Físico de primera, uno de los fundadores de la física nuclear, muere sin que su nombre sea conocido como merecía. Sin embargo, es un hombre excepcional que acaba de dispararnos su reverencia.
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – J. Harry (Zvi) Lipkin nació en Nueva York en 1921.
Graduado de Cornell en ingeniería eléctrica, obtuvo un doctorado en física en la Universidad de Princeton.
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Decide hacer su “aliá” y se convierte (casi de forma natural) en uno de los fundadores del departamento de física nuclear en el Instituto Weizmann.
En 1960, fue nombrado jefe interino del departamento y consultor miembro de la Comisión de Energía Atómica de Israel.
Profesor visitante en todos los eventos, universidades e instituciones a la vanguardia de la investigación en el campo de la física nuclear, Zvi Lipkin creó un modelo denominado “modelo Lipkin” y publicó alrededor de 500 artículos sobre física nuclear, física de la materia condensada, la teoría del efecto Mössbauer y física de las partículas elementales, los quarks, etc.
Miembro de la Academia Israelí de Ciencias Sociales, ha ganado varios premios prestigiosos, entre ellos la Medalla de Wigner, el premio Weizmann, y el premio “Emet” que le concedieron como “uno de los padres en la búsqueda la física nuclear en Israel por su investigación pionera en la investigación de las interacciones entre la radiación y la materia en la física de partículas elementales, por su contribución al progreso científico, la educación en Israel, por su contribución a la creación de centros de investigación nuclear y por su contribución a la sociedad israelí en la lucha por los judíos soviéticos”.
De hecho, Lipkin, se halla en 1950, como uno de los fundadores de Dimona, asesor de Shimon Peres (entonces director general del Ministerio de Defensa) y activo defensor de los “insumisos”, muchos de los mejores científicos del mundo, a menudo premios Nobel.
¿Entonces por qué el relativo anonimato?
Porque este investigador, perdón, este “buscador” de genio es la fuente de innovación que oficialmente nunca existió, que no existe porque no ha recibido la aprobación de los países signatarios en 1970 del Tratado que dice “la no proliferación de armas nucleares (TNP).
Porque Dimona, fue construido “a escondidas”.
Porque Dimona oficialmente no existe como tal.
Aún así!
Un pequeño recordatorio de los hechos y, en particular, la última operación realizada en 1956 para finalizar el proyecto como relata Pierre Péan en su libro Las dos bombas publicado por Ediciones Fayard en 1982:
“A partir de planos proporcionados por CEA (Comisionado de la Energía Atómica, la agencia francesa que ha cooperado de punta a punta en la construcción de Dimona), ellos (los israelíes) están estudiando un proyecto de reactor de investigación no-plutogénico, que no utilice agua pesada, pero que sea coherente con el reactor real.
Y crean, a partir de este proyecto un efecto óptico, una decoración interior del reactor.
El punto culminante de esta operación es una sala de control falsa de 80 m2 donde los estadounidenses vienen a trabajar. Los instrumentos están conectados a un simulador capaz de reproducir todos los fenómenos físicos que ocurren en una búsqueda de células en energía cero. Detrás del simulador, pero bien oculto, hay instalados una serie de cálculos que se almacenan como modelos matemáticos de todos los parámetros que caracterizan el funcionamiento del plutonio-pila no experimental que los expertos estadounidenses deben volver a marcar a partir de sus cálculos. Estas calculadoras obviamente han digerido todas las leyes mecánicas, eléctricas, termodinámicas y de neutrones que rigen el funcionamiento de la falsa central de Dimona. Durante la duración de la simulación, varios ingenieros estarán en una habitación oculta supervisando el ejercicio … “.
La mejor parte es que funciona! Los estadounidenses, cálidamente recibidos, nos trataron magníficamente, vieron sólo el fuego. Pasan una semana en Dimona, tomando cantidades de notas, y dejan la confianza de que inspeccionaron un inocente reactor de investigación”.
“Esta es de hecho una formidable máquina para la fabricación de plutonio. Al menos una docena de kilos por año, suficiente para fabricar una bomba más potente que la de Hiroshima.
Pero este plutonio, hay que extraerlo del combustible gastado, es decir, separar el uranio en el que se formó. Operación compleja y, además, peligrosa, puesto que lo que sale de un reactor es altamente radiactivo. Esta separación sólo se puede lograr en una instalación muy especializada y gracias a técnicas altamente desarrolladas. Sigue siendo Francia la que ayudará a los israelíes a construir su planta de extracción de plutonio y les informará sobre el método a seguir. La planta, se cree, entró en funcionamiento en 1965 y, al año siguiente, los israelíes lograron hacer su primera bomba.
Fuente: https://atomicsarchives.chez.com/donne_bombe.html
Gracias, señor LIPKIN.
En un mundo que no reconoce más que la fuerza y a pesar de un antisionismo vociferado por tantos países, Israel, si está en posesión de la bomba atómica, lo que no está probado oficialmente, la consiguió gracias a usted, como una gran potencia, la única democracia en la región.
Fuente: Bely / Europe-Israël
Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México
https://www.europe-israel.org/2015/09/zvi-lipkin-pere-de-dimona-disparait-a-lage-de-94-ans-par-bely/
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