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LA MEIDELE

Muchos de nuestros amigos “goys” juran y perjuran que Janucá es la Navidad de los judíos. Aunque las dos fiestas siempre caen por las mismas fechas, hay que entender que son dos festejos que se parecen tanto como se diferencian.

Ambas fiestas tienen raíces en el solsticio de invierno. El acortamiento de la luz del día fue la base para las fiestas de muchas culturas antes de los judíos y los cristianos. Se consideran días de limpieza y celebración.

A pesar de que el símbolo de Navidad es el pino y el de Janucá es la hanukiá, ambos íconos se llenan de luz. Ambas fiestas conmemoran milagros, Navidad por el nacimiento virgen y Janucá por el milagro del aceite que duró 8 días. Además, ambas fiestas se centran en una familia nuclear. Janucá en la de los hermanos macabeos y Navidad en Jesús, María y José.

Una de las grandes diferencias entre estas fiestas radica en que Navidad es “LA” fiesta para los cristianos, inclusive en la mayoría de los países es día nacional. Mientras que Janucá es solamente un Jag (festividad) menor para los paisanos (no se puede comparar con Yom Kippur). Pero sin duda, la diferencia que más notan los niños es que en Navidad reciben regalos solamente el 25 de diciembre, los niños paisanos reciben regalos los 8 días que dura Janucá.

El menú de Janucá se apega al aspecto religioso porque se cocina con aceite como en el milagro, mientras que Navidad tiene un menú que no se apega a la religión sino a momentos históricos como con el pavo, las coles y la cercanía de esta fiesta con Thanksgiving

Lo más importante es que ambas fiestas son momentos para celebrar, tiempos para reflexión y convivencia familiar. Y como todas las fiestas paisanas y no paisanas, definitivamente ambas son la excusa perfecta para comer hasta no poder más.