La votación de esta semana fue un voto de desprecio a B’Tselem por “actuar durante años contra Israel y los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel bajo la máscara de los derechos humanos”. El público israelí ha demostrado que cuando se le da la opción de actuar de una manera democrática – lo hace con todas sus fuerzas.

Voluntario de B'Tselem filmando una protesta de los palestinos contra los asentamientos. B'Tselem les ha repartido unas 100 cámarasen los últimos años como parte de un proyecto llamado Devolviendo el disoaro. con el que intentan documentar abusos de derechos en la Ribera Occidental que llaman Cisjordania. Las protestas son mayoritariamente provocadas para crear noticias y difundirlas por los medios. con el fin de desprestigiar a Israel y el ejército. (Foto: Oren Ziv/ Activestills.org)
Voluntario de B’Tselem filmando una protesta palestina contra los asentamientos. B’Tselem les ha repartido unas 100 cámaras en los últimos años como parte de un proyecto llamado Devolviendo el disparo con el que intentan documentar abusos de derechos en la Ribera Occidental que llaman Cisjordania. Las protestas son mayoritariamente provocadas para crear noticias y difundirlas por los medios con el fin de desprestigiar a Israel y el ejército. (Foto: Oren Ziv/ Activestills.org)

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Hace una semana, la organización publicó un post de “B’Tselem” en  su página de Facebook y pidió apoyo público, bajo el arrogante título “¿Financiamiento exterior de los Países Bajos para poner fin a la ocupación? Por supuesto“. En el centro de la tormenta de Internet destaca el Premio “Tulipán” por el premio de derechos humanos del gobierno holandés por la cantidad de 100 mil euros, por el que competía la organización “B’Tselem”, junto a otras 29 organizaciones. 

La campaña contra B’Tselem: “Nosotros ya tuvimos nuestra recompensa” // Hagai El-Ad (CEO de B’Tselem

El primer día del concurso “B’Tselem” tenía alrededor del 34 por ciento de los votos, y apareció a la cabeza de la lista de los competidores. La movilización de grandes masas de Israel bajó a la organización del trío de finalistas quedando solo con el 9 por ciento de los votos. “La ocupación está tratando de cavar el suelo debajo de nosotros”, se quejó la organización en el apogeo de la campaña, en una publicación que, por supuesto, sólo estaba en inglés, porque saben qué cuerdas tienen que tocar. B’Tselem “llamó a sus amigos a votar en hebreo, en inglés y en árabe, y reclutaron al “Nuevo Fondo Israel” (HaKeren HaJadashá LeIsrael) a su favor – pero el público  israelí votó con las manos.  

 

La lucha para poner fin a la ocupación

Entre los 30 nominados se encuentran organizaciones de Irán, Birmania, Afganistán y otros países que no son exactamente un faro para los derechos humanos. Algunos de los jefes de las organizaciones están en la cárcel como presos políticos o en el exilio de su tierra, y están en constante temor del poder en sus países. Contra ellos competía la organización “B’Tselem” cuyos líderes están profundamente arraigados en puestos en el mundo académico, la política y la cultura en todo el mundo y en el sistema jurídico israelí. La organización tiene consideración oficial de servicio nacional que es financiado por el estado y los líderes del grupo disponen de una tribuna fija y son respetados en los medios de comunicación israelíes. Ninguno de ellos se esconde por temor a su gobierno ni escapa del país, lo cual es bueno. A diferencia de los otros países que figuran en la lista de organizaciones, Israel es una democracia verdadera y pluralista. 

Las leyes de competencia permiten que el Ministro de Asuntos Exteriores de Holanda seleccione tres organizaciones, además de la elección del público. B’Tselem terminó votada en cuarto lugar. Aunque al final reciban el premio de esta semana, el público israelí ha demostrado que sabe luchar por su honor. Para “B’Tselem” el monto del premio es relativamente insignificante – los últimos tres años la organización recibió  más de 18 millones de shekels de gobiernos extranjeros, directa o indirectamente, además de otras donaciones de particulares.

La prueba de que Europa está provocando aquí el conflicto árabe-israelí por muchos años no es nueva. Lo que es nuevo es que el público israelí se atrevió a hablar y contra los fondos de gobiernos extranjeros e hipócritas de Europa y en contra de las mismas organizaciones que se autodefinen como organizaciones de los derechos israelíes

La votación de esta semana fue un voto de desacato a B’Tselem que “trabaja desde hace años contra Israel y los soldados de las FDI bajo la máscara de los derechos humanos. Fue un voto de desprecio contra una organización que se niega a definir a Hamas como organización terrorista, pero acusó al ejército israelí de crímenes de guerra. Un voto de desprecio contra una organización que desempeña un papel serio en la campaña para deslegitimar a Israel, ya sea con o sin intención. La votación ha demostrado que B’Tselem “no sólo no representa a la opinión pública israelí, sino que el público se aparta de la organización, y cuando se le da la posibilidad de actuar de manera democrática – lo hace con todas sus fuerzas.

Si un extraño se hubiera encontrado en esta situación esta semana podría haberse asombrado, no habría entendido la profundidad del desacuerdo, el enfado y la ofensa del público israelí frente a B’Tselem“. En el corazón de la votación esta semana es el amor propio. Esta semana el público israelí votó por el dinero y no para el dinero, votó por su honor como nación y el de los soldados. Esta semana, por unos momentos, el odio a Israel perdió, el amor a Israel ganó. 

 

Fuente: NRG.co.il / Sara Hatezni Cohen

Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México 

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