Tzvi Hirsch Meislish, un sobreviviente del Holocausto que finalmente llegó a Chicago, donde se convirtió en un importante rabino, relata la historia del toque del shofar en Auschwitz.

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En Rosh Hashaná, un grupo de chicos religiosos que estaban a punto de ser incinerados en Auschwitz, pidieron al rabino Meislish, conocido por haber introducido un shofar al campo de exterminio, cumplir con la mitvá del shofar y tocarlo cien veces al lado sus barracas.

El rabino no sabía qué hacer. Si accedía, probablemente sería capturado y condenado a muerte. Su propio hijo le pedía que no tocara el shofar por temor a quedar huérfano, explicando que no había necesidad de poner su vida en peligro a fin de cumplir con la mitzvá.

Finalmente, Meislish decidió tocar el shofar, pensando que pese a que su hijo estaba en lo cierto, él prefería morir por realizar una mitzvá que ser arrojado a la cámara de gas al azar. Así, el rabino tomó el shofar en sus manos y se dirigió a las barracas de los chicos.

Justo cuando estaba a punto de cumplir con su petición, los jóvenes le solicitaron un sermón inspirador.

A pocos minutos de su muerte, los chicos querían sentir el Rosh Hashaná y escuchar el shofar.

El rabino Meislish accedió. Comenzó citando el verso en el libro de los Salmos sobre Rosh Hashaná: “Tocad el shofar en la luna nueva, en el tiempo señalado, en el día de nuestra fiesta” [Salmos 81: 4]. Por supuesto, “en el tiempo señalado” se refiere a la luna oculta en Rosh Hashaná, ya que el día santo tiene lugar el primer día del mes lunar, cuando la luna llena no puede ser vista. El rabino Meislish interpreta el verso refiriéndose a su propia situación, ya que parecía que Dos mismo se escondía de ellos y dijo a los chicos conservar su fe.

Posteriormente tocó el shofar. Reconoceremos todos el gran sacrificio personal que hace el rabino al tocar el shofar para nosotros. Que gracias al mérito de esta mitzvá,el rabino pueda salvarse y vivir una vida larga, sana y buena,”  expresó uno de los jóvenes y todos finalizaron con un unánime Amén. Y como ustedes saben, el rabino Meislish sobrevivió y llegó a Chicago.

El rabino relató la historia para mostrar que los jóvenes judíos en Auschwitz cumplían con las mitzvot en general y la del shofar en particular.

A D-os gracias, actualmente no tenemos que arriesgasgar nuestras vidas para escuchar el sonido del shofar.

Fuente:United with Israel/Rabino Ari Enkin

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