vivir en el extranjero con su nueva esposa noruega. (Se casó con la profesora Cristina Joachimsen en una ceremonia de la iglesia en Jerusalén en mayo). Dijo que había solicitado la anulación de su ciudadanía, que ya no se sentía israelí, señaló que se había convertido al cristianismo, y preguntó: “¿Por qué me retienen aquí?”
Se mostró dispuesto a comprometerse a no dar entrevistas si le permitían salir de Israel, pero luego pareció dar marcha atrás. (Ha dado varias entrevistas a la prensa extranjera en los últimos años, en violación de sus disposiciones de liberación).
Israel le ha negado en repetidas ocasiones el permiso para salir del país, en parte debido a que supuestamente sigue constituyendo una amenaza a la seguridad, y pronto habrá una nueva audiencia al respecto en el Alto Tribunal. (En 2007, Vanunu fue encarcelado por un período adicional de seis meses por violar sus disposiciones de liberación cuando se lo encontró viajando hacia la ciudad palestina de Belén, lejos de su casa en Jerusalem).
Vanunu también afirmó haber sido castigado más severamente porque ser de origen marroquí pobre en vez de un europeo más privilegiado. Pero en resumidas cuentas, declaró, “Se debería cerrar el archivo Vanunu”.
Fuente: The Times of Israel
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