Una de las más destacadas escritoras argentinas de la actualidad, Ana María Shua (Buenos Aires, 1951), hizo escala en México, la semana pasada para presentar Contra el tiempo (Páginas de espuma, Colección Vivir del cuento, 2013): antología preparada por su compatriota la también narradora ( y judía)  Samanta Schweblin. Un sumario que abarca trabajos que van de los años 80 del siglo pasado hasta 2009 y un inédito incluido.

Son dieciséis textos marcados por un humor de sutiles empalmes con problemáticas de las relaciones familiares, el odio, la culpa y la muerte enhebrados, muchas veces, en situaciones absurdas.

Estuvimos en a presentación de dicha obra y eso nos dijo la autora:

“Uno escribe con todo lo que es. Soy argentina, latinoamericana, soy mujer y por supuesto soy judía y también tiene que ver con todo lo que escribo porque es parte de mi personalidad. De hecho tengo muchos libros que tratan concretamente sobre el tema de ser judía. Tengo una novela de una familia judía en Argentina que se llama “El libro de los recuerdos” tengo un libro de cocina judía que tiene que ver con nuestra comida  y cómo se come en la Argentina, rituales laicos. Tengo un libro que se llama “Cuentos judíos con fantasmas y demonios” que Santillana lo tiene publicado en México .

Shua es de origen sefaradí: “Mi abuelo era de Beirut. Originalmente se escribía Schoua pero se pronuncia Shua y me harté de que la gente lo pronuncie mal.

Mi abuelo vino de Líbano a Argentina alrededor del año de 1900. Logro establecerse, y se casó con mi abuela que era de Argentina, Ana Levy. Su familia (abuela paterna) venia de Gibraltar, de nacionalidad oficial inglesa, en realidad andaluces pero se consideraban a si mismos marroquíes, una historia muy judía”.

Rituales de la comida judía

“Mi apellido materno es Shmulevich, ashkenazi, y me crié más Shmulevich que Shua. Cuando se sirve el Gefilte Fish todos dicen qué rico, ya que tiene el sabor de la nostalgia. Es un alimento desabrido, pero nos recuerda cómo era(mos?) antes. El Kneidelaj se discute si está blandito o conciso. En fin la noción de que prácticamente toda la cocina judía europea se hace con papa y cebolla. Además tengo más recetas en  el libro del cual hablé más adelante”.

Ser escritora judía en Argentina

“Me siento como escritora argentina, también soy judía. Llevo esta doble identidad con mucha comodidad. Además somos tantos escritores judíos argentinos, y una comunidad judía tan grande”.

Antisemitismo en Argentina

“Nunca hubo muestras antisemitas relacionadas con nuestro trabajo. No diría que la Argentina es una nación antisemita. Sin embargo, hay algunos lugares donde no debería haber antisemitismo y lo hay: en las fuerzas armadas, en las fuerzas de seguridad. Y creo que eso es dónde se encuentra. La población en general no es antisemita.

Aún así, el tuvimos un atentado a la AMIA y otra a la embajada. A Menem y a Kirchner les afectaron bastante dichos atentados y la muerte de Nisman. En el caso de Nisman, no creo que haya muerto por judío, sino por enemigo político”.