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Rachell Frenkel es una madre que emergió en Israel luego que Hamás asesinara a su hijo para transmitir un mensaje de unidad y hermandad entre los judíos de Israel y el mundo.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Frenkel estuvo de visita en Argentina, invitada por Beit Jana- La casa de la mujer judía de Jabad Lubavitch Argentina, donde mantuvo dos encuentros para mujeres y jóvenes judíos. “Se siente un poco surreal estar en la Argentina, las personas son tan unidas, es algo muy especial que sale de un corazón enorme”, expresó. También aseguró que “hoy el terrorismo se hace a través de Facebook y no hay que comprar armas, simplemente sacan un cuchillo de la cocina”.

Rachell Frenkel, mamá de Naftalí- uno de los jóvenes que fueron secuestrados y asesinados por la organización terrorista, Hamás compartió su experiencia y el mensaje de unidad del Estado de Israel  al mundo judío.

“Fue algo muy fuerte lo que las tres familias sintieron. Si Hamás supiera lo que esto provocó no lo volverían a hacer”, manifestó en el encuentro particular que dio en Beit Jana, el miércoles 25 al mediodía, a pocas horas del evento organizado para los jóvenes de entre 15 a 35 años que se realizó en el Club Náutico Hacoaj. “En mi opresión, D’s fue amplio conmigo. Dentro de la misma tragedia se encuentra la bondad, la solidaridad y cualquier persona que pasó un momento difícil puede dar testimonio de esto”, subrayó.

El evento fue encabezado por Miriam Kapeluschnik, directora general de Beit Jana y la rabanit Shterna Grunblat, esposa del director general de Jabad Lubavitch de Argentina, el rabino Tzví Grunblatt, y responsable del área femenina de la escuela Oholey Jinuj, quien le entregó un presente a Rachell cuando terminó la charla.


´Éste es el mensaje de Rachel Frenkl a los judío de México, agradeciéndoles sus plegarias. Rachel aún no sabía que su hijo, Naftali Frenkl, estaba muerto.

Resaltaba el milagro de la unidad de todos los estamentos de la sociedad judía tanto religiosos como no religiosos, todos unidos en plegaria y en esperanza a través de esta fecha y resaltó la fuerza de la tefilá. Frenkel manifestó que nunca se había quejado de Hashem en las tefilot, reforzó el concepto con la historia de un hombre que repasando su vida se veía a sí mismo caminando en la playa; allí veía dos pares de huellas. Una le correspondía a la persona y el otro par le correspondía a D’s. En los momentos difíciles el hombre veía que había solo un par de huellas. Entonces le dice a D’s: ‘En los momentos difíciles es cuando me dejas caminar solo’ y D’s le dice: ‘¿No te das cuenta que esas huellas son mías? Yo te estaba llevando conmigo’.

Frenkel resaltó la fuerza de amigos y vecinos que se expresaron en los días del secuestro de Naftali y descubrió la solidaridad que los rodeaba. “Nunca vamos a pensar igual, porque nuestra esencia está basada en las diferencias, en la división. Tenemos sueños diferentes, pero somos una familia. La unidad viene desde adentro y sale desde lo que somos”, sostuvo.

Antes de responder las preguntas del público presente, que incluyó entre otros dirigentes comunitarios a la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit, Rachell habló sobre la situación actual del mundo frente al terrorismo.

“Esta época no es sencilla en Israel ni en todo el mundo. El terrorismo nos golpea y no se queda sólo en Israel, sino que lo vemos en París y en todo el mundo”, expresó, y contó que el viernes anterior a su viaje a la Argentina, le pidieron hablar con los amigos del joven estadounidense, Ezra Schwartz, voluntario de la Reserva Natural Gilad, Eyal y Naftali, que fue asesinado en Gush Etzion.

