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Este verano hemos asistido a una auténtica ‘wedding fever’, protagonizada por los futbolistas. Todos los trajes han sido creaciones de diseñadores españoles, excepto uno: el que lució Patrizia Ruiz, mujer del portero del atlético de Madrid Miguel Ángel Moyá, firmado por Galia LahavDivibodas viaja hasta Tel Aviv para visitar el taller de la diseñadora nupcial más afamada de Israel, cuyas creaciones oscilan entre los 8.000 y 15.000 euros y han lucido desde la ex pareja de Lewis Hamilton, Nicole Scherzy, a las sensuales Carrie Underwood, Marta Sánchez, Taraji P. Henson y Michelle Koegan. Descubre cómo se realiza la alta costura.

OLGA MARTÍNEZ

Con un estilo muy marcado, donde impera la sensualidad de sus cortes, la exuberancia de sus escotes y la riqueza de sus encales y pedrería, Galia Lahav ha conquistado a las novias de medio mundo, muchas de ellas famosas.

La directora creativa de la firma,  Galia Lahav, es de origen ruso. Nació en una familia de costureras, inculcándole la pasión por la alta costura y los diseños únicos. Después de 30 años al frente de su firma, ha sabido crear todo un imperio y sus trajes se pueden encontrar en 18 países diferentes a lo largo del mundo.

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Entre sus filas se encuentran los propios hijos de Galia y el diseñador Sharon Sever, quien cursó sus estudios de moda en París y se formó en los mejores atelieres de la ‘Ciudad de la Luz’: Christian Lacroix, Pierre Balmain, Carven, Alaia, Balenciaga… incluso conoció de primera mano la moda nupcial española a través de Model Novias.

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El domingo (día laborable en Israel), acudimos puntualmente al impresionante flagship de la firma, situado en una de las calles más céntricas de la capital israelí. La propia Galia es quien atiende personalmente a sus exclusivas novias, que acuden bajo cita previa a conocer y probarse la nueva colección.

De la mano de Aidan, hijo de Galia y responsable de la expansión internacional de la firma,entramos en el corazón del taller. En la tercera planta, la más alta, se lleva a cabo todo el proceso de diseño, adecuando sus creaciones a los rasgos y fisonomía de la mujer de cada país. Recién acabado, fotografiamos este diseño para una novia de origen asiático.

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En esta planta también se lleva a cabo el cortado de cada uno de los tejidos, en función de las medidas de cada novia. A continuación las telas de la base y forros pasan a las modistas que se encuentran en la segunda planta donde se casen y sobre todo se dan forma sobre el maniquí. Según comenta Sharon Sever, ”es la mejor manera de representar fielmente la figura de la mujer”.

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Una vez que la base del vestido está realizada, pasa a la planta inferior del taller donde las modistas realizan completamente a mano el resto de los detalles del escote y sus famosas espaldas, tan imitadas por otros diseñadores.
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Primero se recorta cada motivo del encaje, con las pequeñas piezas se van colocando sobre el busto como si de un puzzle se tratara, para realzar la zona del pecho y finalmente ser cosidas una a una.
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En cuanto a las espaldas, el procedimiento varía ligeramente, al colocarse sobre una fina malla, encargada de crear el efecto tatuaje, son pegadas los detalles de encaje (previamente cortados) con cola siguiendo la línea del diseño, “para evitar rasgar el tejido”, explica una experta modista del equipo de Galia Lahav.
En todo el laborioso proceso de elaboración se emplean más de cuatro meses en cada vestido.La riqueza de sus materiales, la numerosa mano de obra y los espectaculares diseños justifican su alto coste.
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Fuente:divinity.es