LA MEIDELE

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Como toda historia de amor judía, el amor a la paisana empieza con un shidaj y una yentele (cualquiera que sea la personalidad que haya tomado en la actualidad). Una persona de la comunidad te presenta a alguien porque quedan suuuuuper bien, son el uno para el otro. El siguiente paso, como en cualquier historia de amor moderno, es el famoso “stalkeo” en Facebook… digo, para decidir si late o no te late.

Sólo si el “stalkeo” de Facebook es satisfactorio viene el mensajito de “whats”: “Qué onda soy “____________ ______”, seguido por un asegurado ahhhhh!! El hermano de _______________” o “el mejor amigo de ______________ _________” Después de un coqueteo textero y, rara vez, algunas llamadas por teléfono; el hombre, y siempre el hombre, invita a salir a la mujer. ¿A dónde van? Obvioooo!! a algún restaurante de Duraznos, al cine de Arcos o algún lugar en donde se van a encontrar a más de medio mundo.

Después de dos o tres dates más de este estilo, por lo general van al antro y conocen a toda su bandita de paisanos (que aunque no conocen bien, igual lo más seguro es que ya eran amigos de Facebook). El siguiente gran paso es que uno de los dos invite al otro a una boda paisana (y les aseguro que las paisanas no se arreglan tanto ni en su boda como para esta ocasión). Probablemente conocen a uno de los familiares de su saliente en esa boda y la neta, la neta “¡qué oso!”. Las bodas son un spot popular para que los paisanos les pidan a las paisanas que “anden”, pues como ya les había mencionado en otro ocasión “Love is in the Air”.

Ya que andan, la cosa se pone más seria, pues las mamás no dejan de fregar de que quieren conocer al nuevo o nueva noviecita. Aunque los chavos tratan de posponer este encuentro, nunca lo logran, por tanto tiempo y mientras visten su ropa más decente se someten a la tortura de escuchar a cuantos familiares suyos conoce la mama de su novi@. Después, toca ir a una cena o comida de Shabbat y la cosa se pone peor, pues la bobe conoce a mucho más familiares tuyos. Pero al final de todo te das cuenta que tu familia tampoco es tan diferente ni tan poco intensa, así que aprendes a quererlos como si fueran la tuya.

En la etapa del primer año de novios festejan cada mes con algo significativo, un regalito, cena, etc. Pero agárrense a los 6 meses, el año y el 14 de febrero, ahí es cuando la cosa romántica se pone mejor con post-its en los coches, decoradas de cuartos, docenas de rosas, cenas románticas y mensajitos cursis.

Cuando los paisanos ya llevan un rato juntos (cada uno lo que sea necesario) es momento de tener “La Plática” primero con la novia y luego con su papá y viceversa. Pero eso, si cuando un paisano le da el anillo a una paisana tiene que armar todo un merequetengue, llamarle a todas sus amigas para que la distraigan, organizarle una fiesta después con todos sus conocidos, etc. La pedida siempre tiene que ser sorpresa para la mujer, aunque igual muchas veces ya saben la fecha de su boda antes de comprometerse. Lo primero que debe de hacer una pareja de paisanos recién comprometida es subir el “Save The Date” más cool y original que puedan a Facebook.

Luego viene todo el año (o al rededor de un año de comprometidos) en donde hay más eventos por semana que días: que la entrada del novio, que la presentación del bate, que ir a buscar el vestido, que ir a comprar el vestido, que ir a llevar a la tía a que vea el vestido, que las clases pre-matrimoniales, que la cita con los 3 DJ´s y fotógrafos más famosos del momento, que las dieciocho citas con la florista, que el oifruf, que la civil, que la mikve, que el Shabbat, que la vestida de los novios, etc, etc, etc. En donde, sin lugar a dudas, toda la familia está más encima de los novios que nunca… pues van a extrañar a sus hijitos.

Después de unos meses de la increíble boda, el cambio de estado civil de Facebook y las fotos de la luna de miel en Instagram, las familias empiezan a preguntar por los hijos, y aunque cada pareja se toma su tiempo, siempre anuncian la espera de sus bebés con una foto en Facebook (en donde probablemente su perro tenga un letrero que diga “baby brother/sister on the way”. Awwww!! qué tierno.

Y vivieron felices para siempre…