“Me habían invitado a hablar con los amigos de Ezra, que estaban muy tristes y quebrados, me decían que yo transmitía positivismo, pero llegué un par de horas después de que perdieran a un amigo muy querido y sentí que lo que necesitaban era hacer el duelo. Vivimos en un mundo donde muchas generaciones de inmigrantes, que venían de Europa y llegaban a Israel y también a la Argentina, solo decían: ‘Callemos y sigamos trabajando’, porque había una vida entera por construir, había que construir un Estado, formar una familia desde cero, y no había lugar ni tiempo para llorar. Estamos en una generación que dice ‘lloremos y después sigamos adelante’, porque hay por qué llorar”, explicó. “Me acuerdo que después de que ocurrió el secuestro, me encontraba en la habitación con mi esposo y dijimos en ese momento: ‘Aunque pase lo peor que tenga que pasar, tenemos que recordar que estamos bendecidos’. Estamos bendecidos porque vivimos en esta generación que primero llora y después sigue adelante. Les agradezco por su cálido y amplio corazón, que se nos presentó desde el primer momento y con la ayuda de Hashem vamos a seguir juntos y reforzarnos unos a los otros”, agregó.

Luego de compartir su experiencia, Rachell respondió las preguntas del público presente.

“Hace pocos meses pude ver una entrevista que di en el momento del secuestro y en ese entonces me preguntó el periodista qué opinaba del intercambio de prisioneros palestinos por los secuestrados israelíes, algo como lo que hicieron con Gilad Shalit, y le dije: ‘No sé cuál es la respuesta correcta, puede ser correcto liberar a mil terroristas y puede ser correcto sacrificar a treinta mil soldados israelíes, pero quiero decirte que no es mi trabajo como la mamá del chico secuestrado decidir esto. Es una decisión pesada e importante y debe ser tomada por todos los ciudadanos israelíes en una exposición abierta y pública. Si vuelves en un tiempo puede ser que me encuentres gritando desde el techo de mi casa: ‘Hagan todo lo que se pueda, háganlo, libérenlos’, pero te digo esto ahora, olvídate de esa mujer, y hace lo que es correcto'”, contó, y remarcó que había llegado a la Argentina como la mamá de Naftalí, no como una general ni una personalidad política.

“Respecto a lo que ocurre con el terrorismo ahora, sé que se están haciendo esfuerzos increíbles y que el terrorismo cambia de apariencia todo el tiempo. Por ejemplo, la gente que lo impulsa ahora no lo tiene que hacer a través de asambleas en la plaza, lo hace a través de Facebook y no tienen que comprar armas, simplemente sacan un cuchillo de la cocina. No tiene ni siquiera que pertenecer a una organización terrorista, simplemente se levantan una mañana y deciden: ‘Listo, lo hago’. Es una clase de terrorismo que es difícil de combatir, pero sé que se están haciendo esfuerzos enormes y estoy segura de que se puede hacer más, pero al menos se ve que lo intentan”, respondió.

La Rabanit Sterna Grunblattt, directora de Jabad Argentina y de las escuelas Olei Jinuj, le entregó un presente a Rachelle, y la embajadora de Israel en Argentina Dorit Shavit calificó a Frenkel como una “mujer valiente, fuerte, una mujer que tradujo su tragedia personal para ayudar y sentarse con las otras personas y hablar sobre la posibilidad de tener cosas alegres”.

Shavit contó el origen de la experiencia de Frenkel cuando su hijo, Naftalí, junto a sus compañeros Gilad Sha’ar y Eyal Ifrah, fueron secuestrados y asesinados por Hamás, en lo que marcaría el principio de la ofensiva de Hamás contra Israel.

“Este año enfrentamos de nuevo la amenaza terrorista, pero esta vez es terrorismo individual, por personas e incluso chicos de 12, 13 o 14 años que salen a la calle a matar judíos. Empezó hace dos meses, cuando Abu Mazen (Abbas) empezó a culpar a Israel de violar el status quo en el Monte del Templo. Es una mentira. Israel desde el ‘67 mantiene y guarda el status quo en coordinación con Jordania. Estamos hablando de lugares sagrados para los judíos, los musulmanes y los católicos, y mantener esto es muy importante”, concluyó Shavit, quien también remarcó que el presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, firmó un acuerdo con los alcaldes del mundo para luchar contra el terrorismo.

En dialogo con la Agencia Judía de Noticias Frenkel manifestó: “Se siente un poco surreal estar en la Argentina. Pero las personas son tan cálidas, tan simpática y tan unidas, es algo muy especial que sale de un corazón enorme. Siento la conexión con ellos y siento que compartimos algo y eso alimenta al corazón. Fue algo bueno para mí. Fueron encuentros importantes con las personas y espero que si alguien quiso venir a escuchar, lo pudo hacer”.

Fuente: itongadol.com