hanuka+madrid+2012

En estos días en los que todo el mundo se ve tan sobrecargado con diferentes y múltiples tradiciones, he tenido la suerte de poder llevar un poco de nuestra tradición y nuestros valores (elevados en esta fiesta de Janucá) a diferentes sectores del área teatral.

THELMA KIRSCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Desde hace varios años, la compañía de teatro junto con su director, el Maestro Hernán Galindo, me han dado la libertad para compartirles las hazañas de los Macabeos y los milagros que vivieron nuestros antepasados en la época del Templo.

¿Cómo? Seguramente es una pregunta que todos se han hecho.

Pues bien, empezaré por contar a los lectores que estas Janu-Posadas eran festejadas en mi casa y aquí encendíamos las velas de Janucá y la costumbre era que yo escribiera una pequeña obra de teatro relacionada con los personajes de Janucá y cómo un puñado de hombres lograron derrotar a un gran ejército.

Al ser todos actores, resultaba divertido a la vez que llamativo. Yo lo sentía como una forma de extender nuestros principios.

¡Ah! Y por supuesto para ganar un premio, era jugar con el Sevivon y llegar a la letra elegida como el “toma uno”, o viceversa.

Este año, todos los miembros del taller me preguntaban si íbamos a tener una Janu- Posada. ¡Claro que si! ¿Porqué no habríamos de tenerla?

Pero esta ocasión se llevó a cabo en un nuevo sitio para presentar lo relacionado con aspectos culturales de la ciudad: Casa Musa, un nuevo sitio abierto a muchas posibilidades.

El Maestro Galindo invitó a más directores de teatro, actores y profesionales.

Por algún motivo, en esta época, la ciudad está llena de puestas en escena, además de pastorelas… imposible verlas todas.

Llegó mas gente de la esperada. Los tamales de la carnicería Kosher y los frijoles preparados en mi casa tuvieron un gran éxito. Pero no tanto como la tuvo la pastorela o la “Obra de Janucá que escribí para quién no sabe lo que es Janucá”.

Contenía los aspectos básicos de la fiesta desde un punto de vista cómico, en donde nadie salió ileso. Por ejemplo: una actriz que canta hermoso, tenía preparado un monólogo con la vida y música de Edith Piaff, pero imaginen la historia… ISIS nos pudo haber atacado, por lo que es mucho más seguro contratar ¡“mariachis, 100% mexicanos” para estas ocasiones!

El encendido de las velas estuvo a cargo del Maestro Galindo y yo a su lado. Las Brajot obviamente no fueron las mismas, pero su contenido tenía una misma  dirección; Buscar la Paz en el mundo a través de la unión de los hombres y ver cómo una vela apenas alumbra, mientras que todas juntas arden con fervor.

Lo positivo de todo esto, no es tan solo contarles la diversión de una sola noche, sino el saber que todos los que asistieron y trabajan en alguna producción actualmente, al terminar y dar las gracias en ese último aplauso: mencionan la importancia de la unión y refieren aquella gesta llevada a cabo por los Macabeos.

Es así, como Janucá sale de una pequeña comunidad y forma parte de los valores, quizá pasados por alto, de la población de esta ciudad.