El ministro del Interior israelí, Arie Deri, reveló hoy que estudia cancelar la residencia permanente del palestino Omar Barghouti, fundador del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel, que está casado con una ciudadana israelí.

Deri participó en una conferencia organizada por el diario local “Yeditor Aharonot” sobre la amenaza que ese movimiento representa para Israel, que reunió a los políticos israelíes y embajadores.

“En contra de lo que Barghouti ha declarado, el centro de su actividad no está en Israel sino en Ramala, desde donde trabaja en contra Israel en todo el mundo de la forma más dura”, dijo.

El ministro precisó que se estudiará el estatus de residente que se le concedió tras contraer matrimonio con una ciudadana israelí.

La conferencia fue inaugurada por el presidente israelí, Reuvén Rivlin, quien sostuvo que “hay que diferenciar entre la crítica legítima y la deslegitimación”.

“Tenemos que demostrar que todos los argumentos del BDS se inspiran en el odio hacia el Estado de Israel. El BDS es un movimiento cuyos fundamentos rechazan la existencia del Estado de Israel”, afirmó.

El BDS se fundó en el año 2005 como movimiento de la sociedad civil palestina en contra de la ocupación y contra la discriminación de la minoría palestina de Israel, aunque sus detractores sostienen que sus postulados no son constructivos para acercar a ambos pueblos porque, entre otros, niega el derecho del pueblo judío a un Estado.

En ese sentido, la ministra israelí de Justicia, Ayelet Shaked, consideró en el foro que el BDS es un “movimiento antisemita”.

“Quien conoce al fundador del movimiento, sabe que actúa contra la existencia del Estado de Israel como Estado judío y democrático”, indicó la ministra.

Entre sus campañas, el BDS llama al boicot comercial a Israel y no solo a las empresas que operan en los territorios ocupados, así como a la desinversión en sus fondos de pensiones, y al boicot cultural y académico a sus instituciones públicas, privadas y a individuos que han expresado su apoyo a Israel.

El embajador de la Comisión Europea en Israel, Lars Faborg-Andersen, aseguró “la UE se opone al BDS” pues “nuestra política es alentar al diálogo” y recalcó que las recientes decisiones de los Veintiocho sobre el etiquetado de los productos procedentes de los asentamientos “no son un boicot”.

“Es importante diferenciar entre el BDS y nuestra política sobre los asentamientos”, comentó al explicar que los productos de las colonias israelíes pueden ser comercializados en Europa, pero por su situación geográfica, fuera del territorio reconocido de Israel, no disfrutan de los beneficios del acuerdo de libre comercio.

El embajador estadounidense en Israel, Dan Shapiro, dijo que “el BDS tiene una agenda anti-israelí clara, pero la falta de un proceso de paz dificulta que EEUU pueda actuar, y pidió a Israel “evitar pasos unilaterales” como “la construcción en los asentamientos que aleja la solución de dos Estados”.

Fuente: El Diario – España