El pasado 17 de septiembre, en una actividad que unía tradición y diversión, niñas del Colegio Maguén David (desde Kínder hasta adolescentes) invitaron a sus madres a sus salones de clase para elaborar Jalá (pan trenzado judío).
ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- Es así cómo más de trecientas participantes, madres e hijas, unidas en la fe, recitaron las bendiciones anteriores al trenzado de la jalá. La Hafrashá ( separar la masa) se hace desprendiendo un pedazo de la misma, la cual se envuelve en papel aluminio y se quema. Este pedazo de masa representa el diezmo que se daba, en la época del Templo, a los Cohanim (sacerdotes).
Se pronunciaron las bendiciones correspondientes a los frutos de la tierra, los frutos del árbol, los alimentos preparados (mezonot) y el vino.
La maestra Nitza Abadí expresó: “Una de las más importantes mitzvot (mandamientos) que debe cumplir una mujer judía es separar la jalá, es una forma de conectarnos con D-os. La voz de nuestras mujeres recitando, juntas, todas las berajot (bendiciones) es uno de los sonidos más fuertes que escucha D-os en las alturas.
Las familias del Colegio Maguén David disfrutaron en casa este pan, hecho con amor.