New York-2015

 

NEDDA G. DE ANHALT EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Parte V

El miércoles 7 de octubre, en el Teatro Walter Reade, listos para ver Brooklyn nos enteramos, con pesar, de la muerte de la directora, guionista y actriz belga Chantal Akerman. Apenas, días antes, se exhibió Esto no es un filme casero, que la cronista reseñó, donde Chantal relataba los días finales de su madre. Chantal,  nacida en 1950, en Bruselas, en el seno de una familia de clase trabajadora, cuya madre fue sobreviviente del Holocausto, llevó su judaísmo muy en alto, hasta su muerte en París, el pasado 5 de octubre. Se rumora que sufría depresión, siendo ésta la posible causa de su suicido.

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Brooklyn (UK/Irlanda/Canadá, 2015, 35mm, 112m) del director John Crowley, es una cinta que derrocha sentimentalismo, es la historia de amor de Ellis (Saoirse Ronan) quien debe elegir  el amor entre dos pretendientes, entre e la tierra de su origen, Irlanda, y su país adoptivo, Estados Unidos. Es la adaptación a la novela del mismo nombre, del premiado novelista y periodista irlandés Colm Tóibín. La dirección de Crowley es magnífica, porque recrea la atmósfera de los años cincuenta, en un pueblito irlandés y, en Estados Unidos, donde las chicas van a casas de huéspedes, regidas por señoras que imponen conductas y horarios estrictos. La música, de Michael Brook, contribuye a crear una atmósfera singular en esta cinta. No se puede evitar pensar qué oportuna es una cinta así, cuando se debaten los temas de inmigración, que es uno de los más candentes en estos momentos.

Anvers, Belgique. 16 décembre 2014. Scene exterieure avec la voiture d'Alain et Kid stationnée. Tournage du film "Les Cow-Boys" (réalisateur : Thomas Bidegain). Photo : Antoine Doyen

Les Cawboys (Francia, 2015, DCP, 114m) del director Thomas Bidegain bien podría ser considerada un slipper en esta muestra. El mismo título lleva explícito un homenaje a John Ford, pues los cowboys son seres muy persistentes que, aunque los tumben del caballo, el destino de estos justicieros es domar a las fieras. Recordemos que en The Searches (1956) tardaron años en rescatar a la Natalie Wood, la niña que fue raptada por los comanches. Algo similar va a suceder en la película de Bidegain. Alain (François Damiens) en el París actual y una serie de entusiastas amantes del rodeo celebran una reunión, pero Alain se percata que su familia está incompleta, pues falta la hija, quien se ha fugando con su novio. Es más revisan su habitación y encuentran mucho material que después descifran como propaganda política musulmana. Este padre enfurecido inicia la búsqueda y se topará con miles de dificultades. El tiempo pasa, a Alain lo sorprende la muerte, el hijo retomará la misión de encontrar a su hermana y tendrá que internarse a países donde cabe la corrupción y todo tipo de traiciones. Es un verdadero laberinto que llegará a su fin de la manera más inesperada. Su final es antológico.

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Arabian Nights: Volumen 1, The Restless One. Volumen 2, The Desolate One. Volumen 3, The Enchanted One (Portugal/France/Alemania/Suiza, 2015, DCP, 125m). Si el crítico cinematográfico Caín (pseudónimo del escritor cubano Guillermo Cabrera Infante) viviese, estaría de plácemes con este tríptico del director portugués Miguel Gomes. Perfidia, el bolero favorito de Caín, del compositor mexicano Alberto Domínguez, quien lo creo en La Habana, Cuba, ha sido cantado en casi todos los idiomas, por afamados  intérpretes del mundo, y es elegido por Gomes como Leí Motiv de su cinta, en sus tres partes. Lo que ha hecho este director es adaptar fragmentos de la novela original a la realidad del Portugal contemporáneo. Una propuesta ambiciosamente creativa que, a pesar de los riesgos y libertades logra su cometido. No es de extrañar que Gomes haya conseguido un triunfo más, pues tiene los méritos, ya que manejó de maravilla, personajes, tiempo, espacio y sensualidad, como lo hizo en Tabú.

Los decires de Scheherazada, el personaje de Las Mil y Unas Noches, son, junto con el bolero Perfidia, la otra punta que sostiene el compás de este filme. De igual modo sucede con un poema de gran extensión, es válido leer solo un fragmento, pero para tener una idea cabal de la cinta es necesario llegar a la tercera parte para comprender cuánta carga simbólica tiene para Portugal, las siguientes frases de Perfidia:

Nadie comprende lo que sufro yo
canto pues ya no puedo sollozar,
solo temblando de ansiedad estoy
todos me miran y se van. 

En la tercera parte, cuando se canta el himno de Portugal en la Plaza pública, a la cronista le recordó la emotiva secuencia, cuando Paul Henreid cantó “La Marsellesa” en el Café de Rick, en Casa Blanca.

La pareja que se ve obligada a regalar a su perro, porque no tiene dinero para darle de comer. El pájaro carente de libertad y enjaulado; ese mar azul son algunos de los simbolismos que Gomes nos va obsequiando en esta obra magna.

Continuará…