NADIA CATTAN JAFIF PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

“Justo antes de que los dedos aprieten el gatillo, en aquellos terribles momentos, aún tienes tiempo de preguntarte: ¿No hay otra opción?”

Esa fue la pregunta de Isaac Rabin a cientos de terroristas que lo miraban por televisión, aún sabiendo que todo tipo de enemigos lo acechaba Rabin no titubeó, clavó su firme mirada en la cámara y pregunto: “¿No hay otra opción?”

Era la voz de un hombre que fue soldado de guerra, estaba hecho de conocimiento, fortaleza y pura experiencia, pero 3 disparos callaron su voz y la paz, que parecía tan cercana, otra vez se desmoronó.

Hoy, a 20 años del adiós, vale la pena recordar al hombre que defendió al Estado de Israel en 3 guerras, pero también luchó por la paz pues sabía que esa era la única solución verdadera. Anhelaba lograr para Israel una permanente tranquilidad y sabía que para ello, era necesaria la paz. Esta página, rinde un homenaje a su admirable trayectoria:

Era 1922 cuando la pequeña posibilidad de crear el Estado de Israel surgió, pues la Liga de las Naciones le dio el mandato de Palestina a Inglaterra y con ello, los judíos recuperaron la esperanza de tener su propia tierra. Ese mismo año, Nehemias y Rosa tuvieron un bebé, ellos eran activistas sionistas procedentes de la Rusia Zarista, y ahora formaban su familia en Jerusalem. A su hijo lo llamaron Isaac, Isaac Rabin, ignorando por completo que ese pequeño sería el arquitecto de un futuro país.

La infancia de Isaac no fue del todo normal, a sus escasos 7 años vivió la matanza de Hebrón en la que 135 judíos fueron asesinados y el terror se extendió por toda la población. Ese fue su primer contacto con un conflicto con el que lidiaría toda su vida, un conflicto que más adelante él mismo dirigiría.

En su adolescencia ingresó a una escuela de Agricultura y a sus 19 años se incorporó a la Haganá, ahí conoció al emblemático Moshe Dayán, con quien compartiría una larga carrera militar.

En 1945, Isaac Rabin liberó a 200 judíos prisioneros que estaban cautivos por intentar entrar a Palestina ilegalmente, esta operación le provocó a Rabin ser encarcelado por los británicos durante 6 meses, pero 3 años después, Rabin arriesgó su vida en una guerra que estaba casi perdida, la guerra de independencia de Israel, su misión en ella fue mantener una vía abierta entre Tel Aviv y Jerusalem, y con esto impedir que la comunidad judía de la ciudad sagrada se quedara aislada en medio de un inmenso campo de batalla. Con la carretera principal tomada por los enemigos, Rabin tuvo la difícil labor de abrir un nuevo camino, de este modo, se hicieron llegar a los judíos de Jerusalem todo tipo de medicamentos y alimentos. Nueve meses después la guerra terminó y contra todo pronóstico Israel sobrevivió, hombro a hombro, Rabin festejó con David Ben Gurión, pero ese era sólo el inicio de una lucha, una difícil y arriesgada lucha en la cual Isaac Rabin nunca se rindió.

Se casó con Lea Schlossberg, con quien tuvo 2 hijos: Dalia y Yuval y su carrera militar no dejaba de avanzar. En 1963 fue nombrado jefe de Estado Mayor y en 1967 un nuevo conflicto lo sorprendió. Los Egipcios amenazaban con iniciar una nueva guerra, Siria, Jordania e Irak estaban listos para colaborar. La responsabilidad de la supervivencia del Estado de Israel estaba en la decisión de Isaac Rabin, se dice que fue tanto su estrés que sufrió un colapso nervioso, pero como un hombre fuerte se recuperó, y el 5 de Junio de 1967 Israel sorprendió al mundo en un ataque sorpresa que debilitó a los ejércitos enemigos destruyendo toda su fuerza aérea. Poco más de 370 aviones de distintos países árabes fueron destruíos gracias a Rabin y a sus estrategias militares.

Fue histórica la fotografía en la que  Uzi Narkis, Moshe Dayán e Isaac Rabin entraron a Jerusalem para tomar la ciudad, después de 2,000 años, los judíos volvían a pisar de manera formal la sagrada ciudad. Sin duda, una guerra trascendental, Israel se apoderó de los altos del Golán, de la franja de Gaza, de la rivera Occidental y de la Jerusalem oriental. Sólo 6 días bastaron para que Israel triplicara su territorio y demostrara que los judíos estaban decididos a cuidar su hogar nacional.

En 1968 Rabin se convirtió en embajador de Israel en Estados Unidos, hizo una gran amistad con Richard Nixon y acercó la relación entre ambos países.

