En 1941, en plena Segunda Guerra Mundial se abrió la Sinagoga Nidje Israel en Justo Sierra 71. En este lugar se llevaron a cabo bodas, Bar Mitzvot, fiestas y juntas de la comunidad judía.

La mayoría de la comunidad judía de origen ashkenazí vivía en la zona del centro de la ciudad de México. Con el tiempo, la comunidad se trasladó hacia otras zonas de la ciudad como las colonias Hipódromo Condesa, Escandón, Álamos, Narvarte y más.

Así fue como, poco a poco, la sinagoga se fue quedando sin presencia que asistiera para los rezos diarios o las fiestas, hasta que se fue empolvando y enmoheciendo.

Hace aproximadamente ocho años, a instancia del Ing. Raúl Pawa, se comenzó a renovar el edificio, hasta que, el 13 de diciembre de 2009, volvió a abrir sus puertas como La Sinagoga Histórica Justo Sierra 71.

Januca-en-Justo-Sierra.-29

El 13 de diciembre por la tarde, se llevó a cabo la Fiesta de Janucá en este recinto, con el fin de encender la octava y última vela de la fiesta y, al mismo tiempo, festejar los seis años de la existencia de dicha sinagoga.

Para comenzar la celebración, el Jazán Moshe Mendelson de la Kehila Ashkenazí, entonó las bendiciones correspondientes al encendido de  las velas.

Para encender las velas estuvieron el Ing. Raúl Pawa fundador y promotor de la Sinagoga, junto con Sima Abraham; Mónica Unikel, Directora de la misma; Dr. Jesús González Shmall, Autoridad del Centro Histórico;; Shoshana Turkia, la voz del Programa Aleph con sus hijos.

Shoshana Turkia nos dijo: “Hay varias versiones de cómo se deben de encender las velas de Janucá, unos decían que se deben prender las ocho velas más al Shamash (Vela principal de la janukia) todos los días. Otros decía que se debe prender de derecha a izquierda o viceversa. Actualmente, en la mayoría de los hogares judíos, se encienden las velas de derecha a izquierda, aumentando una vela cada día, tomando aparte el Shamash, que es el que enciende las otras velas.

La razón para esto es que no hay caminos cortos para llegar un camino espiritual. Par poder emanar nuestra luz interior y la luz del Creador, es muy importante trabajar todos los días en nuestro yo espiritual, haciéndolo con mucho cariño con nuestros seres queridos”.

Siguieron canciones entonadas por Moshe y Meir Mendelson acompañados por el conjunto Grupo Jasídico, con música de Jazz, jasídica y tradicional judía.

Todos los asistentes participaron con la ayuda de un cancionero que recibieron al entrar.

Al terminar el evento a los presentes se les regaló una Levivá (bola de Berlín), bizcocho típico que se come en Janucá.