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LEÓN OPALÍN PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Mi nieta Orli

El 28 de noviembre celebramos el cumpleaños número uno de mi nieta Orli, tengo otros cuatro nietos, el menor de once años y medio. Orli ha iluminado la vejez de mi esposa y la mía; nos ha dado una motivación de vida; como todos los abuelos, quizá la percibimos con muchos atributos que no tiene, empero, es sensible, cariñosa, alegre y bastante lista. Desafortunadamente no la podemos ver con la frecuencia que quisiéramos.

Siempre me han atraído los niños pequeños; frecuentemente veo a estos en el parque o en la calle y me llaman la atención, desafortunadamente los tiempos de inseguridad no están para acercarse a sus padres y hacerles un comentario positivo sobre sus niños y mucho menos una caricia.

Orli ha avivado mi sensibilidad para los niños, de aquí que cada vez más me siento afectado cuando veo a niños pobres en las calles, pidiendo limosna o tratando de vender un dulce. La extrema pobreza asola a muchos infantes en el país; frecuentemente observo, en la esquina de Gelati y Avenida Tacubaya, a una madre con rasgos indígenas, con tres hijos y uno en su vientre pidiendo ayuda. El rostro de todos, empero, particularmente el de la madre, denota desnutrición y una profunda tristeza. Esta escena es cada vez más frecuente; a mí me causa sentimientos de culpa por no contribuir a superar este entorno de miseria. La filantropía no ayuda a mitigarla, probablemente la agudiza, porque no crea incentivos entre los que son beneficiarios de “la bondad de la gente” para que forjen un “espíritu de lucha para salir de la indigencia”, se vuelven dependientes de la ayuda de terceros.

Las cifras oficiales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) consignan que en México más de 55 millones de personas viven en situación de pobreza, y el 50.0% de este total en la pobreza extrema, los que no tienen recursos ni para alimentarse suman alrededor de 12 millones. La pobreza que se registra en México es un problema estructural vinculado con las políticas económicas y sociales instrumentadas en el tiempo y que han propiciado una inequitativa distribución del ingreso: unos pocos acaparan la riqueza. Asimismo, el insuficiente crecimiento de la economía, aproximadamente 2.0% anual en las últimas tres décadas, no ha permitido crear los empleos necesarios para absorber a la población económicamente activa que cada año debe incorporarse a la fuerza de trabajo; el desempleo abierto y el subempleo representan 10 millones de personas que no tienen ingresos fijos, ni prestaciones.

Académicos y analistas están cuestionando en el presente la metodología de cómo se mide el PIB (Producto Interno Bruto) y los niveles de pobreza en México, considerando que en la realidad el PIB es mayor a lo que se indica en las cifras del INEGI, quien mide este concepto y, que la pobreza sería menor en México si se apegara a parámetros internacionales. No soy un experto en la medición de este tipo de variables, empero, la realidad cotidiana indica que en el país la pobreza es  lacerante y la desocupación alcanza niveles muy elevados; situación que pone en entredicho la estabilidad social del país.

La pobreza ha inducido a que millones de mexicanos emigren a EUA; se estima que entre el 2000 y el 2010 ingresaron ilegalmente aproximadamente 400 mil mexicanos cada año a ese país. A raíz de la crisis económica de EUA del 2008-2009; el número de ilegales comenzó a descender, se calcula que su número fue de alrededor de 250,000 este año aunque desde hace más de 5 años los que regresan a México superan a los que ingresan a EUA, sin embargo, con 12 millones de connacionales en ese país, conserva el primer lugar como proveedor de migrantes.

No sólo la pobreza empuja a los mexicanos a salir del país; también influyen las limitadas oportunidades de trabajo o que las plazas disponibles estén mal remuneradas, los problemas de inseguridad, deterioro del medio ambiente y de la calidad de vida en general; de aquí que no sorprenda que de acuerdo a las últimas estadísticas del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, 262 mil mexicanos decidieron residir legalmente en el exterior, la mayoría se estableció en Canadá, España, Alemania, Reino Unido y Bolivia; destaca que 54 de cada 100 que migraron legalmente fueron mujeres.

 Centro Cultural Universitario

En noviembre tuvimos la oportunidad de asistir al Teatro Juan Ruíz de Alarcón del Centro Cultural Universitario a la presentación diferida del Teatro de Londres, Coriolano, de William Shakespeare (1564-1616); cuando llegamos no encontramos boletos, el teatro estaba a toda su capacidad, alrededor de 450 butacas, había muchos jóvenes, quizá estudiantes de preparatoria a quienes sus maestros les recomendaron esta obra como parte de sus tareas de la materia de Literatura. En la puerta del teatro, mi esposa consiguió un boleto de una joven que canceló, entré a la sala y a los cinco minutos ella ingresó, acababa de empezar la función.

Como he mencionado en otras Crónicas, la escenografía y las actuaciones de los artistas son extraordinarias; en México estamos muy lejos de alcanzar los niveles de Londres. La transmisión fue muy nítida. Coriolano es una tragedia de William Shakespeare que apareció entre 1607 y 1608, basada en una leyenda de la vida del legendario dirigente y general romano Cayo Marcio Coriolano, ambientada en la antigüedad grecolatina de Roma del siglo V A.C.

Inicialmente, Coriolano destaca por su valor en la guerra contra los volscos, pueblo de la antigua Italia que ocupaba el Centro de la Península, y por la toma de la ciudad de Coriali, de aquí que recibiera el nombre de Coriolano; a su regreso a Roma, el Senado pretende nombrarlo Cónsul, sin embargo, su actitud altiva y despectiva hacia la plebe, le hace impopular y, pese a los esfuerzos de Menenio Agripa, los tribunos consiguen su destierro. Coriolano se dirige a casa del volsco Tulio Aufidio, su acérrimo enemigo, quien lo recibe calurosamente y lo pone a la cabeza de los volscos para vengarse de los romanos. Después de victoriosas batallas, Coroliano llega a las puertas de Roma, y los romanos, para salvar a su ciudad de la destrucción, envían a un antiguo amigo de Coriolano para que le inste a pactar; los esfuerzos para tal propósito fueron en vano, hasta que finalmente la madre de Coriolano, su esposa y su pequeño hijo, se dirigen a él para implorarle que salve a la ciudad, lo convencen con un trato favorable a los volscos y vuelve a la ciudad de Anzio donde el general de estos últimos lo acusa de haber traicionado los intereses de este pueblo y con ayuda de conspiradores le hace matar en la plaza pública.

Con este acontecimiento histórico se pretende ilustrar la vanidad y la locura de los hombres; asimismo, destaca la soberbia en el marco del uso del poder; adicionalmente es la expresión de lucha de clases en la que los dirigentes de los diferentes bandos manipulan a la gente para satisfacer intereses personales. Esta historia suena familiar en México y en un gran número de países.