¿Por qué el gobierno de Obama ha dado a Mahmoud Abbas un pase libre en incitación?

cuchillos en jerusalem
cuchillos en jerusalem

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Las últimas semanas han dado crédito a la noción que la sociedad palestina se ha hundido en un nivel de depravación del cual ya no puede emerger. La degeneración comienza con el presidente palestino vitalicio, Mahmoud Abbas.

Repitiendo los sentimientos expresados por su mentor y colaborador nazi, Haj Amin Al-Husseini, Abbas en un discurso televisado a mediados de septiembre divagó sobre como los judíos “profanan Al-Aqsa con sus pies sucios.” El luego hizo un llamamiento velado a la guerra santa proclamando que “toda gota de sangre derramada en Jerusalem es sangre pura en tanto sea en nombre de Ala. Todo mártir estará en el cielo y toda persona herida será recompensada, por la voluntad de Ala.”

Como lo hace con frecuencia, la administración Obama ignoró en gran medida los comentarios repugnantes y antisemitas de Abbas y su llamado velado a la violencia, pero la calle palestina prestó atención. En las semanas siguientes, terroristas palestinos -o “mártires” como los llama Abbas- se involucraron en una orgía de violencia atacando a mujeres, niños y ancianos. Precisamente hoy, un educador de 76 años de edad y ciudadano estadounidense y abuelo de ocho niños -sucumbió ante las heridas sufridas hace dos semanas en un ataque palestino cobarde con pistola y cuchillo en el barrio Armon Hanatziv de Jerusalem. Hubo también una cantidad de intentos de ataques con cuchillo pero por suerte las únicas fatalidades fueron los terroristas árabes de la Autoridad Palestina.

Otras víctimas de estos ataques terroristas palestinos depravados incluyeron a un obrero migrante nigeriano y a una mujer holandesa cristiana que adoptó a 20 niños árabes. Para los palestinos y sus aliados malévolos, todos los que viven en Israel, civiles o soldados, son un objetivo válido.

Alentados por sus líderes, los matones palestinos han subido videos repulsivos sobre “como apuñalar a un judío”, mostrando un gráfico anatómico y los mejores lugares para apuñalar para efecto máximo y mayores probabilidades de matar. En otra señal de depravación, los palestinos están pidiendo a todos los que llevan a cabo “operaciones de resistencia” -del léxico palestino para ataques terroristas- que mojen las hojas de sus cuchillos con veneno para asegurar la muerte de la víctima.

La sociedad palestina se ha transformado en un culto a la muerte xenófobo, rindiendo culto al asesinato, sangre y tortura. En vez de proteger a sus hijos, los padres palestinos, guiados por una mezcla de fanatismo religioso y odio de base al judío, están enviando a sus hijos a la muerte segura en las llamadas “operaciones de martirio.” En una entrevista reveladora y preocupante en el canal de televisión libanés Al-Quds, una madre palestina expresó felicidad por la muerte de su hijo durante un ataque terrorista y luego sacó un gran cuchillo oculto bajo su Jilbab agitándolo ante la cámara mientras emitía amenazas contra el estado judío.

Tal vez el hecho más escandaloso que personifica mejor cómo es transmitido el odio de padres a hijos en la sociedad palestina es ilustrado por como están nombrando a sus hijos los padres palestinos. Padres palestinos de Gaza decidieron hace poco nombrar a su recién nacido “Cuchillo de Jerusalem”, estableciendo la trayectoria del niño y condenándolo a una vida de violencia y odio sin sentido.

Extrañamente, la administración Obama sigue muda frente a esta despreciable incitación palestina. No es pronunciada ni una sola palabra condenando este comportamiento reprochable y aberrante. En su lugar, somos tratados con perlitas de la Casa Blanca tales como “instamos a ambas partes a atacar el discurso que puede alimentar la violencia o enojo o malentendidos”, como si existiera una equivalencia moral entre los que perpetran e incitan al terrorismo y las víctimas desafortunadas de ese terror.

Al trazar en forma obscena la equivalencia moral y no emitir una condena rotunda a Abbas y su llamada Autoridad Palestina, el gobierno envalentona a los enemigos venenosos de Israel y se vuelve un socio indirecto en el asesinato de los inocentes.
Además, de no ser por la ayuda económica de Estados Unidos y la Unión Europea, la Autoridad Palestina -que mantiene una economía de mendigo que se basa fuertemente en las limosnas occidentales- colapsaría al instante. Estados Unidos debe hacer a Abbas consciente del hecho que corre el riesgo de perder la benevolencia occidental si persiste en buscar un curso de acción en detrimento guiado por el odio y el antisemitismo.

Hay señales esperanzadoras que Estados Unidos puede estar moviéndose en esa dirección. Al- Monitor informó hace poco que el gobierno de Obama tiene intención de cortar la ayuda financiera a la Autoridad Palestina al 22%, o u$s80 millones, como una señal de su creciente desaprobación de las políticas de Abbas. Si el informe es preciso -y a juzgar por el historial pasado de Obama hay amplios motivos para precaución- representaría un acontecimiento bienvenido y marcaría un cambio sutil pero muy importante en el enfoque de la administración hacia Abbas, uno dispensador con la práctica pasada y agotadora del gobierno de complacer y mimar a un dictador chauvinista.

Pero los hechos pueden haber superado a Abbas. Como sus predecesores, el criminal de guerra nazi Haj Amin Al-Husseini y el delincuente archi terrorista Yasser Arafat, él ha agitado a las masas árabes y las ha azuzado en un frenesí excitado. Permitir que el genio terrorista escape de la botella le repercutirá mal a Abbas y puede incluso marcar el inicio de su ruina, como fue el caso de Husseini y Arafat.

Fuente: Front Page- Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México
Ari Lieberman