Terminó su labor como diplomático y regresó a Israel. El 6 de Octubre de 1973, no era un día cualquiera, era Yom kipur y los israelíes se despertaron con una guerra inesperada, Siria  y Egipto atacaron y aunque para entonces Rabin no tenía todavía un cargo público, sólo hizo lo que tenía que hacer, colaborar en la defensa del Estado de Israel.  Con dificultades la guerra se ganó y un año después, Isaac Rabin se convirtió en Primer Ministro de Israel.

Transcurrió un mandato lleno de retos, quizá uno de los mayores desafíos fue el secuestro de un avión de Air France, el cual,  salió de Tel Aviv y fue llevado a Uganda a la ciudad de Entebbe, en dónde 105 pasajeros fueron tomados como rehenes. Los terroristas pedían la liberación de prisioneros palestinos, Isaac Rabin no sólo se negó, sino que además lanzó una sorprendente operación que logró rescatar a 103 personas. Una vez más, Rabin se convirtió en un héroe nacional.

Pero no hay vida pública sin escándalos, en 1977 se descubrió una cuenta bancaria en Estados Unidos de Lea Rabin, dicha cuenta violaba las leyes financieras de Israel y Rabin renunció. Continuaron 7 años de exilio político, tiempo en el que Rabin se dedicó a escribir su propio libro.

En 1984 regresó a la vida política de Israel y 3 años después comenzó la Primera Intifada, todo era caos y descontrol, Ahora Israel se enfrentaba a un problema nuevo, un enemigo que lo atacaba desde adentro. En 1992 Rabin se convirtió de nuevo en Primer Ministro, esta vez probaría con una nueva estrategia, esta vez, el deseo por hacer paz era su mejor herramienta.

Empezaron pues las negociaciones con la OLP y concluyeron el 13 de Septiembre de 1993, la casa blanca fue el imponente escenario y ante la mirada incrédula del mundo entero, Yasser Arafat e Isaac Rabin se dieron la mano. Las palabras del mandatario judío fueron determinadas: “Basta de sangre y lágrimas, basta.”

Los extremistas de ambos lados del conflicto no tardaron en protestar, pero las negociaciones continuaron, la única meta de Rabin era la paz, por lo que concedió a los palestinos tener su propio gobierno interino en Jericó, en la franja de Gaza y en Cisjordania. En Octubre de 1994 firmó la paz con el rey Hussein de Jordania y 2 meses después, ganó, junto con Shimon Peres y Arafat el premio nobel de la paz. Sin duda, eran tiempos de nuevos acontecimientos, el círculo vicioso del conflicto por fin se estaba rompiendo.

Israel estaba dividida, los que apoyaban a Rabin y su proceso de paz y los extremistas de derecha que lo llamaban traidor, fue entonces cuando los partidarios de Rabin organizaron una magna celebración. El 4 de Noviembre de 1995 se reunieron 100,000 personas en la plaza de los reyes en Tel Aviv. Rabin, no sólo acudió, sino que además festejó con la multitud cantando “Shir la Shalom.” Después de hablar en idish y de recalcar su convicción para lograr la paz, Rabin bajó del escenario y se dirigió a su coche, pero 3 disparos interrumpieron su paso y en medio de caos y conmoción Isaac Rabin fue transportado al hospital Ishilov. Noventa minutos después, la terrible noticia se dio a conocer, Isaac Rabin, el Primer Ministro de Israel había sido asesinado.

El atacante, Yigal Amir, tenía 25 años y era un estudiante de derecho, dijo haber actuado solo y no sentir ningún tipo de arrepentimiento. Fue arrestado inmediatamente después del ataque y hasta el día de hoy, continúa en prisión.

Israel se hundió en un profundo dolor, no sólo había muerto el líder de la paz, había muerto el conductor que llevaba a su país a una genuina tranquilidad.

Bill Clinton salió de la casa blanca y llorando dijo: “Como las palabras no pueden expresar mis sentimientos, sólo puedo decir Shalom Javer, adiós amigo”

Al otro día se llevo a cabo el entierro, líderes de 40 países llegaron a Israel y personalmente, también se despidieron un millón de israelíes. Las sirenas se escucharon y por 2 minutos paralizaron a todo el país.

La vida de Isaac Rabin fue interrumpida cuando peleaba la más importante de sus guerras, la guerra por la paz. Pero a 20 años de su muerte, sus palabras siguen siendo una enseñanza: “No debemos dejar que una tierra por la que fluye leche y miel se convierta en una tierra por la que fluyen sangre y lágrimas. No dejemos que eso ocurra.”