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Crisis: Un panorama de la comunicación estratégica para el cambio (Reflexión sobre el manejo de crisis para las relaciones públicas)

CO – LIC. MARIE PESSO CALDERÓN

¿Cuántos de nosotros asumimos posturas renuentes ante cualquier adversidad? Cada vez que escuchamos el término “crisis”, corremos desembocados, despavoridos o desesperados para evitar mayores consecuencias ante lo que percibimos como el “fin del mundo”.

Las consecuencias de una crisis pueden tener efectos tanto negativos como positivos en nuestro entorno y en el bienestar común. Ahora bien, antes de analizar lo negativo, es importante tener en cuenta que una crisis “es una oportunidad que expone consecuencias con resultados positivos”. Es probable que muchos se preguntarán: ¿cómo una crisis puede tener resultados positivos? Pues bien, la crisis ofrece un espacio oportuno que ayuda a definir y tratar asuntos que, para otros que desconocen el proceso mismo de crisis, representaría un “problema no definido”, ambiguo o confuso; todo ello, por la misma dinámica que encierra su manejo.

Consideremos lo siguiente: la crisis es una oportunidad y, a su vez, una oportunidad es una consecuencia positiva. Debemos aprovechar la “apertura” al máximo (o el momento idóneo), porque esa oportunidad corresponde al resultado positivo que atañerá a que las personas enfrenten la crisis de manera proactiva, de frente, con conocimiento, orientado y enfocado en el asunto.
En el ámbito de las organizaciones, debemos destacar que una mayoría significativa de empresas, tanto públicas como privadas, mantienen planes de contingencia ante el manejo de crisis. Probablemente, las mismas han transitado bajo pruebas difíciles y en ocasiones, estuvieron expuestas ante el riguroso juicio de la opinión pública.

Asimismo, algunas de estas organizaciones públicas o privadas que estuvieron en el ojo público se hicieron fuertes, se auto superaron, comprendieron cuán importante resulta lograr ser proactivos y practican actualmente dicha proactividad de manera efectiva y eficiente. Por consiguiente, ante cualquier síntoma de carácter “problemático”, el mantener una visión proactiva ayuda a superar con mayor rapidez aquellas consecuencias que implicaron situaciones de poco control. Quizás, porque ésta fue la primera vez que enfrentó la experiencia. Además, el manejo dependerá del escenario, del asunto, de los involucrados, del ambiente y el entorno donde ocurrió el evento. Probablemente, algunas organizaciones no llegarán a superar alguna etapa en el manejo de crisis y serán clasificadas como “heridos al borde de la muerte”, esperando en cualquier momento que desaparezcan del panorama.

El hecho de desconocer y no comprender el proceso de manejo de las crisis imprevistas es similar a caminar por un desierto sin abastecimiento de agua: tratando de sobrevivir, experimentando un clima de desesperanza, un ambiente de falta de entendimiento, en un estado de ambigüedad y desorientación. Peor aún, conlleva enfrentar a los directivos o directivas organizacionales que revisarán y tomarán medidas para solucionar las consecuencias desde las decisiones equívocas. De seguro, dichas decisiones imprecisas, caracterizadas por medidas tomadas con base en la falta de entendimiento, traerán consecuencias “poco gratas” y ahí se observará la cadena de consecuencias.

La clave para el buen manejo de crisis, el cuidado en el proceso de tomas de decisiones organizacionales y la correcta dirección para cada una de aquellas etapas analizadas es la siguiente: la comunicación.

*MPC Coaching