Una historia honesta, auténtica de dos hermanas que tienen que arreglarse solas. Este drama israelí inquebrantable de dos mujeres jóvenes codependientes, semi-salvajes atempera la desolación con destellos de humor

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La cuidadora de escuela Chelli (Liron Ben Shlush, también guionista de la película) vive en un apartamento sórdido de Haifa con su hermana Gaby (la extraordinaria Dana Ivgy), una mujer de 24 años de edad, cuyas habilidades y comportamientos verbales limitados indican autismo, aunque nadie utiliza la palabra. Perdidas en una niebla de codependencia, las dos hermanas viven en una miseria semi-salvaje, con Chelli dejando a Gaby sola encerrada bajo llave en el apartamento mientras está fuera durante el día, en lugar de buscar ayuda.

Bajo presión de los servicios sociales, Chelli finalmente matricula a Gaby en un centro de atención de día, pero descubre que siente celos de la unión que forma su hermana con el cuidador principal. Del mismo modo, una extraña especie de territorialismo y graves problemas de límites amenazan con envenenar la nueva relación de Chelli con su compañero de trabajo Zohar (Yaakov Daniel Zada).

Puede sonar sombrío desde todo punto de vista, y desde luego el guión de Ben Shlush, basado en sus propias experiencias, es admirable por su inquebrantable honestidad, pero hay destellos ocasionales de humor y calidez para iluminar la desolación. La directora Asaf Korman, que está casada con Ben Shlush, consigue representaciones auténticas de los actores y el sonido de fondo se despliega de una manera inteligente, destacando tanto a él como a su estrella como dignos de observar.

Fuente: The Guardian / Leslie Felperin – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico