ISRAEL – A medida que su enormemente popular colaboración con Gad Elbaz conquista YouTube, Nissim Baruch Black criado en Seattle asume un nuevo reto – la escena musical israelí

Nissim Baruch
El rapero Nissim Baruch Black. “Cuando llegué al judaísmo encontré la conexión que había estado buscando”. (cortesía)

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO –   Desde el corazón de la Gran Manzana, una de las ciudades más multiculturales del mundo, llega la rapsodia rapera “Hashem Melej 2.0.”

La canción tipo himno, con casi 450.000 visitas en YouTube hasta la fecha, marca la primera vez que el escritor y compositor nacido en Israel, Gad Elbaz colabora ​​con Nissim Baruch Black de Seattle, Washington. Pero no son las palabras, ni siquiera la melodía, lo que la distinguió a los ojos de Black. Es la forma en que le habló al jugador de 30 años de su propia trayectoria artística y espiritual del cristianismo al Islam al judaísmo ortodoxo.

“La canción habla sobre la salvación del cielo, y yo estuve en medio de eso mucho tiempo. Al final del día, la canción y su significado están más allá de cualquiera de nosotros. De acuerdo, la canción es pegadiza, pero también saca a la gente de los lugares oscuros”, dijo Black en una entrevista telefónica.

Fue en 2013 que Black, anteriormente conocido como D. Black, oyó la grabación de la canción de Elbaz por primera vez. Poco después se fue a casa y la tocó para su hijo, que por aquel entonces tenía poco más de un año. Como hacen los niños, su hijo le pidió que la tocara una y otra vez y “una vez más tanto si quería como si no”, dijo Black.

Luego, hace poco más de un año Elbaz contactó con Black y le pidió que colaborara en una remezcla de la canción. Black no lo dudó. Conocía y admiraba a Elbaz, el hijo del cantante israelí, Benny Elbaz.

Rapper Nissim Baruch
El rapero Nissim Baruch pronto será un elemento permanente en las calles de Israel. (cortesía)

Algo así como un prodigio, Elbaz comenzó a cantar y escribir a los cuatro añosIrrumpió como artista en solitario en 1998, después de ser sido presentado en cuatro CDs con su padre, de quien dijo “influyó en mi carácter, mi rendimiento, y en ser profesional en lo que hago”. Elbaz añadió que tiene su “propio estilo y tiene como objetivo aportar más color a la escena de la música judía para que la nueva generación se sienta más involucrada“.

El último disco de Elbaz “Ze Hayom” fue lanzado en 2014. Cuando trabajaba en la última encarnación de “Hashem Melej 2.0” sabía que quería trabajar con Black.

“Su historia de vida me llegó al corazón y siento que el mundo judío necesita alguien como él para inspirar a una nueva generación de música en la industria judía”, dijo Elbaz.

Black es humilde y a la vez está asombrado de haber venido hasta aquí, dado que sus años de infancia y adolescencia fueron un torbellino de inestabilidad.

Nacido y criado en el barrio de Seward Park Seattle de padres musicales – su padre es Capitán Crunch del grupo de rap de 1980 Emerald Street Boys – los padres de Black consumían y vendían drogas. El músico describió una vez su casa como la estación Grand Central para distribuidores y usuarios. Sus padres se separaron cuando tenía dos años y cuando su madre fue detenida por cargos de drogas tenía siete. Murió de una sobredosis a los 37 años.

Su abuelo, que era musulmán, vino a cuidar de Black. Le leía el Corán y le enseñó a orar. Black recuerda haberse sentido algo más seguro con su abuelo en su vida – hasta el día en que ya no lo sintió. En 1996, el abuelo de Black, que una vez tocó junto a Quincy Jones y Ray Charles, fue detenido por violación de su libertad condicional y enviado de vuelta a prisión, donde murió en 2013. Black estaba en Jerusalem en ese momento.

A pesar de su tumultuosa vida, o quizás debido a ella, Black se volcó cada vez más en la música. Había empezado a rapear a los 13 años bajo el nombre de D. Black (su nombre de nacimiento era Damian Black) y poco a poco fue conquistando atención. Su canción “Ali’Yah” alcanzó el número cuatro en las listas de éxitos de hip hop CMJ y actuó en varios festivales como SXSW y Capitol Block Party Hill.

Aún así, la música no llenaba el vacío.

Y Black siguió buscando. En el camino, coqueteó con el cristianismo y el judaísmo mesiánico. Pero, de nuevo, el joven músico sentía que algo no funcionaba.

“Siempre me sentí diferente, fuera de lugar. Tenía deseos de encontrar un lugar donde encajar”, dijo.

Ese lugar resultó estar a sólo unas calles de distancia.

El barrio de su infancia limitaba con Rainier Avenue, hogar de una próspera comunidad judía y una de las sinagogas más antiguas de Seattle. Black a menudo jugaba al baloncesto junto a una de las sinagogas. Buscando estabilidad, comenzó a investigar el judaísmo por Internet. Un día entró en la Congregación sefardí Bikur Holim y se dio cuenta de que estaba en casa.

“Cuando llegué al judaísmo encontré la conexión que había estado buscando”, dijo.

En 2008 Black se casó con su novia de la infancia, Adina y después de su conversión en 2013 tuvo un matrimonio ortodoxo en Bikur Holim.

A finales de este mes Black, su esposa y sus cuatro hijos tomarán un vuelo patrocinado por Nefesh BeNefesh y harán aliá.

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El escritor y compositor nacido en Israel, Gad Elbaz (derecha) actúa con Nissim Baruch Black de Seattle, Washington. (cortesía)

“Desde que les conté a mis amigos que habíamos tomado la decisión muchos han venido a decirme ‘Ojalá lo hubiéramos hecho’”, dijo Black. “Yo no quise tener que decir nunca ‘Ojalá lo hubiera hecho’. Mis hijos y mi mujer están muy emocionados. Yo estoy muy emocionado. También dejo el único lugar que conocí en mi vida, pero no tengo miedo”.

Black tiene planes de establecerse en Jerusalem y conectar con otros músicos allí poco después de llegar.

“Profesionalmente para Nissim, Jerusalem tiene un gran escenario artístico, y está a sólo una hora de Tel Aviv”, dijo Marc Rosenberg, director de Planificación Pre-Aliyá de Nefesh BaNefesh.

Black regresará a EE.UU. en marzo, cuando él y Elbaz den un concierto en el Brooklyn College de Nueva York. Como parte de su viaje se encontrará con jóvenes en riesgo para hablar de su trayectoria.

“No tengo ningún numerito. Todo sale de mi corazón, porque al final del día todos estamos conectados”, dijo Black.


Fuente: The Times of Israel / Cathryn J. Prince – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico