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LEÓN OPALÍN PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Shlomo Ben Ami (SBA), diplomático, historiador, parlamentario, ex embajador de Israel en España, ex ministro de Asuntos Exteriores y actualmente Vicepresidente del Centro Internacional Toledo para la Paz, considera que solo se puede derrotar a los terroristas del Estado Islámico (EI), con una invasión terrestre a su Califato; los bombardeos aéreos de la coalición encabezada por EUA, contra el EI, iniciados hace más de un año, y recientemente, los realizados por Rusia, no han logrado frenar su sanguinaria expansión. En este ámbito, Rusia parece más interesada en atacar a los rebeldes sirios para darle un respiro al acosado régimen de Bashar Al Assad.

SBA ha señalado que Occidente y sus aliados locales, los kurdos, la oposición siria, Jordania y otros países árabes sunitas, tendrán que llegar a un acuerdo sobre quién proporcionará el grueso de las tropas terrestres, no obstante, EUA actúa con cautela dada su mala experiencia al involucrarse en acciones de gran envergadura en Vietnam e Irak, principalmente, hoy en día se encuentra entrampado en Afganistán, como aconteció con los rusos en el pasado.

Para SBA el EI no es solo una organización terrorista más, representa un síntoma de un problema más profundo. Consigna que la desintegración del Oriente Medio árabe refleja la incapacidad de la región de encontrar un camino entre el nacionalismo secular en crisis, que ha dominado su sistema estatal desde la independencia, y una rama radical del Islam en guerra contra la modernidad. El problema fundamental consiste “en una lucha existencial entre estados absolutamente disfuncionales y un tipo obscenamente salvaje del fanatismo”; con la lucha la mayor parte de los regímenes de la región han agotado sus reservas, ya limitadas de legitimidad, está colapsando un orden regional centenario. Añade que las guerras de EUA en la región son básicamente responsables del caos prevaleciente; empero, ello no exculpa a las monarquías fundamentalistas árabes de su papel de revivir una visión del siglo VII que el EI, y otros, pretenden imponer. Los wahabíes de Arabia Saudita han sido el origen del radicalismo islamita y el principal patrocinador y facilitador del mismo.

En este punto, SBA se cuestiona ¿entonces cómo puede ser creíble una cooperación con las regiones del Medio Oriente?, y ni hablar de una coalición para combatir el extremismo islámico; expresa que una alternativa realista implica un esfuerzo constante y decidido para frenar al Califato, recortar sus fuentes de financiamiento, profundizar y ampliar la cooperación de inteligencia entre aliados creíbles, poner fin a la conspiración de las monarquías ricas en petróleo con grupos terroristas y fomentar la reforma. Concluye que el Medio Oriente árabe no es susceptible a cambios rápidos, requiere de una transformación endémica y profunda que podría llevar la mayor parte de este siglo.

Analistas cuestionan a SBA; ¿quién puede esperar casi un siglo para aniquilar al terrorismo? ¿Cuántos cientos de miles de personas inocentes y combatientes morirán en este proceso? Por lo pronto, el EI expande sus franquicias a Europa, Asia, África y pronto llegará su fuerza destructiva a EUA y Canadá, probablemente también a América Latina. Existe consenso de que el EI representa una amenaza para la paz mundial.

Los efectos del terrorismo islámico están teniendo un fuerte impacto en Europa, tan solo en el 2015 recibió un millón de inmigrantes de Siria, Afganistán, Pakistán y de otras regiones que huyen de la guerra y el hambre. Los inmigrantes seguirán llegando en oleadas a las naciones europeas por la incapacidad de estas para controlar los flujos.

Arturo Pérez Reverte (APR), literato y periodista español, quien durante 21 años fue reportero de prensa, radio y televisión, cubrió diferentes conflictos bélicos en el mundo, afirma que los inmigrantes que continuarán asentándose en Europa finalmente destruirán su cultura; la crisis que ya viven varios países europeos por el arribo de inmigrantes, en materia de servicios, empleo, salud y vivienda, se acentuarán en el futuro; varias ciudades europeas ya se han convertido en polvorines “como resultado de una política represora de quienes tienen intereses que perder”. Los grupos xenófobos se multiplican en Europa y los refugiados en la región utilizarán de manera creciente la violencia para salir del hambre, la marginación, la injusticia y la opresión. APR menciona que Europa, que iluminó al mundo está sentenciada a muerte.

APR reflexiona que a Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que goza hoy; experimentó una lucha, ganada tras muchos combates “contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida; y ahora llegaron los cortadores de cabezas, los fanáticos dispuestos a llevarse por delante a los infieles e ir al Paraíso”. Llegaron los nuevos bárbaros a Europa, al islam radical desesperado no le importa causar mala imagen, “trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra”. No se puede negociar con el Islam que ya está en el corazón de Europa; es la tercera guerra mundial.