En el momento en que se dio cuenta que la persona que estaba tratando de salvar hacía pocos segundos había intentado matarlo, un empleado del hospital presente en la escena del ataque del café dice que llegaron los servicios de bomberos.

Comptoir Voltair
Comptoir Voltair

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – En el caos de la explosión en el café Comptoir Voltaire, el enfermero parisino de nombre David inmediatamente trató de ayudar a los heridos. 

Entre ellos se encontraba un hombre que yacía en medio de sillas y mesas volcadas en la terraza. David lo acostó. No tenía lesiones importantes pero estaba inconsciente, por lo que David comenzó a practicarle el CPR (reanimación cardiopulmonar, por sus siglas en inglés)

“Voy a este hombre que pude ver por el rabillo del ojo. Lo sacaré de esta maraña de sillas, mesas, y lo pondré en el suelo. No tenía nada especial, solo estaba inconsciente. Estaba inconsciente, no tenía nada especial, pero noté que en un lado de su cuerpo había un agujero enorme. Un gran agujero al costado. Pero aun así, no creo en absoluto que se trate de un terrorista suicida. En ese momento, para mí es un paciente igual que otros que sufrieron de una explosión de gas, y que se debe haber lastimado con algo. Pero su herida era enorme”, dijo el enfermero de 46 años, que vive cerca de la cafetería. 

Cuando le rasgó la camiseta, lo que vio hizo que David pronto se diera cuenta de que lo que en un principio pensó que era una explosión de gas era algo mucho peor. 

“En el suelo había sangre y vi los primeros tornillos en el suelo. Entonces comprendí de inmediato. Me dije, ‘es una explosión (lo que le hizo la herida en el costado), es un suicida” y supe que era él. Y en ese preciso momento cuando me di cuenta de lo que era, llegaron los servicios de emergencia”, dijo David. 

El hombre al que David estaba tratando de resucitar era Brahim Abdeslam, uno de los autores de los asaltos de París en los que murieron 130 personas, cuando los atacantes abrieron fuego o detonaron bombas en bares, restaurantes, un estadio de fútbol y una sala de música. 

En un vídeo obtenido por Reuters, se puede ver dos hombres desde el exterior de la cafetería tratando de resucitar a un hombre tirado en el suelo. Se cree que uno es David, el otro es desconocido. 

En torno a ellos, otra persona yace herida en el suelo y hay sangre alrededor. Las sillas y mesas están tumbadas

Justo cuando se dio cuenta de que la persona que estaba tratando de salvar segundos antes había intentado matarlo, David dice que llegaron los servicios de bomberos. Entre ellos se encontraba un bombero que conocía, y le dijo lo que acababa de ver. 

Entonces le dije al bombero que me había reconocido: “Este hombre tiene un montón de cables encima“, gritó. “Que salga todo el mundo, evacuamos a todos. Y salimos todos afuera”, dijo el enfermero

David y otros fueron trasladados a un patio cercano y en casas de desconocidos se enteraron de la matanza que estaba teniendo lugar en la capital francesa. 

David, quien pidió ser llamado solo por su primer nombre, vive en el barrio. Él también conoce el Comptoir Voltaire. De 46-años, trabaja en un hospital de París, había estado cenando con un amigo esa noche. Cuando la camarera les trajo los platos, ocurrió la explosión. 

Primero ayudó a una mujer a ponerse a salvo y luego a un joven tendido en una mesa, consciente pero sangrando profusamente. Un ayudante lo sustituyó y David fue a Abdeslam. 

David dice que no vio entrar a Abdeslam. Cree que estaba sentado en la terraza cuando detonó la bomba. David dijo que en el momento en que salió de la cafetería, sospechó que Abdeslam, cuyo hermano Salah todavía es buscado en relación con los ataques, estaba muerto. 

Dijo que tenía suerte de estar vivo. 

“Me han dicho (al día siguiente), que sí, que era el terrorista suicida, que se hizo explotar solo. Me dicen que fui muy afortunado, porque en la televisión dijeron que su bomba no explotó como debía. De lo contrario, habría causado mucho más daño. El domingo por la tarde me di cuenta que al ponerlo en el suelo para hacerle el RCP – cometí algunas acciones bastante dolorosas. Yo también podría haber muerto. Pienso en ello, sigo pensando en ello”, dijo David.

Abdeslam, de nacionalidad francesa y residente en Bélgica, sólo se suicidó. Sin embargo, varias personas resultaron heridas en el ataque. 

En cuanto a David, pasó muchas veces la semana pasada por el Comptoir Voltaire, donde ahora están los ramos. Pero después de la experiencia del pasado viernes, dice que no se siente lo suficientemente fuerte como para ir a ningún café o restaurante.

Fuente: The Jerusalem Post

Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

https://www.enlacejudio.com/2015/11/21/el-hombre-al-que-intento-salvar-en-paris-era-un-terrorista-suicida/

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