domingo 05 de mayo de 2024
Poster que pide la liberación de Roni Eshel en una Hafrashat Jalá

Iris organiza una Hafrashat Jalá para salvar de Hamás a Roni. Lo que no sabía.

Después de ver un video en el cual una madre de una joven secuestrada realizaba el ritual de Hafrashat Jalá (elaboración y bendición de la Jalá o pan trenzado judío) -y recuperaba a su hija gracias a un operativo israelí- muchas mujeres judías decidieron adoptar dicho ritual y pedir por la liberación de los rehenes de Gaza.

 

Entre ellos, Iris A. quien reside en México. Iris decidió unir los ruegos a D-os de varias mujeres, celebrando la antigua ceremonia del pan, para la salvación, entre otras, de una joven soldado presuntamente secuestrada por los terroristas de Hamás: Roni Eshel, sobrina de un amigo israelí de Iris, el fotógrafo Nir Dor.

La recepción y ritual serían en su casa.

La ceremonia de Hafrashat Jalá consiste en elaborar el pan, separar un pedazo del mismo y quemarlo, en recuerdo de los sacrificios del Templo, y decir las bendiciones tradicionales que mujeres judías han pronunciado desde tiempos inmemoriales.

Iris preparó cuidadosamente todos los detalles de la recepció. Invitó a amigas y conocidas, organizó el desayuno que sería en viernes, pues así todas las presentes podrían llevar el pan a casa para la cena de Shabat.

Imprimió carteles con fotos de los secuestrados, con los cuales empapeló las paredes de su casa.

Y principalmente, se entregó a la plegaria. Pidió que, por este acto de fe, la Hafrashat Jalá, D-os tuviera compasión de una joven de 20 años presa en los calabozos de Hamás, y que formara a su alrededor una burbuja de protección. Y que por caminos insondables, por Su  misericordia, Roni volviera finalmente a casa.

Todo estaba listo para el viernes 10 de noviembre.

El jueves 9, en Israel, tocaron a la puerta de los padres de Roni, dándoles a conocer que el cadáver de la soldado había sido identificado.

Roni había sido asesinada el mismo fatídico 7 de octubre. La razón por la cual se habían tardado 33 días en identificarla los servicios forenses era porque de ella no habían quedado más que cenizas, porque los monstruos la habían quemado (¿viva? ¿muerta?) y que se necesitaron pruebas de ADN para comprobar su fallecimiento.

Así, Roni fue eliminada de la lista de secuestrados y trasladada a la de asesinados.

La terrible espera de sus familiares, un péndulo que oscilaba entre el terror y la esperanza, terminó con esta noticia.

Inició el luto por Roni Bat Sharon.

Terminó la esperanza para Iris, quien no sabía bien qué decir al recibir a las mujeres que llegaban a su casa. Terminó dedicando la Hafrashat Jalá, entre lágrimas, a la memoria de Roni, mientras que decenas de secuestrados miraban, desde los carteles, a las mujeres piadosas de México que habían venido a rogar a D-os por su liberación.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

 

 

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