Un estudio pionero realizado en Israel halló una sorprendente correlación entre anormalidades de esperma y el uso de celulares. En su artículo titulado Hábitos de uso de celulares y la calidad del esperma – ¿Merece atención?”, el equipo de investigación recomienda no hablar más de una hora al día o mientras se carga el celular ni colocarlo a menos de 50 centímetros de la ingle.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Sí, por supuesto que merece atención. La fertilidad masculina ha ido disminuyendo desde hace décadas por varias razones que incluyen la contaminación, la falta de sueño, los productos químicos, desde pesticidas a fertilizantes, soluciones de limpieza, calzoncillos ajustados, indulgencia excesiva en jacuzzis y el tabaco. Recientemente, un equipo israelí demostró que la radiación de los teléfonos móviles, un invento de los últimos 20 años, es también una causa demostrable.

¿Qué tan grave es el efecto? El estudio dirigido por Martha Dirnfeld, directora de la unidad de fertilidad y FIV del Centro Médico Carmel y profesora en el Technion de Haifa concluye que el “abuso” del celular puede reducir la concentración de espermatozoides.

De hecho, la capacidad reproductiva masculina puede verse afectada por varios factores, pero no hay nada que el hombre puede hacer acerca de la contaminación. Es poco probable que deje de fumar, no puede cambiar la concentración de fluoruro en el agua – pero sí es alejar el celular y no dormir a su lado. El costo es insignificante y el beneficio podría ser enorme, si uno valora su propio espermatozoide. “Incluso el seguir las instrucciones a un 50 por ciento es significativo, señala Dirnfeld.

Factores de confusión

Sin embargo, el artículo no es la última palabra ya que el estudio se basa en un pequeño grupo de sólo 80 hombres israelíes (en un principio, 106 habían contactado las clínicas de fertilidad, y 26 de ellos fueron excluidos). El artículo se publicó en la revista internacional Reproductive BioMedicine luego de ser reconocido por su metodología meticulosa.

Los teléfonos celulares emiten radiación electromagnética de radiofrecuencia. Es difícil investigar el efecto de la radiación en nuestros cuerpos debido a que resulta imposible aislar los diversos factores (aunque se han hecho grandes avances en base a teorías de que el uso excesivo del móvil podría causar cánceres cerebrales).

En teoría, cualquier hombre con problemas de esperma podría ser afectado por una gran variedad de factores como el tabaco, el uso de ropa interior apretada, productos químicos o todo lo mencionado.

Este estudio es excepcional porque se realiza en los hombres, no en tubos de ensayo o en ratas; y por sus esfuerzos de eliminar las influencias mencionadas, eligiendo individuos que no fuman en exceso.

Los participantes llenaron un cuestionario sobre sus hábitos. En base a esta información, se examinó la conexión entre los hábitos de uso de celulares y la calidad del esperma en los hombres. Los resultados fueron sorprendentes. El estudio reveló que hablar por el celular más de una hora al día, o mientras se conecta al cargador, duplica la concentración del semen anormal, del 36 a casi el 61 por ciento.

La concentración de espermatozoides también se redujo a niveles anormales en hombres que llevaban el teléfono a menos de 50 cm de la ingle: poco más del 47 por ciento de ellos mostraron concentraciones anormales de espermatozoides, comparado con sólo el 11.1 por ciento en la población masculina total.

Otros estudios han demostrado motivos de preocupación. En 2013, el Grupo de Trabajo Ambiental con sede en Washington detectó 10 estudios en humanos que revelaron “una sorprendente variedad de cambios en espermatozoides” expuestos a la radiación del teléfono celular. “Los hombres que llevan sus teléfonos en el bolsillo o en el cinturón son más propensos a tener un menor recuento de esperma y / o espermatozoides más inactivos o menos móviles,” concluyeron los investigadores. Las mismas conclusiones fueron apoyadas por el equipo israelí.

El uso de un Bluetooth no resuelve el problema siempre y cuando se siga manteniendo el teléfono en el bolsillo, aunque sí ayuda si el móvil no está cerca de la ingle.

En vista de las conclusiones del estudio, se recomienda disminuir al uso del teléfono celular, alejarlo de la ingle, no dormir junto a él, no hablar mientras se está cargando (de hecho, es mejor apagarlo entonces), y usar audífonos o un equipo de manos libres, sugiere el Dr. Ariel Silberlicht, ginecólogo del Centro Médico Carmel y profesor la Facultad de Medicina en el Technion.

Sin embargo, dado el reducido número de personas examinadas, los investigadores ‘instan a que se realicen más estudios con grupos más grandes.

Fuente: Haaretz / Ruth Schuster

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