Éste es el mensaje de Leonel Levy,  Rabino de Bet El, para la festividad de Sucot 2015.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO- Primero,  quiero desear a todos  Shaná Tová, y Jatimá Tová. Acabamos de finalizar Yom Kipur, el dia del perdón.

Y luego luego después de  Kipur, hoy en la mañana ya estamos clavando y armando nuestra sucá ( tienda, singular de Sucot, Fiesta de los Tabernáculos), mostrando nuestra dedicación a la Torá y a las mitzvot, y entendiendo que la tradición nos propone algo muy hermoso. Ayer nos sentíamos como ángeles, estábamos rezando, estábamos de blanco; sin comer, sin beber. Sentiamos que nos podíamos alejar de nuestras necesidades materiales, de nuestras necesidades físicas. Y llega Sucot -y nos conecta de vuelta con la tierra. Como que nos bajan al piso, a lo real, a lo concreto, a lo cotidiano.

Y de eso se trata la vida. La vida no es un solo dia de espiritualidad como Yom Kipur, la vida es llevar la espiritualidad, pero llevarla todos los días. De eso trata Sucot, de agradecer por la naturaleza, por la tierra, de pedir por la bendición de las lluvias. De tomar los frutos y agitarlos en las 4 direcciones, en los 4 puntos cardinales, para que en todos los lugares, haya bendición.

Sucot nos recuerda que cada uno de nosotros es un pasajero en el viaje de la vida. Es una fiesta hermosa, de alegría y una fiesta donde nos damos cuenta que la alegría, la felicidad no es poseer en el mundo material. La felicidad es compartir, abrir la puerta de tu casa y que sea endeble como una suca, para estar con los que amas, y con aquellos que te aman.

Shemini Hatzeret es una fiesta en sí misma, es visto como el octavo dia de Sucot. Es un momento muy especial donde pedimos por las lluvias que es el símbolo de la abundancia. Shemini Hatzeret nos permite mirar hacia atrás y ver que ocurrió durante los días de Sucot. Si durante estos días abrimos las puertas de nuestra Sucá, el lugar que queda abierto para que lleguen los Ushpizim. Shmini Hatzeret es el momento donde nos damos cuenta que nuestra vida es una Sucá.

Nuestra vida a veces es vulnerable, es frágil, pero cuando tenemos fe, nos tomamos tiempo y miramos las estrellas en el cielo. Y de eso se trata ese dia. El octavo día de Sucot, una fiesta en sí misma,  es una convocatoria a detener el tiempo. A mirar por el Sjaj (techo de ramas y hojas) donde se nos permite ver las estrellas, y darnos cuenta que nosotros somos parte de un Universo. Que podamos agradecer por la bendición de la naturaleza, y que podamos contemplar la naturaleza, sin prisas. Sino detenernos y agradecer por este mundo tan maravilloso.

¡Jag Sameaj!

#Sucot