DAVID SIEGEL

La semana pasada, dos grupos afiliados al Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) publicó un anuncio a página completa en el LA Times condenando al Gobierno de Israel por ofrecer un viaje con todos los gastos pagados a Tierra Santa para los nominados a los Oscar. Nivelando la falsa, pero tantas veces repetida acusación de que Israel es un Estado apartheid, hicieron un llamado a los candidatos a rechazar la oportunidad de visitarlo.

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David Siegel, Cónsul de Israel en el suroeste de Estados Unidos

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO  – Muchos países realizan campañas de relaciones públicas en EE.UU. para pulir sus marcas nacionales y promover el turismo. Sólo Israel – la única democracia y el más fuerte aliado de Estados Unidos en la región – se singulariza de forma sistemática y es criticado por ello. 

Mientras hacen la vista gorda a los horribles registros de derechos humanos en prácticamente todos los demás países de nuestra región – desde el encarcelamiento de periodistas y el asesinato de disidentes políticos en Irán, a la masacre del régimen sirio de su propio pueblo, a la brutal represión de las minorías religiosas en Yemen – el Movimiento BDS busca cualquier oportunidad para acosar a Israel. 

El objetivo de este movimiento es claro y sencillo: demonizar, deslegitimar, y en última instancia, destruir el único estado judío del mundo a través de la guerra económica y mentiras viles – las mismas tácticas empleadas durante tanto tiempo por antisemitas para atacar al pueblo judío. En lugar de buscar la paz y la justicia como afirman los activistas del BDS, estos grupos siembran semillas para el odio y el conflicto, rechazando públicamente una solución de dos estados y llamando a Israel a retirarse del mapa. 

El anuncio plantea la pregunta: ¿por qué exactamente está tan desesperado el Movimiento BDS por impedir que la gente vea Israel con sus propios ojos? 

Tal vez sea porque los boicots y la difamación de BDS no pueden ocultar una verdad simple, que es que la población árabe más libre de Oriente Medio vive en Israel. Lejos de ser un estado apartheid, Israel es el único país de la región con un poder judicial independiente, una sociedad civil próspera y abierta, con los derechos políticos y legales garantizados para todos sus ciudadanos. 

En efecto, si los nominados al Oscar aceptan nuestra oferta de venir a Israel, conocerán árabes-israelíes que sirven en los más altos niveles de gobierno, desde el gabinete del primer ministro al Parlamento, al Tribunal Supremo, con líderes árabes e israelíes a la par en ciencia, medicina, el mundo de los negocios y las artes. En una encuesta realizada por el instituto de investigación Statnet, el 77% de los árabes israelíes dijo que preferirían vivir bajo la soberanía israelí en lugar de autonomía palestina. 

Israel no es perfecto. Al igual que las minorías en muchos países, la comunidad árabe-israelí se enfrenta a desafíos- y una de las principales prioridades de nuestro gobierno es cerrar las brechas sociales, económicas y educativas que ahora existen entre la población en general y las comunidades como los árabes-israelíes y los judíos ultra-ortodoxos. 

Estamos haciendo progresos en este frente. La presencia de estudiantes árabes en las universidades de Israel ha subido más de un 50% en la última década y continúa en aumento, especialmente entre las mujeres. Los árabes-israelíes son el 20 por ciento de la población de Israel, pero ahora representan el 22 por ciento de los estudiantes en el Technion – institución líder de la ciencia y la tecnología de Israel. Apenas el mes pasado, el Gobierno de Israel anunció un plan para asignar $ 3.8 millones de dólares adicionales para mejorar la vivienda, el bienestar social, la infraestructura, el transporte y la educación para las comunidades árabe-israelíes. 

La situación de los árabes en Israel marca un fuerte contraste con la vida en Gaza – una zona de la que Israel se retiró por completo en 2005 – donde la organización terrorista Hamas sigue gobernando, oprime salvajemente a la población, en particular las mujeres, los disidentes políticos y miembros de la comunidad LGBT. En Cisjordania, los palestinos viven con las trágicas consecuencias de su fracasado y corrupto liderazgo, que ha rechazado ofertas de paz israelíes de largo alcance que incluían un estado palestino en el 97 por ciento de Cisjordania, Gaza y Jerusalem Este. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, hoy se niega a sentarse a la mesa de negociaciones con Israel para buscar una solución de dos estados. 

El verdadero camino hacia la paz se encuentra en la construcción de puentes, no en promover boicots. Los verdaderos defensores de la justicia buscarán oportunidades para crear un diálogo entre las dos partes, en lugar de simplemente demonizar a uno de ellos. 

Technion
Instituto de Tecnología y Ciencia Technion en Haifa

La buena noticia es que, aparte del muy pequeño grupo de radicales que están detrás del movimiento BDS, millones de personas en Estados Unidos y el mundo están construyendo relaciones más fuertes que nunca con Israel, que se ha convertido en un centro de innovación y un imán para soluciones en tantas esferas, desde la alta tecnología para el agua a la medicina. 

Como hemos hecho desde nuestra fundación, Israel continuará esforzándose para hacer avanzar nuestros valores fundamentales de democracia y derechos humanos, mejorar la vida de todos nuestros ciudadanos, y extender nuestra mano con la esperanza de construir un futuro más brillante de prosperidad y paz con nuestros vecinos. 

David Siegel es el Cónsul General de Israel para el suroeste.

Fuente: Jewish Journal – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico