El aeropuerto situado a 20 minutos de Tel Aviv es conocido por unas medidas visibles e invisibles que le convierten en una de las instalaciones más protegidas de Israel.

“El Estado invierte ilimitados recursos en el aeropuerto Ben Gurión precisamente para evitar ataques como el de Bruselas”, afirma Pini Schiff, ex jefe de seguridad de la principal y blindada puerta de Israel al mundo. Según él, “el sistema de seguridad israelí va 40 años por delante de muchos aeropuertos en Europa. Nuestra filosofía es adelantarse varios pasos al rival empleando tecnología, profesionalidad y sobre todo personal de calidad que sabe detectar la amenaza potencial”.

Más allá del duty free abierto las 24 horas o la fuente central de la terminal de salida, el aeropuerto situado a 20 minutos de Tel Aviv es conocido por unas medidas visibles e invisibles que le convierten en una de las instalaciones más protegidas de Israel. “Hace mucho, expertos de otros países nos decían que eran medidas exageradas. Ahora vienen para ver qué pueden aprender y copiar”, nos dice un ex alto funcionario de seguridad.

La protección se basa en círculos y en la meta de blindar no sólo el avión, como se limitan muchos tras el 11-S, sino también el aeropuerto. El que llega a la terminal israelí pasa una decena de puntos de seguridad antes de subirse al avión. El primero es un control en la carretera a un par de kilómetros de las terminales. El agente -joven y con pasado militar- habla con el conductor, se fija en el coche, si tiene alguna duda le pide documentación y si realmente sospecha, le ordena ponerse a un lado para el consiguiente registro.

El segundo círculo es un agente en la entrada de una terminal llena de agentes (de paisano y de uniforme) y detectores de metales. Con miradas o preguntas estudiadas a nivel psicológico, se pretende detectar nervios sospechosos y provocar el error del supuesto terrorista antes de que actúe. “La seguridad se basa en el profiling. El vigilante dedica toda su atención a quien realmente supone una amenaza potencial y muchas veces en función de su origen. Es una medida difícilmente aplicable en Europa porque puede ser vista como discriminatoria“, apunta el analista israelí Alon Ben David En otras palabras, los ciudadanos árabes o con aspecto árabe (muchas veces son judíos de origen oriental) tienen muchas opciones de ser registrados de pies a cabeza.

“Buena planificación y profesionales”

La seguridad también se aplica a los mostradores de la compañía israelí El Al en los aeropuertos de todo el mundo. Hace pocas semanas, un equipo israelí encargado de verificar la seguridad en terminales con vuelos a Israel advirtió a las autoridades belgas de los “graves fallos de seguridad en Zaventem”.

El asesor de seguridad en aviación y ex responsable de protección de personalidades, Shlomo Harnoy señala que “los ataques en los aeropuertos en la última década se han centrado en sus espacios públicos donde puedes entrar fácilmente con una maleta sin registrar. La solución no es poner más policías o tener la tecnología punta sino una buena planificación y recursos humanos profesionales”.

Ben Gurión, que antes de la muerte del fundador de Israel se llamaba simplemente “Aeropuerto de Lod”, ha sufrido varias remodelaciones arquitectónicas y de seguridad. El cambio radical nació el 30 de mayo de 1972 con la llamada “Masacre de Lod”. Bajo el encargo de un grupo palestino, tres terroristas del Ejército Rojo Japonés llegaron a Tel Aviv, sacaron sus armas y granadas ocultas en estuches de violín y asesinaron a 26 personas, entre ellos, 17 peregrinos puertorriqueños. Entre las víctimas israelíes, el prestigioso biofísico Aharon Katzir, cuyo hermano Efraim fue elegido al año siguiente presidente de Israel. Para la aviación de este país, el 11-S del 2001 fue el 30-M de 1972 y los secuestros de aviones por parte de comandos palestinos.

En Israel señalan que las grandes ventajas que ofrece la Unión Europea son también su “talón de Aquiles”. “La UE está basada en el concepto de fronteras abiertas. La gran pregunta es si podrá seguir así o deberá sacrificar algunos principios para la lucha antiterrorista”, afirma la ex jefa del departamento de investigación del Mosad, Sima Shein, que apunta en el Canal 2: “Hay que combatir el terrorismo yihadista llamándolo por su nombre pero teniendo en cuenta que la mayoría de refugiados a Europa no realiza atentados sino que huye de ellos”.

Fuente: El Mundo