Tres supervivientes han relatado sus terribles experiencias en el campo de exterminio nazi de Auschwitz en el juicio a uno de sus guardias.

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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Tres supervivientes han relatado este viernes el olor de los cuerpos quemados y las pilas de cuerpos amontonados en el campo de exterminio nazi de Auschwitz durante el juicio que se sigue contra uno de sus guardias, acusado de haber colaborado en el asesinato de, al menos, 170.000 personas.

“Si tus costillas eran visibles, te convertías en candidato al crematorio”, ha relatado Leon Schwarzbaum, superviviente de 94 años que perdió a 35 miembros de su familia en el Holocausto.

El testimonio de Schwarzbaum se ha escuchado durante el juicio contra Reinhold Hannig, antiguo guardia del campo de exterminio, que ha permanecido en un largo silencio a lo largo de la segunda jornada del juicio, sin mostrar emoción alguna, mientras los supervivientes detallaban sus terribles experiencias.

A Hanning sólo se le ha escuchado una vez en el tribunal, cuando la jueza Anke Grudda le ha preguntado qué tal se encontraba. “Bien”, ha respondido con una voz débil.

Vestido con el mismo traje de chaqueta marrón que llevaba puesto el jueves y con gafas, Hannig -tenía 20 años cuando, en 1942, se unió al campo como guarda- ha entrado lentamente en la sala del tribunal, que ha restringido las vistas a un máximo de dos horas diarias por la avanzada edad del acusado.

El abogado defensor, Johannes Salmen, ha anunciado que leerá una declaración escrita a favor de Hanning en una etapa posterior del proceso. El letrado ha añadido que es posible que el propio Hanning haga una declaración.

La Fiscalía de Dortmund, así como 40 demandantes de Hungría, Israel, Canadá,Reino Unido, Estados Unidos y Alemania, acusan a Hanning de haberse unido voluntariamente a las Schutzstaffel (SS) a los 18 años, en 1940.

Pese a que Hanning no estuvo directamente implicado en ningún asesinato en Auschwitz, los fiscales le acusan de acelerar, o al menos facilitar, la masacre en su condición de guardia de un campo en el que fueron asesinadas 1,2 millones de personas, en su mayoría judíos.

En una declaración previa a la Fiscalía, Hanning admitió su condición de guardia, pero negó estar relacionado con los asesinatos masivos.

“Podíamos ver fuego saliendo de las chimeneas y el insoportable olor a cuerpos quemados”, ha dicho Scharzbaum cuando se le ha preguntado si era posible que los guardias del campo no fueran conscientes de los asesinatos que se llevaban a cabo.

Erna de Vris, otra superviviente que ha testificado en el juicio, ha dicho que, en 1942, tenía que caminar entre pilas de cuerpos sin vida a diario en su camino hacia los trabajos forzados, ya que los nazis no podían quemar los cuerpos al mismo ritmo al que gaseaban a los prisioneros.

El juicio contra Hannings es el primero de cuatro procesos relacionados con Auschwitz que, probablemente, serán los últimos juicios contra criminales de guerra nazis de Alemania.

Fuente:elmundo.es