Enlace Judío- Un 16 de diciembre de 1991 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) votó abrumadoramente para revocar la declaración amargamente impugnada que aprobó en 1975 que decía que “el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial”.

El recuento oficial encontró que 111 naciones estaban a favor de derogar la declaración y 25 naciones, en su mayoría islámicas y comunistas de línea dura, votaron en contra.

Trece naciones se abstuvieron. Otros diecisiete países, incluido Egipto, que reconoce a Israel, y Kuwait y China, no participaron en la votación.

Para EE. UU., el fuerte voto a favor de la derogación fue una demostración de su poder diplomático. Después de que el entonces presidente norteamericano George Bush pidiera la derogación de la resolución anti sionismo en septiembre en un discurso ante la Asamblea General, las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo recibieron instrucciones de ejercer la máxima presión para asegurar la derogación.

Los 111 votos registrados hoy fueron aproximadamente 11 más de lo que la misión de EE. UU., ante las Naciones Unidas había pronosticado la semana anterior.

La votación reflejó las cambiantes corrientes políticas de los últimos años, la guerra del Golfo Pérsico en particular, que dividió los mundos árabe e islámico, y los cambios en el antiguo bloque soviético, fomentados por el colapso del comunismo.

En 1975, en un esfuerzo por ganarse el favor de los árabes y avergonzar a EE. UU., Moscú tomó la iniciativa para impulsar la declaración sobre el sionismo, que era una línea en una resolución más larga.

Chaim Herzog, embajador de Israel en la ONU y futuro presidente, criticó la resolución ante la Asamblea General.

La resolución de una línea que deroga la declaración sionista declaró que la Asamblea “decide revocar la determinación contenida en su resolución 3379 del 10 de noviembre de 1975”. No utilizó las palabras “sionismo” o “racismo” en el documento.

La declaración de 1975 mencionada en la decisión de derogación decía que después de revisar otras resoluciones internacionales que vinculan al sionismo con el sistema de apartheid de Sudáfrica, la Asamblea General “determina que el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial”.

El 16 de diciembre de 1991, como parte del período previo a la Conferencia de Madrid, la Asamblea General aprobó la Resolución 46/86, derogando la Resolución 3379 sin más explicaciones.

Con información de NY Times.

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