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Es incorrecto ver al ISIS como un serio desafío estratégico independiente.

 

EFRAIM INBAR

El ISIS, grupo islámico radical, ha matado a miles de personas desde que declaró un califato islámico en junio del 2014, con la ciudad de Raqqa como su capital de facto. Atrajo tremenda atención internacional al conquistar rápidamente grandes porciones de tierra y al publicar imágenes espantosas de decapitaciones y otros medios de ejecuciones. En Israel está aumentando la preocupación a medida que el ISIS se acerca a sus fronteras.

Muchos análisis de la amenaza que presenta el ISIS para Israel parecen ser innecesariamente alarmistas. El ISIS es exitoso principalmente donde hay un vacío político. Aún cuando las ofensivas en Siria e Irak mostraron las capacidades tácticas del ISIS, estuvieron dirigidas contra estados fallidos con ejércitos debilitados. Siempre que el ISIS ha encontrado oposición bien organizada por parte de entidades no estatales, tal como la presentada por las milicias kurdas, la actuación del grupo ha sido menos convincente.

El ataque contra un poblado egipcio en la Península del Sinai por parte de la rama local del ISIS con varios cientos de combatientes no es una excepción para esta evaluación. El ISIS ha mostrado capacidad táctica en emplear grandes cantidades de milicianos en un área donde, durante muchos años, el ejército egipcio ha encontrado problemas en aplicar la soberanía estatal.

Sin embargo, el ejército egipcio finalmente tuvo éxito en repeler el ataque y en matar a cientos de atacantes. Un régimen egipcio con determinación montó un buen combate contra los terroristas en el Sinaí. A pesar del hecho de que el ejército egipcio no está bien entrenado en situaciones presentadas por grupos como el ISIS, y a pesar de la preocupación del ejército con la región del delta (la amenaza en Sinaí es considerada periférica), es probable que el ejército egipcio todavía tenga éxito en contener el desafío del ISIS.

Debe reconocerse la diferencia entre un ejército real y las fuerzas que ha encontrado el ISIS en Siria e Irak. En general, los actores no estatales son menos peligrosos que los estados. Sólo los estados pueden desarrollar armas nucleares. Los actores no estatales generalmente no poseen aviones, artillería pesada y tanques que pueden causar gran daño. Dado que son satélites iraníes, Hezbolá y Hamás no son la excepción a esta regla porque han sido dotados con capacidades destructivas, tales como misiles, por parte de un estado. Además, han asegurado control casi exclusivo sobre una parte de territorio.

De igual manera, el éxito del ISIS es en parte resultado del rol desempeñado por Turquía. Ankara permite que los voluntarios extranjeros acudan en manada a los campamentos de entrenamiento del ISIS en Irak. La misma ruta turca es utilizada por los expertos extranjeros que operan la infraestructura petrolera capturada por el ISIS.

Es territorio turco el que es utilizado para reabastecer al ISIS y tratar a sus heridos. Es dinero de los estados del Golfo el que subsidia las actividades del ISIS. Inclusive el reciente acuerdo formal turco para unirse a la coalición contra el ISIS no cambia mucho,  ya que los objetivos primordiales de Ankara son los kurdos y la evidencia muestra que el ISIS todavía recibe apoyo turco limitado.

Esto significa que es errado ver al ISIS presentando un serio desafío estratégico independiente. Es cierto que el ISIS ha encendido una pasión inmensa entre muchos musulmanes jóvenes y frustrados en todo el mundo y la idea del Califato tiene un gran atractivo entre los fieles, pero la pregunta relevante es: ¿Qué puede hacer el ISIS sin apoyo exterior? El ISIS por su propia cuenta es capaz sólo de daño limitado. La magnitud de la amenaza ha sido exagerada enormemente, aunque los estados que lo ayudan tienen que ser tratados adecuadamente.

El gobierno estadounidense tiene buenas razones para inflar la amenaza del ISIS. Está usando esta amenaza para legitimar a Irán como un actor ‘responsable’ (que combatirá, supuestamente, al ISIS) en los asuntos meso-orientales. Esto ha sido parte de la fundamentación lógica del gobierno de Obama para su acuerdo nuclear con Irán.

El ISIS podría finalmente labrarse una zona de control junto a las fronteras de Israel, especialmente en el Golán, donde se está desintegrando el estado sirio. En un análisis de la peor situación, Siria podría todavía convertirse en otro ‘Hamastán.’ Pero es importante destacar que Israel ha tenido éxito en contener a Hamás en Gaza. Inclusive se ha abstenido de una respuesta más muscular a Hamás sólo porque tiene un interés en perpetuar la división entre Hamás en Gaza y la AP en la Margen Occidental. Tal restricción no se aplicaría a una entidad futura del ISIS. De hecho, debido a un apoyo menos global por el ISIS que por los gazatíes, la libertad de acción de Israel contra el ISIS es obviamente mucho mayor.

Jordania, un importante estado neutral y socio estratégico de Israel, también tiene la capacidad militar de resistir una acometida del ISIS. Sus servicios de seguridad pueden probablemente manejar también por el momento la amenaza islámica radical interna.

Son ridículas las sugerencias que el ISIS puede constituir una amenaza más grande para Israel que para Irán.  El ejército israelí y la milicia del ISIS están en diferentes ligas. En tanto el ISIS se comporte en una forma bestial muy poco convencional, muchos en el mundo estarán contentos de ver a Israel haciendo el trabajo sucio en su nombre, lidiando con el ISIS golpe tras golpe, si surge la oportunidad y necesidad.

*Efraim Inbar, profesor de estudios políticos en la Universidad Bar-Ilan, es director del Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos. También es un becario Shillman/Ginzburg en el Foro de Medio Oriente. Este otoño, es el Profesor Visitante del Instituto Israel en la Universidad de Boston.

 

Fuente: The Jerusalem Post-

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México