Hace cuarenta años, un cierto embajador israelí llamado Haim Herzog no podía conciliar el sueño, mientras escribía y reescribía su discurso que pronunciaría la mañana siguiente en las Naciones Unidas.

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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Era la víspera de la aprobación de la Resolución 3379 de la ONU, determinando que “el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial”, y una “amenaza a la paz y la seguridad mundial.”

“La moción que comparaba el sionismo con el racismo fue trasladada de un comité a otro hasta llegar a la sesión plenaria el 10 de noviembre de 1975,” señaló su hijo Isaac Herzog, jefe opositor de Israel. En ese entonces él era un adolescente y había acompañado a su padre en este momento histórico. “Mi padre se preguntaba cómo redactar su mensaje, considerado por los historiadores como uno de los grandes discursos del siglo 20.”

El discurso se abrió con la Kristallnacht, el pogrom nazi respaldado por el Estado en 1938, y pasó a describir una visión panorámica de la historia judía y la necesidad del sionismo como movimiento nacional del pueblo judío. Inspirado por su propio padre, el rabino Isaac Halevi Herzog, que había destruido públicamente el Libro Blanco británico de 1939, que prohibe la emigración judía a Palestina, Haim Herzog terminó su discurso con lágrimas en los ojos: “Para nosotros, el pueblo judío, esta resolución sustentada en el odio, la falsedad y la arrogancia, carece de valor moral o legal. Para nosotros, el pueblo judío, esto no es más que un pedazo de papel, y debe ser tratado como tal.” Es cuando Herzog rompió la resolución ante los ojos de su audiencia.

Pese a la defensa apasionada de Herzog, la resolución fue aprobada por la Asamblea General con el apoyo del bloque soviético y los países árabes. El mismo organismo de la ONU revocó su condena del sionismo en 1991, cuando Herzog se desempeñaba como sexto presidente de Israel.

La Misión de Israel ante las Naciones Unidas conmemoró 40 años del discurso histórico de Herzog pronunciado en ese mismo lugar. Ante una audiencia de cerca de 400 personas, el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon e Isaac Herzog ofrecieron sus discursos respectivamente.

“En cada generación, nos encontramos ante desafíos cada vez más significativos. Los esfuerzos por socavar la justa causa del sionismo y del Estado de Israel, el BDS, el boicot, sigue siendo parte del mundo,” dijo Herzog. “En lugar de comprender que Israel es un hecho y está aquí para siempre, es la única nación que continúa siendo desafiada por su existencia en las instituciones económicas, la academia, la esfera política, y sobre todo en este edificio. Esto es algo inaceptable que debe ser entendido por toda la humanidad, y es por eso que estamos aquí hoy.”

El Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, se unió en un mensaje de video: “Es necesario decir la verdad,” dijo a la audiencia. “Israel sigue enfrentando una discriminación sistémica aquí en la ONU. Existe un rechazo obsesivo e irracional de Israel… La imagen del embajador Herzog rasgando el vegonzoso pedazo de papel está plasmada en la memoria colectiva de toda una generación de israelíes. Él no contaba con una mayoría en la Asamblea General, ni mucho menos, pero enfrentó la hipocresía orgullosamente, por el bien del pueblo judío y la verdad.”

El Secretario de Estado, John Kerry, se refirió al discurso de Herzog, y al del entonces embajador estadounidense Daniel Patrick Moynihan, quien defendió apasionadamente a Israel. “Comparar el movimiento nacional judío con el racismo y el nazismo es totalmente absurdo,” declaró Kerry. “Esta fue una resolución nefasta que concedió al mundo una licencia para odiar.” Kerry reiteró que “Estados Unidos de América comparte una fuerte alianza con Israel. Los tiempos pueden cambiar, pero el apoyo estadounidense por la seguridad de Israel nunca cambiará,afirmó Kerry y agregó que “el sueño sionista sólo puede ser realizarse mediante dos estados, viviendo uno al lado del lado en paz y seguridad. Este no es un sueño imposible,” destacó.

La embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas Samantha Powers se dirigió al público diciendo que la resolución “pone en tela de juicio la autoridad moral y la legitimidad de esta institución.”

Fuente: Haaretz/Avital Chizhik-Goldschmidt

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