Entre 1880 y 1910 había entre diez y quince mil prostitutas en Argentina. Cuando fue cerrada la red de prostíbulos judíos en este país, la mayoría se trasladó a México.

Venían de Polonia. Los proxenetas eran sujetos que parecían decentes, en su mayoría judíos practicantes; engañaban a las chicas, prometiendo a sus padres que les conseguirían un buen trabajo. Así, sus mismos progenitores las entregaban.

“A los mexicanos les encantaba ir con ellas, porque decían que era carne blanca“.

Una de estas mujeres que quiso regalar una lámpara para una sinagoga, no se la aceptaron por ser de dudosa procedencia; poco después le dijeron que mientras no estuviera en el centro, sino en el pasillo, colocarían la luminaria.


LA INVESTIGACIÓN

Natalia Gurvich Okon, investigadora, tiene un doctorado en Historia de las Universidad Iberoamericana. El Tema de su tesis  es “Transiciones y Tradiciones. Pensando en la Prácticas Cotidianas de las Migrantes Ashkenazitas 1920-1945“ : “Mi trabajo consiste en rescatar las historias de las mujeres judías mexicanas, sobre todo aquellas que emigraron de Europa Oriental, mujeres ashkenazíes. Cuando comencé hacer las entrevistas los testimonios fueron múltiples acerca de sus experiencias”

50a556ac8d726__232!A lo largo de su investigación encontró que durante el período estudiado existía  un grupo de mujeres judías que se dedicaban a la prostitución en la Ciudad de México: “Casi todas mis entrevistadas mencionaron la existencia de  judías prostitutas que trabajaban  en el centro de la ciudad durante el período que ellas emigraron. Nosotros como judíos creemos que no hay en nuestras comunidades ladrones ni prostitutas. Los testimonios de las entrevistadas, acerca de estas mujeres, eran ambivalentes: algunas  sentían  lástima  por ellas, otras consideraban  que eran mujeres libertinas”. Al investigar, encontró que Cuauhtémozin  había pequeños prostíbulos: “Ellas abrían unas ventanitas dentro de los portones de madera, y se dejaban ver”.

Una entrevistada mencionó a Okon “ A los mexicanos les encantaba ir con ellas, porque decías que era carne blanca”.

Siguió buscando. “Mis testigos recordaban a esas mujeres pero no querían decir sus nombres, ni dar detalles, lo cual me pareció correcto”.  Okon descubrió algunos detalles, como el hecho de que las prostitutas iban a las tiendas donde vendían comida típica de sus países de origen: arenque, sardinas, pan negro: “Querían  seguir con sus costumbres”.

Quienes las conocieron recuerdan que, siendo adolescentes, seguían a las prostitutas: les causaba mucha curiosidad su maquillaje, su vestimenta, o detalles específicos como una pulsera en el tobillo.

Natalia Gurvich Okon

EL ORIGEN DE LAS PROSTITUTAS

“Me remonté al pasado para saber el origen de estas mujeres: todas eran inmigrantes”. Okon se topa con “el caso  argentino”.

Los tratantes de blancas pertenecían a una banda llamada Zwi Migdal. La cuna de estas organizaciones estaba en Europa Oriental. Allí, de la misma manera como existían mafias que se ocupaba de la trata de blancas, había también una mafia judía que se ocupaba de mujeres judías. Esta última trajo la desgracia a miles de mujeres y sus familias; además de un aumento del antisemitismo, de por sí importante a finales del siglo XIX. En diferentes ciudades de Europa, se proclamaba que los judíos eran los encargados de la trata de blancas.

En caso de las prostitutas judías, los proxenetas que las conseguían eran sujetos que parecían decentes, y en su mayoría judíos practicantes; engañaban a las chicas, prometiendo a sus padres que les conseguirían un buen trabajo. Por ello, sus mismos progenitores las entregaban. Eran prostituidas y llevadas a Argentina o a Brasil.

“Hubo activistas judías, como Bertha Pappenheim, que intentaron auxiliar a estas mujeres y a sus hijos y se dedicaron a combatir a estas mafias” explica la investigadora. Pappenheim no sólo luchó contra estas mafias, sino que también contra los líderes de las comunidades porque permitían dicha prostitución y no “se hacían de la vista gorda”.

Estas redes de prostitución se acabaron cuando el Holocausto aniquiló las comunidades judías de Europa oriental.

“En Argentina, el tema es muy conocido y se han escrito varios libros sobre el mismo” añade Okon. “Entre otros detalles, estas mujeres no eran aceptadas en la Comunidad judía argentina. El primer panteón judío de Buenos Aires fue fundado por los proxenetas, para poder enterrar a los miembros del gremio, a las prostitutas  y a sus hijos . Años después, se estableció otro panteón judío comunitario”.

Raquel Liberman

En 1930 Ruchla (Raquel) Laja Liberman,llamada “La Polaca” delató la red de prostitución. El gobierno sabía lo que estaba pasando, estaba listo para actuar en contra de la mafia; cierra los prostíbulos y expulsa a los proxenetas. Parte de las mujeres que estaban en Argentina son trasladadas a México.

PROSTITUTAS JUDÍAS PARA MÉXICO

“En México eran relativamente pocas las prostitutas comparadas con la cantidad que había en Argentina, ya que nuestra comunidad era nueva y más pequeña”.

Según Okon, la investigación acerca de las prostitutas judías en México está vetada y se prefiere no mencionar el tema.

“La historia de algunas prostitutas judías en México la he encontrado en noticias de periódicos” reconoce la investigadora. “Quienes acceden a hablar de las prostitutas judías lo hacen con un dejo de tristeza, de comprensión. No las juzgan ni las critican, pues fueron víctimas”.

Es un tema muy delicado: hay quienes afirman que estas mujeres fueron rescatadas e incorporadas a la Comunidad.

TRISTES ANÉCDOTAS

Los testimonies son ricos en historias conmovedoras. Una de ellas es ésta: “Una de las prostitutas era muy guapa; su proxeneta se casó con ella, dejaron el oficio y pusieron un bazar. Ella quiso escribirle a sus padres, pero no sabía leer ni escribir idish. Como yo sí practicaba este idioma, me pidió que le redactara las cartas. Naty,¿sabes?, estas cartas tenían más lágrimas que letras Me encariñé con ella”.

Otra de estas mujeres quiso obsequiar una lámpara para embellecer una sinagoga; no la aceptaron por ser “de dudosa procedencia”. Más adelante, fue integrada al recinto; sin embargo, a pesar de ser esplendorosa, fue colocada en un pasillo, lejos del centro de la casa de D-os.